El 2008 nos traerá también un nuevo SLK en el que Mercedes ha puesto unos pequeños cambios con los que ganar más adeptos de los bastantes que ya tiene. Se han preocupado de ir mejorando la versatilidad de los propulsores que equipa el cabrio y, en menor medida, han dedicado esfuerzos a añadir pequeños cambios visuales en el exterior y en el interior de la carrocería.
Cuando hablo de versatilidad en los propulsores me refiero a un trabajo exhaustivo para aumentar sensiblemente la potencia de los mismos sin renunciar a un consumo aceptable. Por ello, tanto el SLK 200 como el 350 reciben mejoras sustanciales: el turbogasolina de 4 cilindros propio del SLK 200 aumenta su potencia hasta los 184 Cv (21 Cv más) y su par crece hasta los 250 Nm, mientras que el V6 de 3.5 litros del SLK 350 crece en 33 Cv (hasta los 305 Cv) ofreciendo un par máximo de 360 Nm. Por su parte, el SLK 280 no recibe aumento de potencia aunque sí reduce el consumo, manteniéndose como oferta intermedia entre los dos anteriores propulsores con 231 Cv.
Además del rediseño del exterior, con un parachoques trasero y frontal redefinidos y una nueva parrilla (típicos cambios de un facelift) se han ocupado de mejorar los retrovisores externos, agrandándolos para mejorar la visibilidad. Otro de los detalles visibles de este lavado de cara serían las cubiertas oscurecidas de los faros traseros.
Ya en el interior se puede apreciar que no existe una revisión clara de tapicerías pero sí que existe una nueva colocación de los instrumentales en el salpicadero y consolas, además de un nuevo volante de tres radios con botones multifunción incorporados. Si nos vamos al nuevo equipamiento, destaca el sistema de audio NTG 2.5, que incorpora conexión bluetooth, conexión para mp3 e iPod y manejo centralizado. Opcionalmente, destaca la inclusión de una nueva dirección asistida variable.
Vía: carscoop
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