La semana pasada se iniciaba la comercialización en España del Peugeot 508 RXH, un vehículo con aspiraciones All Road – camperas – en el envase de una carrocería familiar y con toda la tecnología híbrida diésel de Peugeot-Citroën. Por lo innovador que es su concepto para Peugeot, la tecnología que alberga y el nivel de refinamiento y calidad que se había logrado, no os quepa la menor duda de que se trata de uno de los modelos más interesantes que un servidor ha tenido ocasión de probar recientemente.
Empezaremos por el final, por la conclusión a la que llegué tras una semana al volante del Peugeot 508 RXH que iré argumentando más adelante. Ni su concepción campera es suficiente para tal uso, si bien es cierto que pingües diferencias respecto a un Peugeot 508 SW ayudan, ni su mecánica híbrida es la panacea para ahorrar combustible, pero ambos aspectos y el esmero de Peugeot para hacer de este modelo un producto distinguido y bien equipado, son la excusa perfecta para que el RXH se convierta en un automóvil premium de gama media-alta con todas las letras y todo el merecimiento que ello requiere.
En España se puede conseguir desde 41.500€, amén de 6.000€ en extras opcionales. Pasen y vean qué nos ofrece el Peugeot 508 RXH.
Las diferencias básicas de un Peugeot 508 RXH y un SW
Las diferencias respecto a un Peugeot 508 SW familiar son pocas, pero haberlas haylas. La altura de las suspensiones se ha elevado sin que ello sacrifique en exceso el confort de marcha en carretera, los balanceos están muy bien contenidos y el amortiguador absorbe con efectividad las irregularidades del terreno.
La carrocería y las defensas se han revestido con protecciones de plástico negro en bajos y pasos de rueda que pretenden aportar un extra de seguridad ante el impacto de gravilla o piedras presentes en pistas rotas o sin asfaltar. La iluminación diurna LED se ha incorporado en la posición que habitualmente ocupan los antiniebla en forma de tres filas de LED verticales, como si del zarpazo de un tigre se tratase.
Hay que decir que estas mejoras y el atípico sistema de tracción a las cuatro ruedas de la mecánica Hybrid4, la única existente en toda la gama RXH, aportan confianza al conductor para circular por terrenos sin asfaltar. Pero en definitiva sigue siendo un turismo enfocado a la carretera, como bien demuestra la presencia de neumáticos Michelin Pilot Sport 3 en nuestra unidad de pruebas, en vez de un neumático específico para vehículos de corte todocamino.
¿En qué consiste la mecánica híbrida diésel Hybrid4?
Peugeot pensó que el halo premium de un gran familiar campero sería la base ideal para aprovechar su tecnología Hybrid4, doy fe de ello. No entraremos en más detalle sobre esta tecnología, os remitimos a la prueba paralela de Tecmovia en la que hablamos largo y tendido de la mecánica Hybrid4. En resumidas cuentas se trata de una combinación de motor de combustión diésel de 2.0 litros de 163 CV, asociado a un cambio manual pilotado, y un motor eléctrico de 37 CV. En total 200 CV de potencia conjunta asociados distribuidos inteligentemente a las cuatro ruedas: el motor de combustión sólo trabaja sobre el eje delantero, así como el eléctrico lo hace sobre el posterior.
El resultado es brillante en cuanto a confort, el empuje y la pequeña ayuda que nos proporciona el motor eléctrico en aceleraciones y recuperaciones. Es una buena excusa, repito, para un vehículo de concepción campera y nos servirá para salir de algún que otro apuro, véanse pistas deslizantes o asfalto cubierto de agua o nieve. Aún así no es ni de lejos comparable a cualquier sistema de tracción a las cuatro ruedas conectable o permanente como los que emplean sus rivales. En resumen, sus ventajas se apreciarán sobre todo sobre el asfalto, en condiciones en las que la tracción a las cuatro ruedas no es necesaria pero sí muy útil y recomendable.
Un handicap de esta tecnología es el empleo de un cambio manual pilotado, que no es tan confortable como podría ser un CVT o aún más un doble embrague. En este punto también cabe mencionar que la presencia del motor eléctrico ayuda, y es visiblemente notable, a que las transiciones entre marchas no sean tan bruscas.
El ahorro de combustible no es la ventaja más importante del Hybrid4
Aunque teóricamente el modo de ahorro es el denominado Auto, es recomendable aprovechar la circulación en modo 4WD siempre que la carga de la batería eléctrica lo permita.
Sobre el papel el Peugeot 508 RXH tiene un consumo en ciclo mixto homologado de 4.1 litros/100 kilómetros, realmente bajo para un vehículo de su tamaño y 200 CV de potencia. En la práctica los consumos en carretera no son considerablemente más bajos que los de cualquier otro diésel, dado que no son las condiciones posibles e idóneas para aprovechar la eficiencia de la frenada regenerativa o la conducción en modo eléctrico puro. En nuestra prueba de consumos en carretera, recorriendo alrededor de 120 kilómetros compensados (en llano, recorrido de ida y vuelta), con climatizador conectado y compresor de aire acondicionado, el consumo medio fue de 6.2 litros/100 kilómetros. Lo cual sigue siendo una cifra realmente baja.
