La escena sorprende a todos aquellos curiosos entendidos en automóviles que se acercaron por Mónaco para ver el Gran Premio de Fórmula 1, y es que por extraño que parezca entre tanto lujo, glamour, y superdeportivos siempre queda lugar para sorpresas como ésta. ¿Quién puede haber sido capaz de homologar un Porsche 911 GT3 RSR y matricularlo para circular por la calle? Nada más lejos de la realidad…
El Porsche 911 GT3 RSR es una de las máquinas mejor preparadas para la competición del equipo de Porsche Motorsport, no obstante los 380.000€ que cuesta la hacen mucho más inaccesible que su “hermano pequeño” el Porsche 911 GT3, que prácticamente cuesta una tercera parte, en total 133.713€. Puede que entonces ya vayamos entendiendo por qué a alguien se le podría ocurrir convertir su “modesto” GT3 en todo un GT3 RSR, al menos estéticamente.
Si os fijáis el trabajo de conversión es impecable. El alerón, las defensas, las salidas de escape traseras son las mismas del Porsche 911 GT3 RSR, tampoco faltan los pasos de rueda ensanchados, las llantas de tuerca central, barras antivuelco (en el paquete Clubsport para GT3 y de serie en el GT3 RS) y apostaría por que en el habitáculo se habrán hecho bastantes modificaciones para mejorar su seguridad en circuitos.
¿Un quiero y no puedo? Para nada. Hoy por hoy la solución de adquirir un RSR tan sólo se la plantean algunos equipos que participan en campeonatos de GT de la FIA con buenos patrocinadores a sus espaldas. De hecho, a priori, existen muy pocas diferencias entre el RSR y un GT3 (o un GT3 RS) de calle con todas las modificaciones oportunas para adaptarse a las medidas de seguridad de la FIA.
Como muestra un botón. Basta que os diga que en las 24 Horas de Nürburgring de este fin de semana, un Porsche 911 GT3 RS de calle quedó en la posición 13ª, por delante de un par de RSR que tuvieron que abandonar. Lo cual dice mucho a favor del GT3 RS, un deportivo que no sólo puede ser disfrutable con todas las garantías en la calle sino que además es extremadamente competitivo en pista.
Vía: Axis of Oversteer
Créditos de las fotografías: Axis of Oversteer
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