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Camino de Santiago en un Chevrolet Volt (día V). Gasolina, ¿qué es eso?

Nos levantamos para desayunar y decido llamar a Chevrolet por los problemas de carga que hemos tenido durante los últimos días. Natalia, del departamento de prensa, nos comenta que, quizás, el cargador esté roto. Sin embargo, me avisa que el sistema de carga es muy sensible y la carga puede detenerse con facilidad o dar error si se sobrecalienta el cargador, hay fluctuaciones de energía o debido a la instalación eléctrica.

Terminada la llamada y el desayuno me acerco a ver si se ha cargado el Volt (por cierto, según los ingenieros, la batería permite hasta 6000 cargas y descargas). Para mi sorpresa, la puerta de la plaza del garaje está cerrada con llave (ayer, yo la dejé abierta). En la recepción del hotel Posada de Portomarín me dicen que tengo que abonar 7,5 euros por aparcar y haber cargado el vehículo. Les digo que no me parece bien y que ayer no me informaron de ningún coste. Abono los siete euros y decido poner una reclamación. Pues sí que está cara la energía…

Pepe Giménez VílchezCuando llamamos a Chevrolet nos dijeron que la carga puede interrumpirse con facilidad

Después del jaleo y el mar humor inicial, parece que el Chevrolet Volt se ha cargado al 100% y la autonomía disponible es de 60km. Cargamos las maletas atrás y recorremos 30 km hasta llegar a Palas de Rei en modo eléctrico. Tras 30 km con descensos y ascensos, la autonomía restante al llegar al destino es de 20 km, 10 menos de los previstos inicialmente. Esto se ha debido a que la etapa comenzó con un ascenso por el monte de San Antonio, con un desnivel de más de 350 metros, en un bonito paraje entre pinos y prados.

4 modos de conducción y 4 posiciones del cambio automático

Desde el salpicadero el conductor puede elegir cuatro modos de conducción: “normal”, “sport”, “montaña” y “hold/retener”. Las diferencias entre el primero y el segundo se perciben en cuanto al tacto de la dirección y la potencia del motor. La diferencia es similar a usar un coche con motor turbo y otro sin turbo, aumenta la entrega de potencia hasta un 20%. Al seleccionar este modo, la previsión de autonomía eléctrica se reduce a la mitad.

Chevrolet VoltCon “Drive mode” (abajo) seleccionamos el modo de conducción

“Existen cuatro modos de conducción (“normal”, “sport”, “montaña” y “hold/retener”) y cuatro posiciones de la palanca de cambios (“R”, “P”, “D” y “L”)”

El modo “montaña” permite maximizar el “buffer” de la batería antes de alcanzar un puerto de montaña, para disponer de la máxima potencia en el ascenso al puerto. Además, deja de consumir energía eléctrica cuando sea posible. De esta forma, se evitaría una situación de “falta de potencia” (ya nos pasó el tercer día) si el coche se queda sin energía en la batería en mitad del ascenso a un puerto de montaña, puesto que sólo dispondría de los 86 CV del motor de combustión… insuficientes en ocasiones para mover sus casi dos toneladas de peso.

Por otro lado, en el modo “hold/retener” SIEMPRE utiliza gasolina y mantiene almacenada la energía en la batería. Este modo no está disponible cuando no queda energía en las baterías.

Según nos contó Natalia cuando recogimos el vehículo en la sede de Chevrolet España, esta función es útil para no gastar la energía de la batería antes de llegar a unas hipotéticas zonas de centro-ciudad donde existan restricciones de emisiones en un futuro, y por donde sólo puedan circular vehículos eléctricos o que emitan pocos gramos de CO2 por kilómetro. Al llegar a estas zonas tendríamos que activar el modo normal y el Volt volvería a funcionar de forma eléctrica con la energía que se mantuvo almacenada cuando usamos el modo hold.

“Hoy hemos podido recorrer 58 kilómetros en modo eléctrico, de los 60 previstos inicialmente”

La palanca del cambio de marchas presenta cuatro posiciones: “R”, “P”, “D” y “L”. Las tres primeras son las clásicas de marcha atrás, párking y “drive” (para marcha adelante). Se ha sustituido la posición “N” (neutral o punto muerto) por “L”. “L” no significa marcha larga como en los buggies. Con ella, se obtiene una deceleración mayor al soltar el pedal del acelerador, hasta 0.2 g. En la deceleración se obtiene energía que se aprovecha para recargar la batería. En un descenso pronunciado es muy interesante usarla. El tercer día, pudimos recargar la batería y conseguir una autonomía para 30 kilómetros con la combinación de “L” y modo “montaña”. Sin embargo, es bueno acostumbrarse a usar siempre “L” en lugar de “D”.

Decido, alargar el trayecto y salir de la ruta para ver cuántos kilómetros puedo lograr con el modo eléctrico, viajando de forma tranquila y sosegada. Con toda la mañana por delante, he aprovechado para visitar Curbian y Sambreixo. Una bonita carretera campo a través, nos permite disfrutar del paisaje y de la naturaleza en un silencio sepulcral. Al final, cuando se agota la energía hemos podido recorrer 58 kilómetros, de los 60 previstos. Parece que concuerda la previsión teórica con la real. Mañana intentaré hacer una conducción eficiente.

Nuestro alojamiento en Palas de Rei son unas bonitas cabañas de madera. Un sitio al que, desde que llegué, ya estaba pensando en volver en un futuro. Por suerte, nos dan una habitación que está junto al parking, por lo que he podido enchufar el cargador en la habitación, junto a la mesilla de noche, y sacar el cable por la ventana.

Aparcaremos el Volt frente a nuestra cabaña, encima del césped. Me pregunto si vendrán los conserjes del hotel a decir que quitemos el vehículo de ahí… O si saltarán las alarmas del Volt en mitad de la noche porque la carga se interrumpa. Un día más, cruzaré los dedos. ¡Esto es una experiencia!

En Diariomotor: Chevrolet Volt | Camino de Santiago en un Chevrolet Volt

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