Esta mañana me he encontrado en la red un vídeo que prometía casi cinco minutos de disfrute pleno para un amante del automovilismo. La descripción del vídeo es simplemente idílica: un Porsche 911 GT3 y un Lamborghini Gallardo Superleggera compitiendo en un circuito cerrado por las calles de París. ¿Quíen no está deseando ser uno de los protagonistas?
Ni corto ni perezoso, pongo a buen volumen los altavoces de mi ordenador y cliqueo en el Play dispuesto a disfrutar de los cuatro minutos y 44 segundos que dura la secuencia. Comienza con una pequeña introducción bastante artística en la que podemos deleitarnos con toma estáticas de ambos modelos, pero la cosa cambia cuando llega la acción pura y dura. El vídeo, a continuación.
Al comienzo del vídeo se anuncia que las secuencias se han rodado en un entorno controlado, aunque me imaginaba otra cosa. Aunque hay instantes en los que no se ve circulación, la mayoría del tiempo la competición que entablan ambos coches transcurre en carreteras plenamente abiertas al tráfico, con el consiguiente riesgo que el comportamiento de ambos coches supone.
Tanto el Porsche como el Lamborghini son conducidos por pilotos profesionales, pero ello no quita de que algunas situaciones que se ven en el vídeo se merezcan una colleja. A lo largo del vídeo se ven varios zig-zag peligrosos en zonas de autopista, y en los instantes finales se ve cómo el Lamborghini se cruza por delante de un vehículo después de traspasar una zona rayada.
Después de haber leído esto, seguro que más de uno estará vertiendo ciertos calificativos sobre mi pensamiento, pero en más de una ocasión he vivido de cerca comportamientos muy peligrosos de conductores al volante de superdeportivos, y sé lo que significa que un pequeño fallo acabe en una situación trágica. En circuito que hagan lo que quieran pero en carreteras abiertas se debe respetar no sólo a la normativa vial sino al resto de usuarios.
Después de esta reprimenda, toca alabar la buena factura técnica que los productores del vídeo le han conferido, puesto que aúna elementos que siempre se agradecen en vídeos de coches, como son tomas conjuntas de ambos modelos o el espectacular sonido que emiten los escapes de cada coche.
Vía: Youtube
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