Suzuki quería romper con la imagen de fabricante de pequeños turismos y todoterrenos, y para ello llegó el Kizashi, una berlina media con un diseño agradable y, por qué no decirlo, con intención deportiva. Pese a ello, sería una locura plantearse un reto como el siguiente: superar las 200 millas por hora, unos 320 Km/h, con una berlina de serie como esta. Con una buena preparación encima, la cosa cambia por completo, y el reto se ha demostrado finalmente como posible.
Pilotado por Sam Mitani, de la revista Road & Track, este Suzuki Kizashi tan especial logró un registro de 203.7 mph en el lago salado de Bonneville, unos 325 Km/h, consiguiendo el récord de velocidad en su categoría. Por supuesto, todo parecido con un Kizashi de serie es meramente casual, y es que las modificaciones mecánicas han sido muchas y muy profundas.
Para comenzar, el Suzuki Kizashi Bonneville incorporó un turbocompresor Turbonetics a 1.10 bar y un intercooler, con lo que el motor de cuatro cilindros y 2.4 litros elevó su potencia a 500 CV.
Otras modificaciones que se llevaron a cabo fueron los obligatorios cilindros y pistones reforzados para soportar las mayores exigencias, toma de aire rediseñada, suspensión de cuerpo roscado, una aerodinámica retocada y unos neumáticos Good Year capaces de soportar las elevadas velocidades.
A la hora de frenar, como los dragsters, el Kizashi contaba con la ayuda de un paracaídas, y es que la superficie tampoco ayuda a la hora de decelerar con seguridad desde más de 300 Km/h.
Como las imágenes valen más que mil palabras, a continuación podéis ver un par de vídeos donde se muestran los 325 Km/h desde una cámara a bordo, así como desde el exterior.
Vía: Motor Authority
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