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El decálogo de las rotondas: 10 normas para conducir correctamente en glorietas, ¿lo estás haciendo bien?

Las rotondas se han convertido en el escaparate favorito de las esculturas de nuestras ciudades, fuentes, y otros elementos ornamentales que dan una nota de color a las urbes. Pero las rotondas siguen siendo uno de los puntos más conflictivos para los conductores, escenario habitual de choques de chapa y pintura, e incluso acaloradas discusiones bocina en mano. Lo curioso es que las rotondas se diseñaron precisamente para evitar estos escenarios, para regular con eficiencia y seguridad el tráfico en las intersecciones. Y aún más curioso el hecho de que todos pensemos que sabemos tomar correctamente las rotondas, pero en la práctica sea fácil percatarnos de que no es así. De ahí que hayamos preparado este decálogo, 10 normas para conducir correctamente en rotondas, siguiendo exactamente la normativa de la Dirección General de Tráfico. 10 normas que te pueden evitar una multa, una discusión con otro conductor o, en el peor de los casos, un accidente.

Aunque por norma general la prioridad sea de los vehículos que se encuentran en el interior de una glorieta, sé muy cuidadoso y presta mucha atención a la señalización vertical y horizontal, que en ocasiones puede hacer que en el interior de la misma los vehículos deban ceder el paso a los que acceden a la intersección.

1. La prioridad es siempre del vehículo que se encuentra en la rotonda. Es decir, al llegar a una glorieta, hemos de ceder el paso a los vehículos que se encuentran en su interior. Hemos de ser especialmente cuidadosos de la señalización, puesto que es relativamente común encontrarse en algunas ciudades con escenarios en los que los vehículos que se encuentran en su interior han de ceder el paso a los que se incorporan a ella, ya sea mediante un semáforo o mediante una señal de ceda el paso.

2. Imagina a una rotonda como una autovía de dos o más carriles en forma de circunferencia. Con esa visión quizás sea más sencillo entender aspectos tan importantes como el de no circular por el carril izquierdo, el interior de la rotonda, si queremos tomar la siguiente salida.

Jamás debes acortar la trayectoria, y tomar una salida desde el carril interior. Ni tan siquiera cuando la rotonda está vacía.

3. Al incorporarnos a un carril, la prioridad es siempre del vehículo que se encuentra en ese carril. Parece de perogrullo, ¿no crees? Pero resulta importante tenerlo en cuenta y asegurarnos de que conducimos correctamente por nuestro carril, y no invadimos otros carriles.

4. Jamás debes tomar una salida desde el carril interior. Es una norma muy básica, pero probablemente también una de las que se incumple con mayor frecuencia. Por lo mismo que comentábamos anteriormente, por el hecho de que una rotonda pueda entenderse como una proyección de una vía con varios carriles, jamás entenderíamos que para tomar la siguiente salida circulásemos por el carril izquierdo. Siempre debemos salir de la rotonda desde el carril exterior. Si no pudiéramos incorporarnos a este carril para tomar la salida, hemos de dar una vuelta completa a la rotonda para anticiparnos mejor, y tomar el carril exterior con seguridad antes de tomar la salida que hemos escogido.

5. Como norma general debes circular por el carril exterior. Probablemente sea el aspecto que más debates genera, la elección del carril por el que debemos circular. Tráfico dice explícitamente que como norma general hemos de utilizar el carril exterior, lo que a priori redunda en cruzar menos carriles, y en una maniobra más segura.

El carril interior no debe utilizarse, como norma general, para girar a la izquierda o tomar la última salida. Pero sí podemos utilizarlo si las condiciones del tráfico lo aconsejan. Lo importante es que tengamos en cuenta esa gran diferencia entre los verbos deber y poder.

6. NO es cierto que tengas que utilizar el carril interior para girar a la izquierda o tomar la última salida. La DGT hace especial hincapié en este aspecto, ante la cantidad de conductores que aún siguen considerando, prácticamente como un dogma de fe, que el carril izquierdo ha de utilizarse siempre para girar a la izquierda o tomar la última salida, incluso cuando la glorieta está vacía. No es cierto, precisamente por lo comentado en el punto 5.

7. NO es cierto que no puedas utilizar el carril interior. Si como norma general debemos utilizar el carril exterior, ¿para qué demonios existe un carril interior? Evidentemente está permitido el uso del carril interior, pero solo cuando las circunstancias del tráfico lo aconsejen. Tráfico apunta a dos escenarios en los que es recomendable su uso, por ejemplo cuando el carril exterior está muy congestionado por retenciones en una de las salidas, o cuando queramos tomar la última salida, y sea aconsejable utilizarlo para facilitar la circulación de coches por el carril exterior, que han de tomar las salidas anteriores. Pero evidentemente hemos de ser muy cuidadosos y respetar la prioridad de otros conductores (punto 3) y no cruzarnos desde el carril interior para tomar una salida (punto 4).

8. Facilita la maniobra a vehículos de gran tonelaje. Los camiones, y vehículos de grandes dimensiones, han de señalizar con el intermitente izquierdo su desplazamiento, si por su tamaño, y para evitar subir a un bordillo, necesitan ocupar parcial o totalmente el carril interior de la rotonda. En cualquier caso, los conductores de turismos debemos ser conscientes de que estos vehículos pueden requerir mayor espacio para realizar esta maniobra, algo muy importante en las ciudades, con la presencia de autobuses, y en ocasiones autobuses articulados realmente largos. Estos vehículos deben respetar las normas de prioridad de paso, pero siendo conscientes de la peculiaridad de su conducción podemos evitar accidentes.

Piensa en un pelotón de ciclistas como en un único coche. Una vez ha entrado el primer ciclista en la glorieta, se considera que todo el pelotón se encuentra en ella, y por lo tanto goza de la prioridad de paso. Facilita las maniobras a autobuses y vehículos de gran tonelaje, que por sus dimensiones pueden ocupar más de un carril.

9. ¿Sabías que los ciclistas en grupo se consideran como una unidad? Eso significa que la prioridad de un grupo de ciclistas la marca el primero del pelotón. Imagina que ese pelotón no está formado por X vehículos, sino que en su conjunto fuera un único vehículo, cuyo frontal es el primer ciclista, y cuya trasera es el último. De esta forma, el momento en el que el primer ciclista del pelotón entra en la rotonda, se considera que todos ellos han entrado en la rotonda.

10. Señaliza todas las maniobras. De nuevo hablamos de una norma de perogrullo, la de señalizar nuestras maniobras, pero especialmente crítica por la cantidad de maniobras posibles existentes al llegar a una rotonda. No señalizar correctamente una maniobra puede marcar la diferencia entre realizar una maniobra correctamente, o sufrir una colisión. Según Tráfico, además de la señalización de los cambios de carril, hemos de utilizar el intermitente derecho cuando vayamos a abandonar la glorieta, no antes de haber superado el eje longitudinal de la anterior salida, para evitar que se malinterprete nuestra acción.

Al hilo de la señalización de las maniobras, también es importante recordar que utilizar el intermitente izquierdo para tomar una salida de la izquierda, la última salida, o circular por el interior de la glorieta, no es correcto y Tráfico recuerda que no debemos hacerlo. El intermitente izquierdo solo lo debemos utilizar para señalizar cambios de carril.

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