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SsangYong Korando G20 GLP a prueba. ¿Por qué merece la pena un SUV con GLP?

Es cierto que el GLP sigue sin calar en los compradores españoles, aunque el interés por este combustible alternativo aumenta y la oferta de automóviles que lo emplean es cada vez mayor. Es por eso que no quisimos desaprovechar la ocasión de probar un nuevo integrante de esta categoría, el SsangYong Korando G20 GLP (GVL) y de paso comprobar si de verdad merece la pena apostar por el GLP y por la opción bi-fuel, puesto que recordemos que este automóvil también puede funcionar con gasolina, en un envase relativamente grande y pesado, como es un todocamino compacto.

Este coche en cuestión está basado en el motor de gasolina G20 de cuatro cilindros del SsangYong Korando, con la salvedad de que este ha sido adaptado para funcionar con GLP con una modificación de origen que ya está disponible en la red de distribución de SsangYong por 1.800 euros adicionales.

Antes de seguir también recomendamos la lectura de nuestra prueba del SsangYong Korando D20T Premium 4×4, nuestros primeros contactos con el Korando G20 y el diésel Korando D20T Automático 4×2 y la comparativa de SUV/crossover de nicho con el Subaru XV.

Diferencias entre un SsangYong Korando GLP y el Bi-Fuel

SsangYong Korando G20 GLP

La adaptación a GLP exige renunciar a la rueda de sustitución, puesto que el depósito de gas licuado se sitúa bajo el suelo del maletero.

Por fuera no encontramos indicio alguno de que estamos ante un SsangYong Korando “especial”, salvo por la placa con la denominación GVL que apreciamos en el portón trasero. Al subirnos a bordo tampoco encontramos ninguna novedad evidente salvo un botón iluminado con cinco LED situado en la consola central junto al tirador del freno de mano.

Para el depósito de gas se ha escogido la posición más idónea, y la única posible en la mayoría de los casos, el espacio de la rueda de sustitución bajo el suelo del maletero. Eso quiere decir que para aprovecharnos de esta opción bi-fuel tendremos que renunciar a la rueda de repuesto y recurrir a un socorrido kit de reparación de pinchazos, suficiente en la mayoría de los casos salvo que desllantemos o se produzca un reventón o daños mayores en una de las ruedas. Si el uso que haremos del todocamino será exigente en campo – todo lo exigente que se puede ser con un todocamino – habría que considerarlo un handicap, puesto que la posibilidad de desllantado será mayor que en el uso habitual de turismo que se hace en muchos casos de este tipo de automóviles.

Aún así el GLP no sería la opción más recomendable para el que de verdad requiera una conducción en campo, para empezar por la sencilla razón de que esta adaptación y el motor de gasolina G20 únicamente están disponibles con tracción delantera 4×2.

El arranque en frío se produce con gasolina, pero incluso en una mañana fría de invierno bastan unos minutos para que el GLP comience a circular.

El funcionamiento del sistema es sencillo y transparente. Coges tu coche por la mañana e inicialmente se produce el arranque en gasolina hasta que el motor alcanza la temperatura de servicio y sin nuestra intervención comienza a funcionar única y exclusivamente con GLP. Incluso en una mañana fría de invierno y con el coche a la intemperie, el proceso requiere de apenas unos minutos. Eso quiere decir que este sistema no está pensado para trayectos diarios de muy pocos kilómetros. Es obvio y tampoco tiene sentido recurrir a un coche bi-fuel para tal uso.

En paradas cortas, en las que el motor aún mantiene su temperatura, apreciamos también como el GLP comienza a circular prácticamente después de haber procedido al arranque del motor. La sonoridad del motor apenas se altera, y los diferentes ruidos que se producen bajo el capó y la transición entre gasolina y GLP, no son muy evidentes salvo que estemos atentos a ello.

