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Los museos que no te dará pereza visitar este verano

Estás de viaje con la familia y los niños, y para colmo la suegra se ha apuntado al viaje. Mientras los querubines se lanzan comida e insultos a partes iguales, tu mujer y tu suegra se han conspirado para echarte la culpa de lo lejos del centro que está el hotel que has encontrado en Internet, que parecía un chollo pero no lo era tanto. Y hoy toca visitar un museo de arte medieval. No tengo nada en contra del arte, pero tú y yo sabemos que el arte también puede tener cuatro ruedas y quemar grandes dosis de gasolina.

Tú y yo sabemos bien que el arte también puede tener cuatro ruedas y quemar grandes dosis de gasolina.

Muchos no comparten esta sana afición – que incluso consideran vicio – pero por fortuna, estás en el espacio adecuado. Hoy nos vamos de viaje, pero a este viaje no viene tu familia, quizá vas sólo o con algún amigo tan quemadillo como tú. Porque nos vamos de ruta por los mejores museos de automóviles del mundo, mecas, templos de peregrinación para los amantes de la marca y lugares de visita obligada si por casualidad estás en la zona. Cualquier viaje puede ser una excusa para visitar estos recintos de felicidad.

Vehículos únicos de valor incalculable ordenados, limpios y encerados, sólo para el disfrute de tus ojos. Es más, algunos merecen un viaje en exclusiva o una escapada de fin de semana en una aerolínea barata. Te recomendamos que factures varios baberos, porque si eres como nosotros puedes dejar el suelo muy resbaladizo. Y claro, alguien puede resbalar y romperse un brazo. Sabemos que tu presupuesto es limitado, pero un excelente capricho de fin de semana y la primera parada obligada en tu viaje debería ser Alemania.

Cuna del motor y sede de marcas como Audi, Mercedes, BMW o Porsche. Hay vuelos baratos desde Barcelona a Stuttgart, y es sencillo volar desde Madrid a Munich. La ruta idea es aterrizar en Stuttgart, e ir directo a visitar el Porsche Museum. Ubicado en pleno centro de Zuffenhausen, esta maravillosa estructura vanguardista estrenada en 2009 alberga una impresionante colección de vehículos Porsche, que van desde el Lohner-Porsche híbrido del siglo XIX al último 911 GT3 R de competición.

Todos los vehículos de calle relevantes en la historia de Porsche están representados, con una fantástica colección de misiles de competición y héroes de Le Mans. Tiene exposiciones temporales muy interesantes. Puedes hacer un tour guiado de la fábrica aledaña de Porsche o puedes conducir hasta el Mercedes Museum, a apenas unos kilómetros. De nuevo, un recorrido histórico por la historia del fabricante que inventó el automóvil, desde el triciclo motorizado de Daimler hasta el último lanzamiento de la marca.

El recorrido de museos de automóviles alemanes es una verdadera peregrinación que todo aficionado debería hacer.

En disposición circular, iremos bajando desde el último piso a la planta baja, mientras nos deleitamos con los “alas de gaviota” originales, prototipos que nunca fueron producidos, coches de carreras de todas las épocas – las famosas flechas plateadas – e incluso una pequeña colección de vehículos industriales. Ahora es cuando bajas al garaje del museo y con tu coche de alquiler viajas a Munich, a unos cientos de kilómetros. Pero viajar por una Autobahn sin límite de velocidad siempre es más agradable.

Y es en Munich donde se encuentra el BMW Museum, donde encontrarás más de lo mismo: coches. En esta ocasión no es algo en absoluto malo: héroes del DTM, motos e incluso motores de avión te acompañarán mientras descubres la historia de la Bayerische Motoren Werke. Una marca que genera hordas de adeptos, con una excelente representación de los Motorsport. Quizá sea el lugar ideal para ver un exclusivo y valioso BMW M1, coche que quizá jamás llegues a ver en las calles y que fue el padre de todos los M posteriores.

Si una cerveza bávara y unas bratwurst no son el colofón final a un viaje ideal con mucho sabor germano, no sé qué lo puede ser. Puede que no tengas alma si piensas lo contrario. Sin salir de Alemania también es posible visitar al museo de Audi en el Audi Forum de Ingolstadt o la ciudad del automóvil de Volkswagen en Wolfsburgo. Personalmente, si el tiempo y el presupuesto son limitados, me quedaría en Stuttgart. Un plan de fin de semana te permitirá visitar los que a nuestro juicio son dos de los mejores museos del mundo.

