Si el Porsche 911 se caracteriza por algo es por mantenerse fiel a sus principios, desde su nacimiento a principios de los años 60 el motor de seis cilindros opuestos ha ido colgado tras el eje trasero. A pesar de la constante evolución que el mítico deportivo ha soportado a lo largo de las décadas el espíritu del original permanece inalterado. Con los actuales precios del petróleo y las normativas anticontaminación, Porsche podría ofrecer en un futuro motores de cuatro cilindros en la gama 911.
A los puristas no les gustará esta noticia pero debemos recordar que no sería la primera vez que un Porsche usara una configuración de motor de cuatro cilindros. Todos los 356 usaban motores de cuatro cilindros, al igual que algunos 924 y 944. De hecho, el Porsche 912, una versión más asequible del 911, usaba un motor de cuatro cilindros opuestos y 1.6 litros de cilindrada, capaz de desarrollar 90 CV con un muy ajustado consumo de combustible.
La noticia ha saltado a la red a raíz de una conferencia presentada por varios ingenieros de Porsche en Australia. Thomas Krickelberg, jefe de desarrollo de trenes de propulsión de la empresa alemana ha admitido que si la situación lo requiere y el mercado lo demanda, Porsche no tendría ningún problema en emplear motores de cuatro cilindros en los 911.
Con normativas de la UE apuntando a una masiva reducción de las emisiones medias de los fabricantes de automóviles en un futuro cercano, la opción se está barajando muy en serio. No sólo mejoraría el balance global de emisiones de la marca sino que muchos potenciales compradores se harían con un 911, antes considerado un coche poco responsable medioambientalmente hablando.
El propulsor empleado sería un 4 cilindros bóxer con unos 2.4 litros de cilindrada. En su variante atmosférica podría producir unos 250 CV pero el uso de los turbocompresores es seguro. Los bloques contarían con la recientemente inaugurada inyección directa de combustible para ahorrar en el gasto de gasolina y mediante la sobrealimentación por turbos de geometría variable podrían alcanzarse sin problemas los 400 CV de potencia máxima.
Las ventajas de un cuatro cilindros turbo son claras: menor consumo de combustible, menores emisiones y un menor peso que contribuiría a mejorar el tradicionalmente descompensado reparto de pesos de los 911. Es lógico pensar que los Porsche 911 Turbo (con mayúsculas) y GT2 seguirán recurriendo a los seis cilindros turbo para ofrecer las desmesuradas potencias habituales.
Vía: motorauthority
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