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Érase una vez un concesionario de clásicos europeos abandonado en Japón

Ha vuelto a pasar, como nos temíamos. Impresionantes imágenes las que nos llegan desde Japón: según recogen nuestros compañeros holandeses de autoblog.nl, hay una gigantesca colección de clásicos europeos cogiendo polvo en un concesionario abandonado en Japón. Una de esas escenas a partes iguales dantescas y alucinantes, que nos hacen preguntarnos el porqué de semejante crueldad contra los aficionados al automóvil. El «lugar del crimen» está en la prefectura de Gifu, al sur de Tokyo, muy cerca de la ciudad de Nagoya. Maserati, DeTomaso, Alfa Romeo… incluso un Fórmula Indy en el que tanto Senna como Fittipaldi corrieron. Ninguno se salva.

Las imágenes del dolor

Proauto se alza en una anónima carretera japonesa como un monumento silencioso al dolor. En este edificio de dos plantas se acumulan clásicos de todas las épocas, con un origen europeo como denominador común. Oh, un momento, ¿es eso un Corvette de primera generación? No, no he dicho nada. El edificio parece haber sido un concesionario de compraventa de clásicos, y en algún momento algo falló de manera grave. Es extraño ver un edificio lleno de una mercancía tan valiosa en un estado tan avanzado de abandono, lo que me hace sospechar un fallecimiento o algún tipo de actividad criminal. En cualquier de los casos, se ve que lleva abandonado años, y no precisamente pocos.

Sí, es un Fórmula Indy de Honda que fue conducido por el mismísimo Senna. Y está cogiendo polvo desde hace años…

Lo curiosa de esta imagen no es el Lotus Europa abandonado o el Mini clásico, es una Renault Express con motor diésel. Un coche que ni siquiera se vendió en Japón y que nadie en su sano juicio considerará un clásico. No hasta dentro de al menos 20 años, y con muchos matices.

El pobre Isetta no tiene parte de su cuerpo, mientras un Mini en versión furgoneta le mira con cara de tristeza.

Tranquilos, el Bugatti es una réplica de poca calidad, pero el Alpine A110 no lo es y por una unidad en buen estado se paga mucho dinero por estos lares. Es triste ver de esta manera a una gloriosa máquina de rallyes…

Un exclusivo Abarth 750 GT – con carrozado de Zagato – descansa entre el polvo. El único consuelo que me queda es que al menos no sufre las inclemencias del riguroso clima japonés.

El Maserati Merak es uno de los Maserati más olvidados de la historia, con un motor V6 bajo el capó y una reputación de muy baja fiabilidad. Pero era un coche precioso y no se merece terminar su vida de esta manera…

Un Alfa Romeo de los años 60 – un Giulia GT para ser más concretos – se encuentra junto a otros clásicos en una explanada frente al edificio de Proauto. Un 2CV y un curioso microcoche Messerschmitt completan esta escena dantesca.

¿Quieres hacer el tour de los horrores por tí mismo? Entra en este enlace de Google Street View. Vosotros mismos…

Fuente: ab.nl
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