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¿Un dragster diésel? ¿Por qué no?

El mundillo del drag racing es una subcultura que nos gusta explorar de cuando en cuando, ya sea con vídeos curiosos de carreras entre cuatro vehículos, curiosidades sobre el pasado de la disciplina o vehículos absolutamente monstruosos. En esta ocasión nos centraremos más en lo monstruoso de algunos vehículos, en concreto máquinas como el dragster de las imágenes. ¿Su mayor peculiaridad? Un motor diésel.

Como suena, en concreto un pesado International DT466. El motor fabricado por Navistar normalmente se suele encontrar en camiones, o autobuses, en generales aplicaciones poco deportivas. Sus seis cilindros en línea y hasta 7.6 litros de cilindrada suelen entregar como mucho unos 300 CV y mucho par motor. En este dragster el motor se llevó hasta los 8.8 litros y se le acoplaron tres turbos del tamaño de cabezas humanas.

Con semejante masajeo la potencia del motor debería haber aumentado considerablemente. En el vídeo se dice que hasta los 3.000 CV, pero me parece demasiado. Hablamos de la potencia máxima de un motor “convencional” de drag racing, sin tener que irse a los Top Fuel alimentados por alcohol. Aunque sean 1.500 CV, la aceleración que imprime al bólido sobre el que va montado es sensacional.

Pero puede que lo más alucinante sea ver emanar las columnas de humo negro de su escape libre bajo plena aceleración, mientras devora el cuarto de milla en sólamente 7,62 segundos. Es una cifra muy buena para un dragster basado en un vehículo de producción, aunque en homólogos de ciclo Otto las cifras bajarían de los seis segundos. En cualquier caso, algo muy digno de verse.

Fuente: Jalopnik
En Diariomotor: Los inicios del drag racing en imágenes | Drag racing a cámara lenta, la sinfonía mecánica

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