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Bentleys por bombas para los pilotos saudíes: la polémica está servida

Oriente Medio es un polvorín, y lo lleva siendo desde hace décadas. El último conflicto regional se enmarca en Yemen, donde rebeldes chiíes – los hutíes, apoyados económica y logísticamente por Irán – intentan derrocar al presidente Saleh, suní, apoyado por Arabia Saudí. Las implicaciones de este conflicto son preocupantes, y suponen un aumento de la escalada de violencia en la particular guerra fría de las dos potencias. ¿Qué tiene que ver todo esto con Diariomotor? Al parecer, un príncipe saudí ha ofrecido un Bentley a los pilotos saudíes que bombardearon posiciones hutíes en Yemen, en muestra de agradecemiento a sus servicios. Como lo escucháis.

¿Bentleys por bombas? Aunque los medios saudíes lo desmienten, el príncipe saudí no lo ha hecho.

Todo comenzó con un twitt, escrito por Al-Waleed bin Talal – uno de los más prominentes jeques saudíes – en el que se podía leer lo siguiente: «Celebro vuestro éxito en la operación Tormenta Decisiva y el inicio de la operación Devolver la Esperanza. En agradecimiento a los pilotos les regalaré 100 coches Bentley». Los pilotos atacaron posiciones hutíes como parte de la operación «Tormenta Decisiva», que ha supuesto la primera intervención directa en el conflicto por parte de una gran potencia. Dicho twitt fue eliminado a las pocas horas, tras la tremenda polémica suscitada en cuanto los medios de comunicación supieron de su existencia.

Los medios saudíes afirman que la cuenta de Al-Waleed bin Talal fue hackeada, mientras que el propio jeque no se ha pronunciado al respecto. Como poco, curioso, ¿verdad? Puede que pensemos que estas afirmaciones son las «bravuconadas» de un millonario saudí. En parte así es, pero Talal no es un millonario cualquiera: posee el 95% de las acciones del Kingdom Holding Company, que aglutina gran parte de las compañías petrolíferas del país. Es el dueño de parte de las acciones de Fox News – hablemos de imparcialidad después – y tiene un Boeing 747 privado con un trono de oro. Por poder, creo que puede permitirse regalar 100 Bentley, es casi calderilla para él.

Veremos cómo termina esta historia. Lo cierto es que la ética brilla por su ausencia, con muchos detractores haciendo hincapié entre la diferencia de riqueza de Al-Waleed y la población civil yemení. Premiar decenas de muertes – muchas de civiles, atrapados en el conflicto – con coches de lujo no es desde luego un comportamiento loable, pero mucho me temo que las atrocidades están al orden del día en tiempos de guerra, y más si hay intereses económicos de por medio.

Fuente: Foxtrot Alpha
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