La americana Ford ha plantado cara al mercado mejorando parte de sus vehículos europeos más grandes para que consuman y contaminen algo menos. El hecho de que estemos en situación de crisis convierte estos movimientos en necesarios, sino cruciales, para no perder e incluso ganar más espacio en el mercado. Las gamas que se han visto mejoradas en este aspecto han sido las del S-Max, el Galaxy, el C-Max y el Kuga.
Los motores elegidos para su refinamiento han sido los 1.6 TDCi y 2.0 TDCi. El C-Max mejora su emisión de CO2 en sus versiones de 99 y 109 CV del TDCi de 1.6 litros, situándolas ambas por debajo de los 120 gr/km que marca el principio del rango de pago en el impuesto de matriculación. El consumo mínimo de este modelo, para la versión de 99 CV, se queda en los 4.5 litros/100 km en medida mixta, soportando una cifra de 3.5 litros en carretera.
El 2.0 TDCi disponible para el Kuga, el motor con el que arrancaba en el mercado, mejora su eficiencia reduciendo el consumo mixto hasta los 6.1 litros cada 100 km con su correspondencia proporcional de 159 gr/km de emisión de CO2. Ello implica bajar el escalón de impuestos del 9.75 al 4.75 % por lo que el precio del Kuga TDCi con acabado Ambiente y tracción delantera se queda en los 24.620 euros. Además de la reprogramación del bloque propulsor, también se han incorporado mejoras como la del sistema de atenuación de la dirección electrohidráulica EHPAS.
Los bloques de 2 litros turbodiésel del S-Max y del Galaxy, que disponen de 115 o de 140 CV, incorporan este avance acuciando el mismo consumo mixto que el Kuga. Estos nuevos modelos S-Max y Galaxy ya están disponibles en los concesionarios, mientras que los C-Max y Kuga llegarán a medida que avance este mes.
Vía: Ford
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