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Estos 8 motores diésel son los reyes de la potencia específica: van más allá de los 100 CV/litro

Ayer mismo concluíamos la prueba del Volkswagen Passat 2.0 TDI BiT de 240 CV de potencia. Su propulsor de 2,0 litros desarrolla una potencia específica de 120 CV/litro, sensacional si tenemos en cuenta que estamos hablando de un motor turbodiésel. Aunque lo parezca, no es el motor diésel más «apretado» del mercado. Hemos decidido recopilar en esta lista los coches diésel con la mayor potencia específica del momento. Y hace años pensábamos que un simple 1.9 TDI de 150 CV era un motor «apretado». La que se nos vino encima…

1) BMW 3.0 turbodiésel con tres turbos. 381 CV, 127 CV/litro.

Este motor es un prodigio de la ingeniería, que con la ayuda de tres turbocompresores – dos de ellos de geometría variable – consigue extraer de sus 2.997 centímetros cúbicos de cilindrada nada menos que 381 CV de potencia. Su par motor es de 740 Nm, disponibles entre las 2.000 rpm y las 3.000 rpm. Se monta en los BMW X5 M50d, BMW X6 M50d y BMW M550d, tres vehículos firmados por BMW M Performance Automobiles. Impresiona también su elasticidad en la entrega de potencia, y un corte de encendido situado nada menos que en 5.400 rpm.

2) Volkswagen 2.0 TDI BiT. 240 CV, 120 CV/litro.

Ha sido el protagonista de la última prueba de Diariomotor, montado en un Volkswagen Passat. Gracias a un sistema de doble turboalimentación en serie, este motor desarrolla 240 CV con una enorme presión de soplado de 3,8 bares. Su par motor es de 500 Nm, y permite a todo un Passat hacer el 0 a 100 km/h en sólo 6,1 segundos. Para soportar semejante potencia específica, sus componentes internos han sido desarrollados ad-hoc y tiene una culata diferente al resto de 2.0 TDI. También estará disponible en el nuevo Volkswagen Tiguan.

3) Volvo 2.0 PowerPulse. 235 CV, 117,5 CV/litro.

La nueva familia de motores Drive E de Volvo es modular, y comparten arquitectura de cuatro cilindros y dos litros con los gasolina. La última innovación, que llegará al mercado con el lanzamiento del nuevo Volvo S90, es el 2.0 PowerPulse, que desarrolla 235 CV de potencia gracias a un ingenioso sistema de aire comprimido, que reduce de forma drástica el retardo en la entrada del turbocompresor. Actualmente ya están a la venta versiones de 224 CV de este 2.0 turbodiésel, con una potencia específica más moderada, de 112 CV/litro.

4) BMW 2.0 TwinPower Turbo. 231 CV, 115,5 CV/litro.

BMW fabrica motores diésel de cuatro cilindros sensacionales. He podido probar un BMW X1 y un BMW 420d, ambos equipados con un 2.0 TwinPower Turbo de 190 CV, y combinan de forma excelente grandes prestaciones con consumos de risa. El diésel de cuatro cilindros más potente de BMW desarrolla 231 CV, gracias a un turbocompresor twin-scroll de doble entrada. Su par máximo de 450 Nm es constante entre las 1.500 rpm y las 3.000 rpm. Por el momento se ofrece en exclusiva montado en el BMW X1 xDrive25d, a partir de los 44.400€.

5) Audi 3.0 V6 TDI twin-turbo. 340 CV, 113,3 CV/litro.

El Audi SQ5 TDI competition y otros Audi de altas prestaciones disponen de una versión de 326 CV de este mismo motor.

