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Los precursores de los N5 nos explican cómo se creó el Suzuki Swift R+

Lo esperábamos para Ferrol, sin embargo deberemos tener paciencia y aguardar todavía unas cuantas semanas para poder ver en competición el primer Maxi Rally sobre asfalto. Como ya publicamos hace unos días, mientras que RMC planea comenzar con el desarrollo de sus N5 (adquiridos a Baratec y con configuración de tierra) para el asfalto, ARV y Suzuki Ibérica mantendrán su plan de test con el objetivo de que el nuevo Swfit R+ debute en competición lo más rodado posible.

El objetivo sigue siendo el crear una categoría intermedia entre los R5 con homologación FIA y los R3/R2, con unas prestaciones mucho mayores que estos últimos y un coste mucho más bajo que el de los primeros. La utilización de numerosas piezas en común, así como la utilización de un motor directamente tomado de la producción en serie y no desarrollado específicamente para la competición (recordemos que se utilizará o el 1.6 T de origen PSA-BMW o un Mitsubishi 2.0 encamisado), abaratan mucho la fabricación de un ya de por sí costoso coche de rallyes.

La base la conocemos de sobra. ARV ha metido mano en la actual generación del Swift para adaptarlo a unas condiciones muy distintas a las del S1600 (tracción total, más potencia…). La experiencia con el Volkswagen Polo N1 de origen Dytko y los pocos kilómetros realizados al volante de un 208 de Baratec, permitieron a Amador Vidal (bicampeón del CERT) dar los primeros pasos en la creación de este nuevo modelo, el primero de los Maxi Rally hecho para el asfalto, aunque el piloto gallego no descarte que también compita en el futuro en tierra.

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