Ese será siempre el proceder del sistema, salvo que forcemos el uso de gasolina accionando el conmutador de combustible o que el depósito de gas se haya agotado por completo. Sobra decir, aunque lo veremos a continuación, que el modo óptimo y más rentable siempre será aprovechar al máximo el uso de gas, puesto que es considerablemente más económico que la gasolina.

Llenando el depósito de GLP con algo más de 30 euros

El dato: un depósito de GLP tiene un precio aproximado de algo más de 30 euros. Es el precio de 42 litros de GLP en el momento en que realizamos nuestra prueba.

En nuestro primer paso por la gasolinera el depósito de GLP está completamente vacío y los últimos kilómetros antes de llegar al surtidor hemos tenido que cubrirlos con gasolina. La boca de carga del depósito de gas se encuentra junto a la boca del depósito de gasolina. Procedemos a rellenar sendos depósitos y así asegurarnos de que la prueba de consumos salga según habíamos planeado. Según el surtidor han entrado en el depósito 42 litros del GLP, que siempre son unos pocos menos que la máxima capacidad del depósito a la presión habitual, manteniendo un pequeño margen de seguridad.

Pero lo importante aquí no son los litros, sino los euros. Cuando realicé esta prueba un litro de GLP costaba 0,783 céntimos, con lo cual la factura final ascendió a unos 33 euros. De mantenerse los precios actuales nos tendríamos que acostumbrar a rellenar el depósito con algo más de 30 euros cada vez, sin olvidarnos de que el depósito de gasolina siempre debe tener un margen mínimo de combustible para los arranques y para seguridad en caso de que se nos agote el GLP.

SsangYong Korando G20 GLP

En un recorrido mixto, con un reparto prácticamente equitativo entre autovía y ciudad, logramos una autonomía máxima de 360 kilómetros con GLP.

Para la prueba de consumos, que más que un dato relevante a tener en cuenta a pies juntillas es un análisis del consumo que encontrará el conductor en su uso habitual – dependiente en gran medida de sus hábitos de conducción -, decido que lo mejor es realizar una ruta mixta, con carretera y ciudad. Dado que el SsangYong Korando de gasolina es voluminoso, grande, con cierto peso y una sección frontal que penaliza su aerodinámica, el margen de diferencia existente entre los consumos en carretera a velocidades de autopista y en ciudad se estrecha, especialmente si lo hacemos en una zona con una orografía escarpada. Mi conducción fue relajada y sin emplear técnicas de ahorro avanzadas más allá de las razonables que todo conductor debería llevar a cabo y que incluso ya tendrán influencia en los exámenes de conducir para los aspirantes a obtener el carné.

Cuando el depósito de GLP se agotó por completo había recorrido 360 kilómetros. Eso quiere decir que el consumo de GLP combinado fue de aproximadamente 11,7 litros/100 kilómetros, una cifra que para los que estén acostumbrados a la gasolina y el diésel, parecerá elevada y exagerada. Pero nada más lejos de la realidad. En este caso debemos pensar en coste euros/kilómetro y el resultado final que obtenemos es que con GLP y en este circuito mixto se redujo a 9,13 euros a los 100 kilómetros.

Pensemos que en cualquier todocamino de estas características y motor de gasolina no es nada fácil obtener un coste inferior a los 10 euros a los 100 kilómetros, es más, os adelanto que difícilmente lograréis tal proeza con un SsangYong Korando de gasolina o incluso con un SsangYong Korando D20T de 175 CV.

SsangYong Korando G20 GLP

Cada vez que arranquemos también consumiremos gasolina. Un GLP como este no está pensado para trayectos muy cortos de casa al trabajo en ciudad.

