Tal vez 370 km/h no sean sorprendentes en un Bugatti Veyron, un deportivo que supera con creces los 400 km/h. Pero estaréis conmigo en que alcanzar estas velocidades en carreteras públicas es, como mínimo, una tarea harto complicada, incluso con un Bugatti. No es la primera vez que vemos a un Bugatti Veyron a velocidades de infarto fuera de una recta infinita, de un óvalo para pruebas de alta velocidad, que prácticamente es el único escenario en el que se puede aproximar a su velocidad punta. En esta ocasión la prueba se llevó a cabo en las carreteras de Idaho.
Cada año, la autopista 75 de Idaho se transforma en una pista de velocidad para celebrar el Sun Valley Road Rally. Se cierran algo más de 5 kilómetros de carretera, y se prescinde de los límites de velocidad, para ofrecer un espectáculo de deportivos a fondo que atrae a numerosos espectadores. Este evento, además, se realiza con fines benéficos, para recaudar fondos a favor de The Drug Coalition, una organización que se encarga de diferentes acciones destinadas a combatir el tráfico de estupefacientes, y sus consecuencias en la sociedad.
En el evento de este año, celebrado este mismo fin de semana, el Bugatti Veyron fue uno de los grandes protagonistas. Y aún con la llegada de su sucesor, el Bugatti Chiron, todo apunta a que el Veyron seguirá siendo el protagonista de muchos eventos de estas características.
Vía: Jalopnik
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