Continuamos con la presentación del nuevo Kia Cee’d que iniciamos ayer. Ya hemos repasado su renovado diseño, su interior y su tecnología, ahora toca hablar del comportamiento del Kia compacto en carretera.
La oferta de motores del Kia Cee’d no es desde luego la más variada del mercado pero contempla lo más popular entre los compactos: motores gasolina y diésel de entre 90 y 135 CV. Además ahora incluye entre sus opciones la caja de cambios secuencial automática de doble embrague. Como analizaré más adelante ninguna de estos motores sirve para lo que entendemos por correr.
Las novedades del Cee’d, el 1.6 GDI gasolina y el cambio de doble embrague DCT
El 1.6 GDI es una de las novedades del nuevo Cee’d tras su paso por otros modelos surcoreanos como el Kia Sportage. Aspira aire sin ayuda pero cuenta con las ventajas de la inyección electrónica directa de gasolina. 135 CV son su respuesta a 6.300 rpm mientras que su par asciende hasta los 165 Nm a casi 5.000 rpm. La segunda novedad mecánica de la gama Cee’d es la nueva caja de cambios de doble embrague que Kia ha tenido a bien denominar DCT.
Kia pone a disposición el equivalente al DSG de Volkswagen o el PowerShift de Ford para un público que con más asiduidad se aleja del cambio manual. Lo malo es que todavía es una opción limitada al nuevo motor. El diésel más potente también puede llevar transmisión automática pero de convertir de par.
Cuando un gasolina atmosférico y una caja de cambios automática son una buena combinación
Me ha sorprendido notablemente el comportamiento del 1.6 gasolina combinado con la caja de cambios DCT, especialmente por un aspecto: el consumo sigue siendo contenido a pesar de que la transmisión sea automática. Conduciendo sin acelerones ni frenadas exigentes el consumo puede rondar los 6 litros, nada mal para un atmosférico “automático”.
Además esta caja de cambios disfruta de la clásica suavidad de cambio entre marchas con la que nos obsequia el doble-embrague. Suavidad y rapidez a pares iguales. Tal suavidad la ofrece el motor GDI puesto que sólo se aprecia su máximo esplendor por encima de las 4.500 rpm aproximadamente, por debajo de ellas es muy manso.
La única forma de jugar con este motor es, o bien pisar a fondo – se siente la existencia de dos posiciones en el acelerador – o bien utilizar con rapidez las levas situadas detrás del volante. No es en definitiva una combinación que deje mucha deportividad al conductor pero este Kia Cee’d no está pensado para ello.
1.4 CRDI de 90 o 1.6 CRDI de 128 CV, ligeramente escaso y correcto respectivamente
Tanto uno como otro serán los motores más elegidos entre los compradores del Kia Cee’d en España, los diésel de media gama. O, en este caso, los dos diésel existentes pues la oferta en gasóleo se limita a ellos. El más básico, el 1.4, es la opción a priori más lógica si uno busca un coche con el que hacer una importante cantidad de kilómetros al año. Empuja bien en las marchas más cortas, no tanto en las largas, y consume, como siempre, sólo un poco más de lo esperado: ligeramente por encima de los 5,5 litros en una conducción relajada.
Por contra el CRDI más grande ofrece una mayor agilidad, palpable desde 1º hasta 4º marcha puesto que quinta y sexta están reservadas para los bajos consumos a velocidad de crucero. Sus consumos rondan en el mundo real entre los 5,5 y los 6,0 litros por cada centena de kilómetros. Reconozco que me ha gustado mucho más que el 1.4 diésel porque en respuesta al acelerador la diferencia es notable.
Suspensión uniforme y un tacto ajustable mediante un solo botón
McPherson en el eje delantero y Multi-Link en el eje trasero, esa es la configuración del nuevo Kia Cee’d (configuración que es muy habitual en los coches actuales). El resultado es un coche que balancea menos en longitud, durante las frenadas y aceleraciones bruscas, y que resulta noble en las curvas pronunciadas. Kia confirma que han re-ajustado algunos parámetros de la dirección pero en esencia mantiene el comportamiento de la anterior versión.
Resulta interesante la opción que se ofrece a partir del acabado Drive que permite ajustar la dureza de la dirección mediante un único botón situado en el volante, permitiendo variar entre “Confort”, “Normal” y “Deportivo”. Las diferencias entre una configuración y otra no son excesivas pero en el modo deportivo se nota una mayor firmeza del volante.
Precios del Cee’d desde 16.790 euros y, ¿nuevos rivales
El nuevo Cee’d arranca su andadura desde los 16.790 euros para la versión de gasolina con menos potencia y el acabado Concept (en la primera parte repasamos todos los equipamientos del Kia Cee’d). Kia aplica un descuento de 3.000 euros con el lanzamiento y a mayores existe un descuento de aproximadamente 800 euros en concesionario.
Kia cee’d 5p 1.4 CVVT Concept – 16.790 euros
Kia cee’d 5p 1.4 CRDi WGT Concept – 17.890 euros
Kia cee’d 5p 1.4 CVVT Drive – 18.290 euros
Kia cee’d 5p 1.4 CRDi WGT Drive – 19.390 euros
Kia cee’d 5p 1.6 GDi Drive – 19.790 euros
Kia cee’d 5p 1.6 CRDi VGT Drive – 20.990 euros
Kia cee’d 5p 1.6 GDi Drive DCT (Pack Comfort) – 22.290 euros
Kia cee’d 5p 1.6 CRDi VGT Emotion EcoDynamics – 23.990 euros
Kia cee’d 5p 1.6 CRDi VGT Emotion Automático (Pack Luxury) – 27.490 euros
Rivales y conclusión
Con el cambio de look podría decirse que ha dado otro paso más para ser competencia directa del exitoso Volkswagen Golf (prueba del Golf 1.2 TSI DSG). Tiene menos nombre, todavía, menos oferta de motores y mucha menor oferta de opcionales pero por lo visto hasta ahora se convierte en un serio contrincante del alemán.
También podríamos incluir al Renault Mégane (prueba del Mégane 1.9 dCI). El francés sin duda tiene la batalla ganada en precios frente al Cee’d aunque en aspectos como el confort en marcha personalmente me decantaría por el coreano.
En definitiva el Kia Cee’d ha evolucionado hacia unos gustos más generales ganando puntos en tecnología y en calidad por el camino. Se le puede reprochar que deja poco lugar a la elección tanto en motores como en equipamiento.
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