Los motores V6 TDI de Audi se han montado en todo tipo de aplicaciones, pero su versión más potente es coto exclusivo de los Audi SQ5 con motor TDI en estos momentos. En concreto del Audi SQ5 TDI plus, cuyo propulsor desarrolla 340 CV, gracias a la ayuda de dos turbocompresores en serie. Su par motor es de 700 Nm entre las 1.400 rpm y las 2.800 rpm. Un gigantesco par motor que le permite reducir el 0 a 100 km/h en 0,1 segundos con respecto al Audi SQ5 TDI competition: ahora lo hace en 5,1 segundos.

6) Audi 4.0 V8 TDI. 435 CV, 108,7 CV/litro.

Del Audi SQ7 TDI hemos ya hablado largo y tendido. Su motor es un prodigio de la técnica, pero no por su alta potencia específica, sino por ser el primer coche de producción en emplear turbos eléctricos. Dispone de tres turbocompresores, uno de los cuales es eléctrico y tiene un lag nulo. Este nuevo V8 turbodiésel de 4,0 litros desarrolla además un gigantesco par máximo: 900 Nm de par desde sólo 1.000 rpm, constantes hasta las 3.250 rpm. También impresiona que acelere las dos toneladas de SUV hasta los 100 km/h en 4,8 segundos.

7) BMW 3.0 TwinPower Turbo. 320 CV, 106,6 CV/litro.

Existe un 3.0 de doble turbo y 313 CV de origen BMW, pero es un motor más antiguo, al que este TwinPower reemplaza. Por simplificar versiones no lo he recogido.

Tras los 127 CV por litro de su hermano mayor, los 320 CV y 106,6 CV por litro del 3.0 TwinPower Turbo diésel de BMW no impresionan tanto. No obstante, es un propulsor que ha sido recién estrenado en la nueva Serie 7 de BMW – de la que tampoco podemos olvidar su construcción parcial en fibra de carbono – y destaca por un par motor muy elevado (680 Nm entre las 1.750 rpm y las 2.250 rpm) con unos consumos homologados que parecen de risa: 5,3 l/100 km para una berlina de lujo de más de 5 metros de largo y casi dos toneladas de peso.

8) Ford 2.0 TDCi Bi-Turbo. 210 CV, 105 CV/litro.

Un miembro que no podemos olvidar en esta familia de alta potencia específica es el propulsor 2.0 TDCi de doble turbocompresor de Ford. Sus orígenes son la alianza de motores entre Ford y el Grupo PSA, pero Ford ha continuado evolucionando por su cuenta este motor, mientras que PSA ha abandonado las aplicaciones de alta potencia. Lo hemos probado en el nuevo Ford Edge, y con una potencia específica de 105 CV/litro sorprende su empuje contundente y elevado par motor: 450 Nm entre las 2.000 rpm y las 2.250 rpm.

Hemos querido limitar la lista a ocho propulsores por motivos de simplicidad. Por debajo de los 105 CV/litro, la oferta se dispara. Sin ir más lejos, tenemos los 3.0 SDV6 de Jaguar/Land Rover (306 CV) o los 2.0 TDI BMT de Volkswagen (204 CV) – ambos con 102 CV/litro, y si reducimos el filtro a 100 CV litro, los nuevos 1.6 CDTI de Opel, 1.6 i-DTEC de Honda y 1.6 dCi de Renault. Todos tienen idénticas potencias de 160 CV y una potencia específica de 100 CV por litro. Pero una cosa está clara: sólo hemos empezado.

El downsizing viene de la mano de potencias específicas que hace apenas 10 años nos parecían inalcanzables.

Mercedes lanzará próximamente versiones de 240 CV de su nuevo OM 654 de dos litros, y cuando Volvo ponga a la venta el nuevo S90 en apenas unos meses, vendrá con un motor diésel de 235 CV bajo el brazo. Y por supuesto, BMW se encuentra cocinando un nuevo súper diésel de seis cilindros, tres litros y cuatro turbos, cuya potencia podría llegar a los 450 CV según las malas lenguas. ¿Dónde está el límite? Procedamos a discutir en la sección de comentarios. Ah, y si falta algún motor, decídnoslo y lo corregiremos.

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