Si hay una noticia que me puede sorprender es esta: a Lewis Hamilton, llevar el número 1 en su coche le parece irrelevante, y por eso, este 2015 lucirá el 44 en el morro de su Mercedes. Es un poco curioso, la verdad, que un campeón del mundo no muestre sus galones con el dorsal número 1 en el morro de su coche, pero si reflexionamos un poco sobre las palabras del inglés, tiene sentido. No seré yo, eso sí, el que opine que está bien: creo que el número 1, el de campeón del mundo, está para ser lucido. Pero cada campeón que haga lo que prefiera, yo no soy uno de ellos.
Según Hamilton, cualquier campeón puede llevar el número 1, pero no el 44, porque es el suyo.
Todo el mundo puede tener el #1 cuando gana el campeonato, pero es irrelevante para mí. El #44 significa más para mí que el #1. No significa que yo no sea el número 1. El #44 es el número de mi familia, el número que tenía cuando empecé a correr; gané mi primer campeonato con el#44. Significa algo para mí. El #1, lo tuvo Vettel, lo tuvo Schumacher, todos los campeones lo llevaron, pero nadie tuvo el #44.
De Lewis Hamilton tengo que decir que creo que ha ganado enteros en personalidad, y si es posible, en confianza en sí mismo. El bicampeón inglés manda, y este año no veremos el dorsal número 1 rodando por las pistas. Y eso, ¿es bueno, es malo, o nos parece irrelevante?
Vía | Autosport
