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Descubre la revolución de los 48 voltios en estas 4 claves

Pongámonos en situación. Abres el capó de tu nuevo coche y ¡sorpresa! aquella vieja batería de 12 voltios es cosa del pasado. Entre tanta tecnología e innovación que aparecen ahora en la hoja de especificaciones se ha colado una larga lista de consumidores eléctricos que se nutren de una nueva instalación eléctrica que trabaja a 48 voltios, cuatro veces más que cualquier coche «normal». La electrificación no ha hecho más que empezar, y estas son las cuatro claves para entender esta revolución del motor de combustión interna.

1. Los 12 voltios son cosa del pasado

En los próximos años veremos la convivencia de los sistemas de 12 y 48 voltios, pero el primero está condenado a desaparecer

Hasta el día de hoy hemos conseguido sobrevivir con instalaciones de 12 voltios, un estándar que ha buscado siempre ofrecer garantías en tanto a los riesgos por electrocución y posibles fallos eléctricos. El problema es que este estándar lleva con nosotros demasiado tiempo, y ahora la potencia que se demanda por parte de los consumidores es cada vez mayor, no porque se consuma más por unidad, sino porque cada vez hay más elementos que recurren al suministro eléctrico como fuente de energía.

Cada módulo requiere de diferentes intensidades para una misma diferencia de potencial (5 o 12 voltios), pero la tendencia del mercado es apostar por elementos electrificados para sustituir el accionamiento mecánico. Esto obliga a recurrir a instalaciones con mayores secciones de cable para soportar el mayor consumo, añadiendo peso, complejidad e incrementando costes.

2. Los microhíbridos se apoderan del mercado

El consumo eléctrico no hace más que subir, por lo que era necesario buscar nuevas y mejores arquitecturas

Aunque no es nueva la idea de pasar a una instalación con mayor tensión, ha habido intentos de integrar instalaciones de 24 voltios, la realidad es que es muy difícil reconvertir a toda una industria diseñada en torno a unas reglas básicas. Sin embargo, ahora que el downsizing llama a la puerta de todos los fabricantes y ven como cualquier subsistema recurre al suministro eléctrico, se hace obligado pensar en una instalación capaz de soportar el elevado consumo sin grandes pérdidas energéticas e instalaciones sobredimensionadas.

Para entender las necesidades de los microhíbridos tan sólo tenemos que fijarnos en la fórmula P=V*I. Si hasta el momento la potencia demandada sólo se ha visto incrementada gracias al aumento de la intensidad, es fácil adivinar que ha llegado el momento de equilibrar la fórmula incrementado la tensión de trabajo. Además, el proceso de electrificación de los automóviles tiene un único sentido, seguir creciendo, por lo que el paso hacia los 48 voltios es solo el principio.

3. ¿Qué más se electrificará en mi coche?

La llegada de los turbos eléctricos será la verdadera revolución del motor de combustión interna

Con las instalaciones de 12 voltios se ha podido soportar la llegada de bombas de agua y aceite eléctricas, sistemas de iluminación avanzados, equipos multimedia imposibles, sistemas de recuperación de energía, Start/Stop… pero ante nosotros se presenta el gran avance del compresor eléctrico o los turbos mecatrónicos. La última gran revolución del motor de combustión interna estará en la adición de sistemas de sobrealimentación eléctrica, un elemento que ya no permite el uso de instalaciones tradicionales, pues hablamos de un gran consumidor eléctrico.

4. El motor de combustión interna será más y más secundario

Junto al desembarco de los sistemas de sobrealimentación eléctrica se pretende introducir un nuevo sistema Start/Stop, una evolución que busca poder circular con el motor tradicional apagado el máximo tiempo posible. Lo creáis o no, el objetivo de este nuevo sistema es poder garantizar el encendido y apagado del motor en milésismas de segundo, propiciando que sea el propio vehículo el encargado de escoger cuándo y cómo circular. Sólo en situaciones de media y alta carga, el motor tradicional permanecerá encendido, sacando el máximo provecho de la orografía del terreno para desconectar motor y transmisión y circular a vela con el motor apagado.

Al mismo tiempo, este tipo de sistemas también están siendo pensados para incorporar un pequeño generador/propulsor capaz de asistir al motor principal ante mínimas exigencias de carga. Poco a poco el motor de combustión interna irá perdiendo su papel protagonista, dejando al propulsor eléctrico ganar terreno con cada nueva mejora que se produce en tanto a baterías y electrónica de potencia.

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