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Diario de viaje (V): curiosidades de un viaje a Finlandia inolvidable

Cerramos esta serie de artículos con el obligado paso por la sección de curiosidades, la cual os puedo asegurar de que en cinco días dio para mucho. Empezando por el último día, en el que terminamos comiendo al pie de uno de los lagos junto a Michel Nandan y Hayden Paddon (sí, daba para película romántica del domingo por la tarde) antes de volver al hotel para empezar la tediosa tarea de empaquetar mi muy descuartizada maleta.

La última mañana, la del martes nos sirvió todavía para hacer un duelo cibernético con Oscar Reixa, el otro enviado español a este evento al volante de la mítica máquina recreativa de la 355 Challenge. Originalidad al poder… sobre todo tras ver a los australianos hacer lo mismo un día antes y a Martin Haven días antes en el aeropuerto de Helsinki (cuanto todavía no sabíamos que iba a acompañarnos en la experiencia Hyundai) con una particular máquina de SEGA Rally modificada para mostrar los vehículos del Campeonato del Mundo de Rallyes de 2008. Por cierto, la victoria en la primera carrera me la llevé yo, mientras que la segunda la dejaremos en empate después de que el Ferrari virtual de Oscar se decidiera a crashearse a una vuelta para el final.

El ambiente con el resto de compañeros fue sin duda siempre espectacular y además de los distintos representantes de Australia, Alemania, Francia, España y Gran Bretaña, también compartimos muy buenos momentos de diversión con Christophe, Mr. Park y nuestro fotógrafo italiano, Michael Minelli, uno de las personas de confianza de Massimo Bettiol. Concursos de conocimiento incluidos en el que la pregunta de por qué llevan la “N” los Hyundai i20 WRC me dio una de las tres victorias parciales.

También agradecer a SiT que nos resguardara de la lluvia el sábado. Y es que de no ser por ellos y  su amabilidad y extensión a la hora de mostrarnos con detalle su labor, a buen seguro ahora mismo estaría ‘estornudando’ mi fin de semana en Finlandia. Y es que, como buen hombre de rally, la manta de agua y mi paraguas no faltaban en la maleta de viaje, pero la comodidad de que nos llevaran en autobús a los tramos me hizo bajar la guardia y con ella, dejarme olvidadas ambas cosas en el hotel cuando el cielo decidió descargar toda su furia. Precisamente, el sábado tuvimos la oportunidad de comer en un restaurante al pie de la carretera en el que se podían ver en sus paredes todo tipos de recuerdos de Juha Kankkunen o Carlos Sainz entre otros, así como llantas Tecnomagnesio de los antiguos BMW M3 de Prodrive o monos ignífugos de algunas de las leyendas de los rallyes como Hannu Mikkola. Fuera, en el mismo aparcamiento, una señal que daba buena muestra del por qué a los finlandeses se les considera la cuna de los rallyes: “Aparcamiento sólo disponible para taxis y coches de rallyes”.

El domingo sin duda la nota curiosa la ponía nuestro encuentro con Luis Moya. Todo el fin de semana entre finlandeses hizo que escuchar a alguien hablando en inglés con acento gallego entre los bosques no pasara muy desapercibido para nosotros. Nuestra invitación a unirse a nosotros y librarse del sequito de alemanes que le acompañaba parece que le sonó a gloria al bicampeón del mundo y más aún compartir conversaciones sobre el actual WRC y el futuro. No se me olvidará ese momento en el que uno de mis ídolos me pidió que escuchara y estuvimos oyendo en la lejanía durante más de 15 segundos a Mads Ostberg yendo a fondo por el tramo.

No fue el único ilustre con el que nos encontramos. Los asiduos a twitter también pudisteis ver como el excéntrico locutor de la radio del Mundial, Colin Clark hizo acto de aparición, acompañado por el piloto finlandes, Khristian Sohlberg y con su habitual sentido del humor en el evento de Hyundai. No se le quitaría esa retranca al británico tras recibir una pedrada en pleno tramo tras una de las pasadas de Hayden Paddon con los improvisados copilotos. Tampoco pudo evitar bromear cuando le tocó a él ponerse el mono ignifugo y sentarse en el asiento derecho del Hyundai i20 WRC, a pesar de ser la primera vez que iban a darle una vuelta en un WRC sobre tierra. Con un calzado poco reglamentario (unas sandalias), Clark pataleó y confió en las habilidades de Paddon antes de perderse en una lejanía que tampoco consiguió acallar sus gritos. En la comida, (en el sitio idílico del que os he hablado hace unas líneas) Colin me respondió que no había disfrutado nada su debut en un World Rally Car en Finlandia, aunque estoy seguro de que lo decía de broma.

Ese mismo día, Michel Nandan nos dejaba entrever lo afortunados que éramos al revelarnos la cifra de lo que le costaba al equipo cada kilómetro de test, mientras que los simpáticos sevillanos de AMG Servicios también nos dejaban unos datos acerca de su labor con el mastodóntico hospitality de Hyundai y su mayor record, en Suecia, el año pasado, cuando desmontaron toda la estructura en 28 horas sin paradas para dejar libre la asistencia, situada en un Aeropuerto. Os puedo asegurar que después de todo lo que nos dijeron los andaluces, veíamos el hospitality con otros ojos.

Algo más sombrío el bar del hotel, el ‘Flame Bar’ en el que el día que bajamos a beber una cerveza después de la cena, (a un precio prohibitivo de 7 euros la unidad debido a las tasas que tiene el Alcohol en Finlandia), nos encontramos con uno de los pasatiempos secretos de las familias finesas: el karaoke. En este caso, a la decoración de otra época del lugar se sumaban las más de una docena de canciones monótonas en suomi que escuchamos y que incluso más de uno acompañamos como pudimos. Sin duda, un viaje inolvidable.

El domingo cerraremos con la galería de fotos y los agradecimientos.

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