¿Harto del calor y del verano en la playa? Qué mejor que una excursión al frío norte, concretamente a Suecia. ¿Por qué? Para visitar los museos de Saab y de Volvo, los dos fabricantes suecos por excelencia. Aunque Saab haya desaparecido recientemente, su legado histórico no lo ha hecho y no se debe pasar por alto, en un museo regentado por aficionados y soportado por los fondos restantes de la quiebra. A pocos kilómetros del museo Saab en Tröllhattan – ¿existe algún nombre más sueco? – está Goteburgo, sede de Volvo y lugar de visita imprescindible para los fans de esta marca minoritaria.

La ciudad del automóvil de Mulhouse es una gema desconocida con posiblemente la mayor colección de Bugatti en existencia.

Marcas pequeñas y peculiares pero muy queridas y de gran importancia en la historia del automóvil. De Suecia saltamos a nuestra vecina y cercana Francia, donde se encuentra un museo muy injustamente desconocido. Nos vamos a un espacio multimarca en la confluencia de las fronteras de Francia, Suiza y Alemania. La Ciudad del Automóvil de Mulhouse es el museo de coches más grande del mundo, con una colección de más de 500 vehículos ordenados por épocas, con algunos pertenecientes a la década de 1870.

El foco en las marcas francesas es claro, y actualmente el museo alberga la que posiblemente es la mayor y mejor colección de Bugatti del mundo, junto a hordas de peculiares Peugeot, Citroën o Renault. En cualquier caso, merece mucho la pena. La historia del automóvil tampoco puede entenderse sin Estados Unidos, que además de ser uno de los países del mundo más dependientes del automóvil, es uno de los más apasionados. Raro es el domingo en el que viejos muscle cars y clásicos europeos no rugen por las calles del país.

En el Mullin Museum de California el coche se trata como una obra de arte, con espectaculares máquinas de preguerra en estado inmaculado.

El roadtrip americano definitivo es la Ruta 66, pero nuestra ruta tiene dos paradas solamente: Bowling Green en Kentucky es la primera. Ahí se fabrica el Corvette desde mediados de los años 50, y ahí está una deliciosa colección con los ejemplares más emblemáticos del deportivo americano por excelencia. Aunque un derrumbamiento se tragó a varios vehículos hace un año, el ave fénix ha renacido de sus cenizas y sigue siendo visitable. La segunda parada es el recientemente inaugurado Mullin Museum en California.

Un museo donde el automóvil es considerado como arte, y donde la propia directiva del museo habla de sus vehículos como quién habla del David de Miguel Ángel. El museo se enfoca a vehículos anteriores a la Segunda Guerra Mundial, época dorada del diseño automovilístico. La estrella de su colección es un Bugatti Type 57 Atlantic, cuya compra ha sido una de las transacciones recientes más caras – al menos de dominio público – de la historia del automóvil: unos 40 millones de dólares.

Hay cientos de museos de coches en todo el mundo, algunos verdaderamente peculiares.

La tierra del sol naciente – el imperio nipón – puede ser otro destino interesante para el amante del automóvil, siempre que pueda financiar un viaje largo y caro. El museo Megaweb de Toyota o el de la planta de Oppama de Nissan bien merecen la pena, aunque están muy enfocados a un público japonés y puede que entender los carteles y murales no sea posible. Aprovechando la coyuntura, no dudaría en visitar una reunión nocturna de “tuneros” japoneses, que se reúnen en grandes parkings entre autopistas para mostrar sus creaciones, a cada cual más descabellada. Una experiencia auténtica en cualquiera de los casos.

¿Hemos recogido todos los museos del automóvil del mundo? En absoluto, sólo hemos rascado la superficie. Sólo en Estados Unidos o Alemania hay cientos de museos, algunos dedicados a marcas ignotas. Circuitos como Donington guardan tesoros históricos de la Fórmula 1 y a veces hay joyas en museos de la técnica o museos locales. En algunas ocasiones, fabricantes – como es el caso de Ferrari – convierten toda una ciudad en una atracción turística per se, y marcas como SEAT guardan bajo llave sus vehículos históricos esperando el momento adecuado para revelar al público las joyas de la corona.

De una cosa estamos seguros, no te quejarás ni te harás el perezoso en estos museos, parques temáticos para cualquier amante del automóvil. Lo que no podemos garantizar el entusiasmo de tu familia.

Este artículo ha aparecido originalmente en la revista Curved, número 2. Curved está disponible en el Quiosco de iTunes o en el Play Store de Android, junto a otras doce revistas creadas por Mediazines.

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