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Fiat Multipla, fealdad, vigorexia y la naturaleza humana

El Fiat Multipla era (y es) un gran coche. Soy consciente de que pocos lectores estarán de acuerdo y supongo que más de uno pensará que se trata de una broma, pero no es así. Siempre me ha parecido un coche excelente y me gustaría ejemplificar con él algunos valores, si es que se pueden llamar así, que creo que se han perdido en favor de otras características más superficiales en muchos coches modernos.

Su parecido con el Papamóvil, fruto de su gran superficie acristalada y su forma general de cubo, es el reflejo exterior de sus vistas panorámicas

Mi tesis se basa en la función sobre la forma, y en la idea de que un coche familiar tiene que ser, antes que nada, un medio de transporte cómodo y práctico. Precisamente ahora que el mercado apunta cada vez más a vendernos un coche que nos siente bien cuando lo llevamos puesto, creo que es el momento de volver la mirada hacia un tipo de coche que siempre ha estado más o menos condenado a la marginación.

Estoy hablando de coches cuyo único delito es ser feos, un delito que parece no tener perdón en la actualidad. Pero vayamos por partes.

Fiat Multipla

Un análisis rápido del Fiat Multipla nos revela un familiar amplísimo, con 6 plazas reales en disposición 3 + 3 y un maletero de 430 litros (con asientos y bandeja trasera en su sitio), todo ello empaquetado en 4.089 mm de longitud, la dimensión más crítica para aparcar en la calle. Sus 1.871 mm de anchura y sus 1.695 mm de altura eran el secreto de su inmensidad interior.

Lo más importante era la forma de distribución interior de 3 + 3 plazas, después imitada por el Honda FR-V

El Multipla era un coche innovador, o más bien rompedor, con una estética rabiosamente original y un formato que no se parecía a nada (“espera a ver el frontal”, decía una pegatina en la luneta posterior en algunos países). Bueno, en realidad se parecía al Papamóvil, apodo por el que fue conocido por muchos. El cuadro central, la palanca en el salpicadero para liberar espacio… incluso su forma de fabricación era innovadora.

Con todo, lo más importante era la forma de distribución interior de 3 + 3 plazas, después imitada por el Honda FR-V. Esta forma de añadir una plaza adicional es en mi opinión una mejor solución que los 7 plazas que finalmente se han impuesto en el mercado, por varios motivos.

Fiat Multipla

Un coche “enorme” cuya longitud final es muy inferior a la de un Volkswagen Golf

Para empezar esa plaza es real y accesible, no reservada a niños y está situada entre los dos ejes y no en la zona de deformación trasera, peligrosamente cerca de la defensa y la luneta posterior. Es una plaza permanente que no merma el maletero hasta anularlo y además nos permite un coche “enorme” cuya longitud final es muy inferior a la de un Volkswagen Golf, un dato importante a la hora de aparcar.

Con respecto al parecido con el Papamóvil, sin duda fruto de su gran superficie acristalada y su forma general de cubo, en realidad es el reflejo exterior de sus vistas panorámicas. De hecho, si habéis viajado alguna vez en uno os habréis dado cuenta de que el codo va apoyado en la base de la ventanilla y el cristal nos llega casi al nivel de la cintura. La sensación de viajar en un Multipla es única por esta razón y casi todos los demás coches parecen claustrofóbicos en comparación.

Fiat Multipla

Hoy en día las ventanillas se hacen ridículamente pequeñas para que los coches parezcan por fuera más robustos, más musculosos

Hoy en día las ventanillas se hacen ridículamente pequeñas para que los coches parezcan por fuera más robustos, más musculosos, y nos compramos todoterrenos falsos por la falsa sensación de fortaleza y aventura que proporcionan. Incluso a mí me gustan los SUV cada vez más ¿qué me pasa, doctor?

Su visibilidad es mejorable, su amplitud limitada, su tamaño excesivo para lo que pueden transportar, pero nos sientan bien, nos gusta que nos vean dentro de ellos porque están de moda. Son coches vigoréxicos, musculados sin sentido práctico, como demuestran las ventas mayoritarias en versión 4×2. La altura total, que juega en nuestra contra en todos los aspectos dinámicos, no se traduce en espacio interior sino en un puro adorno.

Un decorado de cartón-piedra en el que hay pintado un cielo azul, y montañas a las que jamás viajaremos.

Fiat Multipla

Ese cubo de cristal, alto y ancho, se traduce en dividendos para la visibilidad y en espacio interior

Justo lo contrario que el amplísimo habitáculo de un Multipla, en el que ese cubo de cristal alto y ancho se traduce en dividendos para la visibilidad y en espacio interior, su razón de ser. El Multipla es el triunfo de la función sobre la forma, o más bien su derrota, puesto que fue discretamente retirado del mercado sin descendientes directos (el Fiat 500L viene de otra línea genética, creo que eso es evidente).

De hecho, este Fiat fue siempre un coche exótico y especial, hasta el punto de que sus propietarios se saludaban poniendo las luces al cruzarse con otro en la carretera, formando una especie de comunidad al estilo de los moteros de mono y botas, que sacan el brazo en señal de reconocimiento mutuo sobre el asfalto, ¿no es genial?

Fiat Multipla

En definitiva y llegados a este punto en la historia del automóvil, muerto el Multipla y muerto su imitador el Honda FR-V, me pregunto por los criterios y los valores que conducen la compra de un automóvil.

Centrados en la apariencia por encima de la utilidad, esos valores parecen ser un reflejo de la emocionalidad e irracionalidad que impregna todos nuestros actos (reconozcámoslo o no) incluyendo la compra de coche.

Un reflejo, en fin, de la naturaleza humana.

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