Si bien la competencia ha hecho leña del árbol caido con Toyota y el caso “pedalgate”, hay que reconocerle al fabricante nipón la celeridad con la que está reaccionando ante la situación y la celeridad con la que están presentando soluciones. De hecho, en los próximos 60 días hábiles arreglarán 100.000 coches de los 106.000 con acelerador defectuoso en España, aunque seguro que esto no tendrá tanta repercusión en los medios como el fallo en sí.
Como ya habíamos comentados esta revisión es gratuita para todos los clientes afectados y además no supondrá ningún coste tampoco para los concesionarios, la única que afrontará los gastos del error será la propia Toyota, dejándose por el camino 2,5 millones de euros a lo ancho de toda la geografía española. La repercusión en las ventas a medio plazo será inapreciable según la propia marca, aunque a corto plazo las ventas si verán una bajada.
El proveedor de la pieza a reemplazar está produciéndola a un ritmo de 90.000 unidades diarias, 40.000 de las cuales van destinadas a los 3.200 concesionarios europeos y a finales de esta semana ya habrá suficientes como para reparar el 70% de los coches afectados. Los clientes afectados serán contactados por correo postal, mediante cartas que Toyota mandará a un ritmo de 5.000 al día.
También se enviarán a lo largo de este jueves y viernes todas las llamadas a revisión para el Toyota Prius, al que se le debe actualizar el software que controla el sistema de ABS. Un total de 1.300 unidades deberán pasar por el concesionario para poner la electrónica del coche al día y 180 ya lo han hecho, solucionando así el fallo por el que el sistema de antibloqueo se activaba de forma errónea reduciendo así la capacidad de frenado del vehículo.
En general ha sido una reacción bastante rápida de Toyota, ante un tema que había preocupado a sus clientes, como quedó demostrado por las 2.800 llamadas relacionadas con el problema del acelerador y 300 por el Prius. Ahora sólo queda ver como reacciona el mercado en términos de ventas ante este bache, mi opinión concuerda con la de la propia marca, a corto plazo las ventas bajarán pero a medio plazo las ventas de un gigante como Toyota seguirán casi intactas.
Vía: Europapress
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