Está bastante claro que la saga “DS” que está inaugurando Citroën va por el camino de situarse a otro nivel, a otra escala con respecto al resto de modelos de su gama. Con otra escala me refiero a un diseño más vanguardista, a una calidad teóricamente mejor, etc. El Citroën DS4 es una especie de C4 con unas líneas más deportivas y más coupé aunque sin perder por ello la practicidad de las cinco puertas.
Al ver estas imágenes lo primero que viene a la cabeza es el Alfa Romeo Giulietta, posiblemente porque es el más reciente compacto de este estilo. Con él el DS4 comparte ese cuerpo más anguloso, ese pilar B más destacado o el disimule de las manetas de las puertas traseras en la parte posterior. En esa misma tesitura se encuentra el Seat León aunque su veteranía lo separan un poco de estos dos.
En directo el coche gana en presencia, sobre todo porque es más alto que el C4 cuando cuentan con una longitud similar, y sobre todo llama la atención con tanta curva que aparece en su figura. Su mayor tamaño parece que compensarán la habitabilidad de las plazas traseras pues la carrocería cae notablemente.
A diferencia del DS3 parece que Citroën no se dejará llevar por un sinfín de opciones de personalización pero sí que habrá muchos colores y detalles para poner a gusto del comprador. Lo que está claro es que tendrá que demostrar con calidad y con precio que puede ofrecer más que el italiano el cual, en principio, parte con cierta ventaja.
Es una pena que ni mi compañero Juanma ni mi compañero David pudiesen toquetear el interior para traeros unas impresiones más completas. Posiblemente una razón de que no hayan podido hacerlo es que se trataba de varios DS4 de pre-producción. Y ya sabemos que no están completamente terminados por dentro. Por ejemplo en Ginebra hace unos meses comprobamos que el DS3 Racing no estaba tan bien acabado como esperábamos.
Citroën DS4 en el Salón de París
Citroën DS4
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