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Control Stop. La victoria que le faltaba a Ott Tänak

En mi regreso de vuelta a casa, seguí con una de las tradiciones que me gusta repetir en este tipo de viajes, que no es otra que la de comprar prensa internacional de automovilismo y, en este caso, una de las adquisiciones era la de la revista oficial del Rally de Finlandia. En ella, me resultó muy curiosa además de los reportajes sobre Carlos Sainz o Kalle Rovanperä, la presencia de una página completa repleta de estadísticas y, en especial, una tabla en la que se mostraban los ganadores de esta carrera desde 1951 hasta 2017. En ella, más allá de muchos y prestigiosos nombres, resultaba particularmente curioso unas pequeñas anotaciones entre paréntesis que superaban poco la treintena: eran las nacionalidades de los pilotos y copilotos que se han notado la victoria absoluta del Rally de Finlandia.

Y es que sin duda hubiera sido un engorro y muy laborioso  el tener que repetir una y otra vez en dicha lista las siglas “(FIN)” si tenemos en cuenta que en 132 huecos tan sólo una treintena forman parte de pilotos/copilotos foráneos. De cara a 2018, los encargados de esta pequeña revista que muchos guardamos como un bonito recuerdo de nuestra visita a la tierra de los rallyes, deberán emplear unas décimas de segundo más para incluir en esta lista de ganadores a sus nuevos ocupantes extranjeros: Ott Tänak y Martin Järveoja.

Esta vez la pareja estonia no frenó una racha victoriosa como la de Marcus Grönholm, sin embargo, su demostración de fuerza sitúa oficialmente a los dos en la carrera por convertirse en un futuro no muy lejano en Campeones del Mundo. Se puede decir que era la victoria que le faltaba a Tänak para terminar de creérselo, después de haberse impuesto en el asfalto germano en 2017, y en dos rallyes duros como los de Argentina y Cerdeña. ¿Y si Tänak ha conseguido conjugar en una persona lo mejor de la escuela francesa y de la finlandesa?

Dentro del equipo eran conscientes de que este pasado fin de semana eran el centro de todas las miradas después de la actuación de la pasada temporada. De cara a este año no sólo pensaban en el triunfo, sino que ambicionaban algo más, cómo mínimo el doblete ayudados por la llegada de la nueva evolución de motor, presente en los tres coches y que ayudaba a mejorar la entrega de potencia en todo el rango. Sin embargo, sorprendió el estado de forma de Mads Ostberg y Citroën C3 WRC, el cual, al igual que el Toyota Yaris WRC traía novedades para esta prueba que en su caso darían un resultado formidable y que demostraban no ser un hecho aislado cuando Craig Breen confirmaba también encontrarse muy cómodo con la nueva geometría delantera.

El noruego de la firma de los dos chevrones aguantó el ritmo hasta que Ott Tänak endureció el ritmo en la mañana del sábado. La resistencia francesa caía y los nórdicos veían cómo un piloto del sur llegaba para conquistar el norte en un atípico verano en el que superaban los 30 grados y en el que la lluvia apenas se dejó entrever. Para entonces, Latvala que se encontraba recuperando tiempo, apenas pudo llegar a acariciar con los dedos la segunda plaza, mientras que a Esapekka Lappi le volvió a pasar factura su viernes gris y cuando quiso meterse en carrera ya era demasiado tarde. El finlandés, ganador de la edición de 2017 aun así fue capaz de meter el tercer Yaris WRC entre los cuatro primeros, resultado que hubiera sido ya de por sí formidable para la estructura dirigida por Tommi Mäkinen, sin embargo, su error en el inicio de la etapa del domingo le daba un nuevo quebradero de cabeza al tetracampeón ahora que empieza a valorar quiénes serán sus pilotos para la temporada 2019.

Sorprendentemente serían los grandes candidatos a los títulos los que volverían a fallar. En el caso de M-Sport, Sébastien Ogier no se encontró en tiempos en ningún momento, según él sin beneficios aerodinámicos por parte de la nueva zaga del Ford Fiesta WRC que sólo estrenaba él. La formación británica salvaba los muebles y la buena actuación de Teemu Suninen sería sacrificada para dejar pasar a la pareja cinco veces Campeona del Mundo para que estos pudieran sumar más puntos de cara al campeonato y tratar de recortar en parte la renta que lucía un desdibujado Thierry Neuville.

Por segundo año consecutivo, el belga salió de Finlandia con mirada de preocupación, sabiendo que había dejado pasar la oportunidad de mantener su ventaja al frente de la general. En este caso la lluvia no salía a su rescate y en una prueba rápida, tal y como nos tiene acostumbrados el veterano 1.000 Lagos, el líder de la formación surcoreana no pudo estar en las posiciones de delante y en ocasiones se vio claramente superado por las circunstancias. La mejor noticia para él sin duda es que Ogier tampoco mostrara una cara mucho mejor.

Tan sólo Hayden Paddon pudo defender el honor de la marca en cuarta posición, mientras que Andreas Mikkelsen volvía a cerrar un fin de semana para olvidar, terminando en décima plaza, la última que da derecho a puntos y con dos errores, uno en forma de vuelco y otro en la segunda pasada por el tramo superespecial de Harju, que deberían empezar a hacer replantear su aproximación a las pruebas por parte del piloto noruego. Las estadísticas de Andreas son sonrojantes en 2018, con un único podio en Suecia y estando a estas alturas todavía por detrás de Dani Sordo en la general por tres puntos a pesar de que el cántabro ha disputado tres citas menos.

En cuanto a las otras notas a destacar de la cita finlandesa, me quedaría con el espectacular ritmo mostrado por Kalle Rovanperä, al cual un problema con la suspensión delantera de su Skoda Fabia R5 le dejaba en la estacada y evitaba lo que hubiera sido una actuación brillante para el joven piloto. La afición de su país tiene grandes esperanzas depositadas en él tal y como se dejó ver con los numerosos cánticos, pancartas de apoyo e incluso con una respetuosa ovación cada vez que aparecía haciendo declaraciones en la pantalla grande.

La victoria de Eerik Pietarinen con una unidad del equipo de Toni Gardemeister nos devolvió a otros tiempos en los que la segunda categoría del WRC estaba reservado a estructuras privadas, mientras que Gus Greensmith hizo las delicias de los británicos al colarse en la fiesta de los locales y robarle el tercer puesto a Kalle por menos de dos segundos en lo que hubiera sido un triplete de los fineses.

En JWRC, Ken Torn se llevaría el triunfo por delante de Emil Bergkvist, pero de nuevo hay que destacar el desempeño de de Jean-Baptiste Franceschi, tercer clasificado a 1 minuto y 46 de los de cabeza, pero dejando destellos de su calidad como ya hiciera en Suecia. El francés se mantiene tercero por detrás de los dos candidatos al título Júnior, con Denis Radström acusando su abandono en Finlandia y la regularidad de Emil Bergkvist, el cual todavía no ha conseguido sumar ninguna victoria pero es líder.

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