ESPACIOS
Cerrar CERRAR
Actualidad

3 MIN

Vídeo: cómo destrozar un Ferrari 458 Italia de alquiler (y cómo no convertirte en el último viral de internet)

Hace unos días un amigo me llamaba para decirme lo que le habían traído los Reyes Magos, una experiencia de conducción de un Ferrari 458 Italia en circuito, en Italia. Y me pedía consejo. Mi consejo en estos casos, y en cualquier otro que implique conducir un deportivo, es siempre el mismo. Nunca sobrestimes tu habilidad y desde el momento en el que acciones el motor repítete una y otra vez que no quieres ser el protagonista de uno de los muchos vídeos que podemos encontrar en Youtube de conductores que acaban estrellando un Ferrari o cualquier otro deportivo. Tal vez esa precaución le hubiera venido bien al responsable del vídeo que os traemos hoy, en el que un Ferrari 458 Italia de alquiler acaba besando los guardarraíles.

Tengo mi propia teoría acerca de por qué hay tantos vídeos de superdeportivos siniestrados. Este vídeo fue compartido por la propia empresa responsable de ofrecer alquileres de deportivos y experiencias de conducción en Colorado. Este tipo de experiencias generalmente están limitadas por tiempo, unas vueltas a un circuito, media hora o incluso menos de conducción, etcétera. De manera que, con tampoco tiempo para aclimatarse, comprender el funcionamiento del deportivo en cuestión, en este caso el Ferrari 458 Italia, y sobre todo adaptarte como para poder pilotarlo a gran velocidad y ser capaz de reaccionar con seguridad ante una situación de riesgo, no siempre es posible.

Ese pudo ser el caso del protagonista de este vídeo. El conductor se distancia del Lamborghini que le precede para gozar de suficientes metros como para tomar unas curvas a gran velocidad. El problema está en que sobrestima su habilidad, y atemoriza a su acompañante, que por sus gritos no se encuentra demasiado confortable a esa velocidad.

Según comentaban en Jalopnik, el conductor podría haber intentado negociar una curva de 30 mph (48 km/h) a más de 140 km/h, lo cual podría encajar con el sonido del motor y las marchas engranadas. Al percatarse de su error, de que su velocidad es excesiva para tomar una curva, comete un error mayor. Se preocupa de frenar y reducir una marcha mucho más que de girar e inscribir el coche en la curva, se produce el subviraje, y acaba precipitándose contra el guardarraíl.

Si no hubiera sobrestimado su capacidad para controlar el Ferrari es probable que jamás hubiera intentado entrar en una curva como esa a tal velocidad. Una curva que, de haber conocido el funcionamiento del deportivo que manejaba y haber sabido cómo debía reaccionar en una situación como esa, es probable que hubiera podido tomar sin problemas, aún asumiendo el error inicial.

En Diariomotor:

Cargando...