La empresa estadounidense XL Hybrids ofrece desde hace unas pocas semanas un paquete de conversión híbrida para los clásicos Lincoln Town Car y Ford Crown Victoria. Por si alguien no los conoce, son los vehículos estadounidenses de flota más conocidos en todo el mundo. He tenido el placer de viajar en ambos en mi viaje a Nueva York – que podéis repasar aquí y aquí – y lo cierto es que son coches muy grandes, muy robustos, extremadamente confiables… pero muy sedientos de combustible.
Se construyen sobre una plataforma de 30 años de antigüedad, usan motores V8 atmosféricos de 4.6 litros y sólo 240 CV, acoplados a cajas automáticas de cuatro relaciones. Y sin embargo, aún consiguen ser más baratos de utilizar que los Prius porque simplemente nunca se averían, tienen un maletero gigantesco (más de 700 litros) y duran perfectamente un millón de kilómetros gracias a su construcción robusta. El problema es que en ciudad, sus medias reales son de unos 20 litros a los 100 km.
Y con el actual precio de la gasolina, cada vez son más caros de operar. Los taxistas y operadores de flotas no quieren deshacerse de sus fiables Panther-Platform, pero si ya están tocados de muerte por el precio de la gasolina, Ford los deja de fabricar el año que viene. Sea como sea, XL Hybrids propone una solución aftermarket para hibridar los Town Car y Crown Vic, sin que se modifique su conducción y con un proceso de instalación sencillo, que sólamente roba unos 80 litros al maletero.
No conocemos su coste, pero se amortiza en una flota en unos 24 meses, con el único mantenimiento de cambiar una correa de goma cada 50.000 millas. El sistema consiste en un motor eléctrico abrazado al eje trasero, que suministra energía eléctrica al diferencial trasero, que también recibe la fuerza del motor de gasolina. La energía se regenera en frenadas y conducción habitual, y se entrega en las fases de aceleración o arranque. Es un esquema semi-híbrido.
El motor eléctrico nunca podrá funcionar sólo, envía su fuerza a la vez que el motor de combustión. Sus “electrones” son extraídos de una batería, que es la que se ve en el maletero. Se estima que con este sistema se ganan unos 20 CV de potencia, pero lo que es más importante, se reduce el consumo en hasta un 30% en ciclos urbanos intensos, que son los que los taxistas neoyorquinos practican. XL Hybrids podría estar dando una segunda vida a los Crown Vic, en peligro de extinción.
Además, nadie sabe que es un híbrido (que aún tiene cierta connotación negativa en EEUU) y contenta a los gerentes de flota y administraciones locales, que deben hacer un esfuerzo por dar un giro medioambiental a sus parques móviles.
Fuente: Wired
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