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Las decoraciones más emblemáticas del DTM

De nuevo, la publicación alemana Motorsport Total se introduce en la historia del Campeonato de Turismo Alemán para seleccionar los diseños y decoraciones que marcaron a generaciones de fanáticos. Más allá de los “colores de guerra” que suelen identificar a los equipos oficiales de cada constructor, también es de recordar que importantes patrocinadores asociaron sus logos y colores a buenos coches, enriqueciendo con ello la competición.

De más está decir que el DTM se ha caracterizado, desde 1984, por exhibir los más atractivos modelos de marcas de abolengo tales como Mercedes Benz, Audi, BMW y Alfa Romeo, por nombrar a las más elitistas. Y. aunque la percepción de belleza está en los sentidos de cada quien, no es menos cierto que en el DTM figuran coches y decoraciones que podrían considerarse auténticas bellezas en su conjunto.

Alpina M3, 1988.
El Alpina M3 inicia la selección. El color verde manzana de fondo para destacar al rollizo hombre Michelín marcó toda una época. Las actuaciones de Christian Danner y Peter Oberdorfer al volante del BMWM3 renombrado Alpina ganaron las simpatías del público.

Opel Astra 2003.

La equilibrada proporción entre el amarillo y el azul decorando el deportivo con motor V8 resultó un acierto ya que se destacaba entre un grupo donde predominaban los tonos negros y grises.

BMW M3, 1992.

Al igual que ocurrió con el patrocinio de Michelín, el BMW M3 decorado por una marca de bebidas alcohólicas gustó a los fanáticos. El rojo ladrillo contrastaba con los colores oficiales de BMW Motorsport, otorgando a los “licoreros• esa aura de rebeldía que tanto agradó en la época.

Alfa Romeo 155, 1996.

El diseño en sus diversas versiones del 155 y la decoración roja que distingue al equipo oficial Alfa es una de las asociaciones clásicas en la historia del DTM. También con la decoración de Martini luce sensacional. El motor V6 a 90 grados de 2498cc capaz de entregar casi 500 Cv resultó la guinda del pastel.

Mercedes 190E, 1992.

La publicidad para pedir que Berlín organizara los Juegos Olímpicos del 2000 resultó todo un acierto para el equipo Mercedes. Se recuerda porque el campeón de Fórmula 1, el finlandés Keke Rosberg era la punta de lanza de la escudería. Sin embargo, los aplausos para ese año se los llevó su compañera de equipo Ellen Lohr, hasta ahora la única mujer en ganar una carrera en el DTM.

Mercedes CLK, 2000.

El sempiterno campeón Bern Schneider pilotando un Mercedes Coupé representó un antes y un después para la firma alemana ya que el funcionamiento de un coche con ADN deportivo es muy diferente a los sedanes de lujo modificados que solían distinguir a la marca de la estrella.

Mercedes Clase C 2007

El predominio del color plateado es la insignia que distingue a los Mercedes Benz oficiales, y que bien le queda al Clase C.

Mercedes 190E, 1992.

Por supuesto que no debía quedar por fuera el icónico 190E AMG, el sedán de lujo modificado de fábrica que además de ser impulsado por un potente motor 4 en linea de 2490 cc, además contaba con un kit aerodinámico espectacular. Un sedán venenoso que alcanzaba los 360 Km/h en un pestañar y que además tenía una decoración inolvidable: Un sobrio color negro matizado con elegantes rayas plateadas.

Audi quattro, 1991.

Tampoco podía faltar en la selección el uniforme oficial de Audi y su modelo más recordado, el quattro, aquel sedán de lujo cuyo V8 iba sobrado en potencia.

BMW M3, 1990.

La decoración oficial de BMW Motorsport probablemente sea la más famosa en la historia del DTM. La gama de colores y la ubicación de las líneas resultó tan emblemática que, según los fanáticos encuestados, es la más hermosa de todas.

Vía | motorsport total

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