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Red Bull también le da alas a los fetiches

El australiano Scott Taylor, piloto y propietario del equipo de carreras que lleva su nombre, se obsesionó con tener un coche perteneciente a Red Bull Racing, de allí que el año pasado fue a Milton Keynes para comprar uno de los Fórmula 1 pilotados por Mark Webber, pero el negocio no prosperó. No obstante, Taylor logró comprar un Holden VE Commodore del Triple Eight Race Engineering, ahora Red Bull Holden Racing Team, uno de los mejores V8 Supercars de la era moderna. El coche fue pilotado por Craig Lowndes y con él ganó varias carreras, incluyendo la Bathurst 1000 de 2015.

La documentación del coche indica que ganó en 11 ocasiones y aunque todavía está apto para competir, su nuevo propietario manifestó que permanecerá en su colección personal como una pieza solo para ser admirada. Taylor explicó que tenía tiempo detrás de alguno de los coches Red Bull y le ofreció a Dane Roland, jefe del equipo Red Bull Racing australiano, comprarlo tras ganar en el circuito de Hidden Valley Raceway, pero recibió una respuesta negativa. Siguió insistiendo en su propuesta y este año recibió una llamada para cerrar el trato. Añadió que el precio no fue nada barato, pero ningún coche ganador lo es, por ello es un lujo tenerlo entre su colección.

Interesante la postura de Taylor porque Red Bull básicamente es un patrocinador, no es un fabricante de coches tal como Ferrari, Mercedes, Porsche, Aston Martin, Lamborghini o McLaren, por mencionar solo algunos. Pero resulta que esa marca de bebidas ha hecho, y todavía lo hace, historia en la Fórmula 1 moderna y además ha sido omnipresente en el deporte motor en la última década, sobre todo asociando su nombre y logo a los mejores pilotos y equipos. De allí que no es descabellado pensar que muchas de estas piezas dentro de algunos años elevarán su valor debido a sus colores de batalla.

Quería un coche Red Bull, tanto que el año pasado oferté por un Fórmula 1 de Mark Webber, pero allí [en Milton Keynes] dudaron de mí y por eso el acuerdo no sucedió, pero eso no mermó mi deseo de tener un Red Bull en mi colección. Cuando Craig [Lowndes] ganó en Darwin le dije al dueño del equipo que quería ese coche, pero me dijeron que no. Este año me llamó para decirme que estaba disponible y lo compré. Quieren que compitan con él, incluso me pueden facilitar piezas actualizadas, pero yo quiero el coche solo para exhibición.

Vía | Speedcafe

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