La verdadera diferencia la marcaría la conducción en ciudad, dónde es fácil mantenerse en torno a los 6.0 litros/100 kilómetros, en cifras que en definitiva son muy similares a las obtenidas en carretera. También es extremadamente útil el aprovechamiento del modo eléctrico puro para desplazamientos cortos y a baja velocidad. El modo eléctrico o ZEV no estará disponible siempre que lo deseemos, puesto que depende del estado de carga de la batería o del uso que estamos haciendo de los aparatos electrónicos a bordo y el climatizador.
Teóricamente el modo ideal para ahorrar combustible es el denominado Auto, dado que el modo Sport hace que el acelerador tenga un tacto mucho más directo y seamos más indulgentes con nuestro pie derecho y el modo 4WD hace uso, siempre que sea posible, del motor eléctrico. En la práctica el modo 4WD me pareció el ideal para circular por carretera puesto que ofrece una respuesta mucho más directa e instantánea y como pude comprobar sus consumos no se disparaban apenas respecto a los conseguidos en modo Auto.
Calidad premium a bordo del Peugeot 508 RXH
El habitáculo es tan amplio como cabría esperar de un familiar de más de 4.6 metros de longitud. El confort a bordo del Peugeot 508 RXH está a la altura del resto de la gama 508, el familiar y la berlina. Los asientos de semi-cuero de serie ya son muy óptimos y la opción de piel-Alcantara y piel-Nappa opcional, es sencillamente sublime, incluyendo entre otras cosas una función de masaje que viene bastante bien para ayudarnos a relajar la espalda en tediosos y largos trayectos por carretera.
La configuración de altura de la base de los asientos está pensada para mantener un amplio espectro de alturas que se adapte a una conducción típica de turismo y a aquellos que desean un puesto de conducción muy elevado, tanto o más que en cualquier SUV.
Uno de los detalles que más me ha gustado es el techo panorámico de serie en el Peugeot 508 RXH, que confiere al habitáculo una luminosidad excelente. No es practicable, pero su ventaja es la de copar toda la superficie del techo con un acristalamiento transparente. Cuenta con una cortinilla de accionamiento eléctrico para protegernos del sol.
Un pecado inexcusable para un vehículo familiar, en el que debería primar el ámbito práctico, es la carencia de huecos portaobjetos. Bajo el reposabrazos se esconde tan sólo un pequeño receptáculo, al menos en la versión con climatizador de cuatro zonas. La consola central tan sólo alberga un pequeñísimo cajón apto para unas monedas. Se echan en falta más huecos para depositar el teléfono móvil, las llaves, una botella de agua o una lata de refresco.
El maletero es muy cómodo y accesible, la bandeja extensible y la red para separar la carga del habitáculo son muy prácticas. El único problema es que el espacio de carga queda limitado por la presencia de las baterías bajo el suelo del maletero, que está casi a ras de la boca de carga. Los asientos se pueden abatir en dos piezas muy cómodamente gracias a unos tiradores situados en el propio maletero y crear un suelo plano y uniforme.
Opcionalmente podemos instalar un portón de accionamiento eléctrico.
Bien equipado por 41.500€. Un catálogo con extras valorados en 6.000€
El nuevo Peugeot 508 RXH parte en España de los 41.500€, pudiéndose beneficiar de subvenciones de hasta 2.300€. La dotación de elementos de equipamiento de serie es muy completa, aún así hay lugar para algunos extras que pueden elevar su precio en algo más de 6.000€. Cualquier tono de carrocería que no sea blanco blanquise, como el gris thorium de la unidad que probé, tiene un sobrecoste de 577€, y 721€ para el tono especial blanco nacarado. Sólo existen un diseño de llanta posible, denominado Chorus, de 18” y calzando neumáticos 225/55 R18.
La gama es tan sencilla que no existen más opciones que un motor híbrido diésel con 200 CV de potencia conjunta denominado Hybrid4. No existen niveles de acabado y equipamiento. De serie ya equipa asientos de semi-cuero y opcionalmente por 1.600€ de cuero-nappa o cuero-Alcantara calefactados, con ajustes eléctricos (también en zona lumbar), dos memorias, base extensible para acomodar las piernas y con función de masaje para el conductor. El equipo de navegación y un coqueto head-up display proyectado en una pequeña superficie acristalada retráctil que se despliega sobre el cuadro de mandos requieren tan sólo 480€ más.
Podemos añadir alarma antirrobo por 288€, apertura/cierre y arranque sin llaves por 400€, calefacción autónoma programable por 480€, climatizador cuadrizona 432€, apertura motorizada del maletero 576€, faros bi-xenón direccionales, cañones LED, lavafaros y encendido automático de la luz de largo alcance por 769€ o pinzas de freno pintadas de negro por 300€.
Lo mejor del Peugeot 508 RXH
- Tecnología. Innovador motor híbrido diésel
- Dotación de equipamiento de serie
- Acabados y equipamiento premium
A mejorar
- La tracción Hybrid4 no es comparable a un 4×4 permanente o conectable
- Ausencia de una gama de acceso asequible. Sólo una gama muy bien equipada
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