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El Mundial de Rallyes que escuchó a sus aficionados

Nos gusten más o menos, no podemos ocultar que el paso que dio la FIA para conseguir World Rally Cars más rápidos y extremos estéticamente fue tomado para tratar de contentar especialmente a los aficionados (con las ineludibles peticiones realizadas por los fabricantes). Supongo que muchos recordaréis el cuestionario que realizaron a través de la web oficial en 2014. Aquellas preguntas fueron escuchadas por la Federación y fue la señal que necesitaba para afrontar dicho cambio.

A partir de ahí han sido dos años hasta la situación actual. Hace apenas dos meses, a inicios de julio, los equipos oficiales recibieron las definitivas reglas en cuanto aerodinámica, justo un año después (el 12 de julio de 2015) de que la FIA confirmara en el Consejo Mundial del Motor que en 2017 habría nuevos coches. Menos de cinco meses para ver los nuevos World Rally Cars, de los cuales los pilotos ya han dicho que se irá mucho más rápido que con los actuales, e incluso serán más extremos que los antiguos WRC 2.0 turbo.

El detonante fue un cuestionario que propusimos a los aficionados del WRC en 2014 que nos dio el feedback del aspecto más espectacular de los coches, su sonido y la emocionante experiencia al verlos, por lo que fueron los elementos más importantes para diseñar el reglamento. Nos sentamos junto con los equipos y la FIA y discutimos el camino a seguir para hacer coches más dinámicos, de mayor rendimiento y un sonido más agresivo, por lo que todo nos llevó a la decisión de hacer una nueva normativa. Hemos escuchado a nuestros aficionados y queríamos reaccionar.

Aun así, sigue habiendo diferentes opiniones entre los participantes en el actual Mundial de Rallyes. Desde los que como Dani Sordo los han llamado ‘bestias’ (Kris Meeke o Craig Breen también se han mostrado encantados con estos nuevos coches) a los que los han llegado a definir como muy peligrosos tanto para los competidores como para los aficionados, especialmente en rallyes como el de Finlandia, donde las velocidades medias se disparan. Incluso al vigente campeón, Sébastien Ogier le ha parecido poco y defiende que los coches deberían tener algo más de presión del turbo

Mientras que la FIA asegura que esta nueva normativa técnica les permite estar hablando con nuevas marcas interesadas, recordemos que los coches de 2017 serán aún más caros que los actuales, entre los equipos también hay gente que no parece estar del todo convencido con el nuevo reglamento. Es el caso de Michel Nandan, el cual decidía dar un paso hacia el lado y asegurar que había suficiente potencia con los actuales WRC (los nuevos tendrán unos 380 CV, 50 más que los actuales) y que las nuevas cifras son excesivas. Según el monegasco, ex-ingeniero de Peugeot y ahora líder de Hyundai Motorsport, hubiera sido suficiente con aumentar el par y dar más presión al turbo, curioso viniendo de uno de los interlocutores que participaron en las discusiones de un reglamento que en teoría se aprobó de forma unánime.

Sea como fuere, ahora todos reman en la misma dirección, queda por ver si en enero de 2017 no sale alguna voz discordante más diciendo el famoso “os lo advertí”, que los habrá, seguro. Hay varias posibilidades por delante: que tengamos unos coches rapidísimos, pero poco agradables a la vista, o que realmente la FIA haya dado con la tecla y los aficionados por fin disfruten de una de las decisiones tomadas por el máximo organismo internacional, no muy acertado en los últimos años con el cambio de normativas técnicas. Viendo de lo que venimos y lo que estamos viendo en test (con los coches y piloto todavía lejos del ritmo de competición), la sensación sigue apuntando a que será positivo… En unos meses volvemos a hablar de ello.

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