No obstante también habrá que hacer una salvedad, puesto que en esos 360 kilómetros no solo habíamos consumido GLP, sino también algo de gasolina en cada arranque. Al pasar por el surtidor aún entraron otros 5,3 litros de gasolina, que encarecieron la factura final del trayecto en 7,42 euros. El coste real por cada 100 kilómetros ya había superado los 10 euros. En este caso el gasto de gasolina adicional dependería del uso que hagamos y de los arranques en frío que realicemos. Si por ejemplo hubiéramos llenado el depósito para un viaje y tan solo hubiéramos realizado el arranque posterior al repostado, el viaje se hubiera saldado muy probablemente – según ritmo y carga – con un coste inferior a los 9 euros a los 100 kilómetros.

Aquí vemos la razón por la cual el GLP es interesante pero no perfecto. Definitivamente no es una solución para el que realiza trayectos cortos en ciudad y para el viajante es recomendable, pero no la mejor alternativa, con el inconveniente de que para mantener el coste por kilómetro bajo mínimos, dependeremos siempre de pasar por estaciones de servicio con GLP.

Con gasolina el coste se hubiera disparado de dos a cuatro euros a los 100 kilómetros

SsangYong Korando G20 GLP

Dependiendo de la conducción y el uso que hagamos de este Korando, la amortización de la inversión realizada en un coche Bi-Fuel la lograríamos tras apenas 60.000 kilómetros recorridos.

Según nuestras pruebas utilizando únicamente gasolina, sin carga y dentro de los límites legales y a velocidades razonables. A 120 km/h el consumo en carretera hubiera ascendido a unos 7 litros altos (cerca de 8) a los 100 kilómetros y en la urbe lo habitual es estar en torno a 8 litros altos a los 100 kilómetros. En cualquier caso el coste a los 100 kilómetros hubiera sido superior a los 11 euros y dependiendo del uso llegar hasta 14 euros o más, según el precio del combustible. En nuestro caso repostamos a 1,4 euros el litro de gasolina.

Aunque en este caso al no haber podido replicar los mismos recorridos con dos coches, uno con GLP y otro de gasolina, es difícil estimar el ahorro real, es evidente que el GLP es considerablemente más económico que la gasolina. Si el ahorro medio en carretera y ciudad está en torno a unos 3 euros a los 100 kilómetros, nos bastarían 60.000 kilómetros de carretera para amortizar la elección del GLP. Con lo cual concluyo, no solo el GP es una opción viable sino la alternativa más recomendable al SsangYong Korando G20 de gasolina.

¿En qué escenario recomendamos el GLP frente al diésel?

El GLP siempre será el combustible ideal para cualquiera que no recorra muchos kilómetros en carretera, por fiabilidad y por suavidad. Para todo lo demás, gasóleo.

Y la razón por la cual el GLP no siempre es la mejor opción, especialmente si recorremos muchos kilómetros, es tan sencilla como la presencia en la gama de un diésel mucho más ahorrador, el D20T ECO de 149 CV. El motor de gasóleo por su empuje en bajas y la sobrealimentación de la cual carece el bloque de gasolina, es mucho más aprovechable para cualquier uso y teniendo en cuenta las promociones actuales será la alternativa más recomendable siempre y cuando queramos recorrer muchos kilómetros.

Como ya pudimos comprobar anteriormente no hace falta recorrer tantos kilómetros para amortizar la inversión de 1.800 euros en la adaptación a GLP. Y la razón por la cual sí recomendaría esta opción frente al diésel es cualquier uso para el cual el gasóleo – al contrario de la altísima demanda que tiene este combustible en España – no es la mejor opción. Por suavidad y fiabilidad probablemente será la mejor alternativa para aquellos que no hagan un alto kilometraje en carretera y es precisamente en este escenario, urbano y rural, en el que el GLP siempre tendrá las de ganar.

SsangYong Korando G20 GLP

En Diariomotor: SsangYong Korando D20T Premium 4×4, a prueba | SsangYong Korando G20, con motor de gasolina y 149 CV | Subaru XV contra SsangYong Korando, comparativa de SUV/crossover de nicho

Vídeo destacado del SsangYong Korando

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