En esta vida no todo es potencia. Es preferible ahorrar kilogramos, que incrementar la potencia, especialmente cuando de lo que se trata es de enfrentarte a una vuelta rápida en circuito. De quitar kilogramos, y no aumentar la potencia, Lotus sabe un rato. Pero sucede que este Lotus no solo es ligero, sino que además es potente, muy potente. De hecho es el Lotus de calle más potente de la historia. Entenderéis por lo tanto que ver al Lotus 3-Eleven rodando en el Infierno Verde, en Nürburgring, tuviera mucho morbo. Y el resultado ya es oficial: el Lotus 3-Eleven ha marcado 7 minutos y 6 segundos en su mejor vuelta rápida a Nürburgring. En otras palabras. Es más rápido que un Nissan GT-R NISMO de 600 CV, y otros muchos deportivos más potentes, y solo se ha visto superado por algún que otro superdeportivo con apellido ilustre, como Aventador SV y 918 Spyder.
Para ser justos, también hay que reconocer que este Lotus 3-Eleven solo tiene de calle su homologación. Es un deportivo que ha sido creado por y para los circuitos. Una bestia de tandas. Pesa unos 900 kilogramos y desarrolla 450 CV de potencia de la mano de un motor V6 de Toyota sobrealimentado por compresor. Cuenta incluso con un cambio secuencial Xtrac, una carrocería ensamblada en un material compuesto que según Lotus es un 40% más ligero que la fibra de vidrio, un monocasco de aluminio y carece de techo, así como de cualquier equipamiento de confort. Equipamiento que por otra parte es superfluo en un coche que no solo está pensado para correr, sino también para ser el más rápido.
Su vuelta rápida de 7 minutos y 6 segundos se ha obtenido en la misma configuración, de circuito completo, que suele utilizarse para este tipo de retos, la original utilizada durante tantos años por la revista Sport Auto. Hablando de su récord, y de su puesta a punto, Lotus nos comenta que estuvo durante dos semanas rodando en Nürburgring. Dos semanas durante las cuales compartieron pista con otros coches. El circuito no fue reservado única y exclusivamente para que Lotus batiera su récord. Es entonces cuando nos percatamos de que este récord tiene truco, aunque a mi juicio sigue sin restarle méritos.
Lotus asegura que sus tiempos en pista fueron inferiores a los que inicialmente habían estimado en simulaciones informáticas. El problema es que no existió una vuelta rápida en 7 minutos y 6 segundos, como tal. Y eso quiere decir que no veremos un vídeo completo con su vuelta rápida. Esos 7 minutos y 6 segundos se han obtenido dividiendo el circuito en sectores y combinando los mejores tiempos, tomados con los sistemas de medición bien calibrados, en cada sector. Entendemos que, con la congestión de Nürburgring en esos días dedicados a la industria, y la velocidad de este Lotus, tuvo que ser prácticamente imposible dar una vuelta rápida de récord completamente limpia, sin tráfico. De ahí que finalmente ofrezcan de referencia este tiempo.
A mí no me parece que ese truco – llamémoslo así – reste méritos a esta máquina. Un auténtico matagigantes, capaz de «pasarse por la piedra» a superdeportivos mucho más potentes, caros y sofisticados. Es más, según Lotus creen firmemente que este coche podría bajar de los 7 minutos. Palabras mayores…
Fuente: Lotus
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