Hace tiempo que en Diariomotor no hacemos mención a alguna llamada a revisión, pero ello no quita de que día sí y día también aparezcan este tipo de noticias. Generalmente conciernen a tiradas de vehículos muy cortas o bien a mercados diferentes de España, pero cuando la llamada a revisión es multitudinaria la cosa cambia. Este es el caso del Mazda3, que deberá pasar masivamente por el taller para arreglar un pequeño defecto.
Como suele ocurrir en muchas de estas ocasiones, el defecto tiene que ver con un elemento auxiliar de bajo coste pero imprescindible para la conducción. Se trata de los limpiaparabrisas, cuyo motor de accionamiento ha sido montado defectuosamente, lo cual puede provocar un incorrecto funcionamiento del mismo. Las consecuencias son obvias: si los limpias no funcionan, la conducción en condiciones climatológicas adversas se vuelve prácticamente imposible.
En un principio la alerta se dio en EEUU, donde la NHTSA avisó de que unas 108.000 unidades deberían pasar por el taller para reparar el defecto. Sin embargo, el problema es global para todos los mercados en los que se comercializa el compacto nipón, por lo que la cifra de unidades afectadas asciende hasta 400.000 ejemplares. Las fechas de fabricación van desde el 7 de enero hasta el 28 de noviembre de 2008, es decir, se corresponde con la anterior generación del Mazda3.
La primera vez que Mazda supo la existencia de este problema fue en marzo de 2009, pero consideró que no era necesaria una llamada a revisión. El asunto quedó aparcado hasta marzo de 2010, cuando volvieron a estudiar el caso. En mayo de este año ya habían registrado un total de 132 incidencias por este defecto, si bien no hubo ningún accidente. Recientemente se decidió por fin hacer pasar por el taller a las 400.000 unidades fabricadas aproximadamente en el citado período.
Mazda comenzará a avisar a los concesionarios a partir del 4 de julio, y los propietarios de las unidades afectadas serán alertados por carta a partir del día 15 del mismo mes. Obviamente, la firma japonesa correrá con todos los gastos de sustitución de la pieza defectuosa. No es la primera vez que el Mazda3 tiene que pasar por el taller; esa misma generación sufrió un defecto en la dirección que fue solucionado en el verano de 2010.
Vía: Autoweek
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