Casi no nos hemos repuesto (todavía) del anuncio por sorpresa de la emisión de Top Gear en Cuatro (aunque se traten de temporadas bastante antiguas y con un discutible doblaje al castellano), pero Top Gear no deja de sorprendernos, semana tras semana, con nuevos programas. Actualmente se encuentran en la decimoséptima temporada, y en su último episodio (el sexto de la citada temporada) han probado uno de los vehículos más deseados y deseables de los últimos tiempos, el Lamborghini Aventador LP700-4.
Fiel heredero de la tradición de los de Sant´Agata Bolognese como superdeportivo de líneas estridentes llamativas con muchas aristas, estamos ante uno de esos modelos que no quiere ocultar su carácter ni sus orígenes, con un diseño tanto exterior como interior inspirado en múltiples detalles en los cazas de combate. No es un avión diseñado para volar bajo a elevadísimas velocidades sobre las carreteras o circuitos, aunque lo pueda parecer, pero algo de eso hay: Richard Hammond es el encargado de la prueba en Top Gear del Lamborghini Aventador, ¿con qué nos sorprenderá en esta ocasión?
En una época en la que los V12 parecen casi condenados a desaparecer, Lamborghini continúa fiel a sus orígenes en este sentido, con un motor de 12 cilindros en V que genera 700 CV a 8.250 rpm y un sonido delicioso. Su exterior, muy agresivo, ancho y bajo, y su aerodinámica activa sólo anticipan unas prestaciones totalmente demoledoras, como los 2.9 segundos para alcanzar los 100 km/h o los 350 km/h de velocidad punta.
Con tracción total, cambio automático con levas tras el volante, suspensión Öhlins de tipo pushrod y un interior deportivo pero en el que también está muy presente la electrónica en aspectos como el cuadro de instrumentación, ¿qué mas podemos pedirle al Lamborghini Aventador?
Obviamente, que su conducción (y no sólo sus prestaciones) emocionen. Seguro que a cualquiera de nosotros nos pondría la carne de gallina, aunque Richard Hammond lo ve como un Lamborghini con menos carácter que sus antepasados, como si intentase acercarse a los modelos del la archirrival Ferrari, siendo más dócil y mundano.
Pero basta con ver su sonrisa permanente y sus comentarios mientras conduce al Aventador en modo Corsa para darse cuenta de que realmente se lo ha pasado muy bien con él. Como colofón final, la vuelta rápida de The Stig: el tiempo marcado mejora ampliamente al del anterior Murciélago LP670-4 SV, y se sitúa entre el Bugatti Veyron SuperSport y el McLaren MP4-12C: comprobadlo vosotros mismos…
Fuente: Youtube
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