Para aquellos que afirmaban que el último Ford Mustang no era un auténtico muscle car verán con esta preparación de Obsidian el asunto cambia bastante, pues el Ford Mustang cambia de su aspecto de “deportivo más dócil” a un estilo de “pantera negra” con un auténtico motor de las más altas capacidades como hot-rod. Su nombre, SG-One, lo situaría de primero en un ranking de Mustangs y a la vez nos indica el número de ejemplares que habrá: únicamente uno.
Antes de adentrarnos en el poderoso motor, a diferencia de otras preparaciones el trabajo de compensación de elementos de seguridad y de estabilidad para el vehículo ha sido completamente estudiado. Su centro de gravedad ha sido rebajado gracias a las nuevas suspensiones coilover y se ha estabilizado gracias en parte a la colocación más posterior del propulsor. También se ha retocado el sistema de dirección y el sistema de frenos, que como era de imaginar es Brembo. El peso del conjunto ha mejorado, gracias al uso de materiales ligeros, para alcanzar los 1.360 kg.
Sobre la base del V8 de 6.4 litros, la completa modificación del mismo con el añadido de un doble turbo entre otras operaciones, el SG-One ronda una potencia de 800 Cv y 1.016 Nm de par máximo con gasolina convencional. Empleando gasolina de mayor calidad, la potencia puede alcanzar los nada desdeñables 1.000 Cv. A falta de tests exhaustivos, la previsión es que permita rondar los 100 km/h en sólo 4 segundos.
Prácticamente todos los ángulos del exterior de este Mustang preparado parecen contar con alguna diferencia. Los añadidos que completan el remodelado aerodinámico se conjuntan para alargar la longitud del Mustang original en unos 18 cm e incluyen también unas branquias laterales traseras y el nuevo capó, que incorpora una toma de aire central mayor para refrigerar el motor. Las luces delanteras tipo LED realizan en este caso el contraste perfecto con el negro de la carrocería y de las llantas.
No me imagino la velocidad a la que debería circular con las ventanillas bajadas para necesitar los 3.000 W que devuelve el sistema de sonido del SG-One. Con más lógica, se incorporan un sistema de control de la electrónica a través de una pantalla táctil LCD, asientos deportivos Recaro calefactados con arnés de cuatro puntos o cromados para el volante y los pedales entre otras muchas cosas.
La vista “exterior” del motor también cuenta con un cuidado diseño. Escuchar su sonido debe ser otra cosa muy diferente.
Vía: jalopnik
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