Fernando Alonso sigue en sus costumbres apesadumbradas aún consiguiendo un buen rendimiento en Australia. El de Oviedo saldrá decimotercero en Melbourne, con una mejora constante y probablemente inesperada respecto a las expectativas de rendimiento puro que se podían esperar de McLaren. La mayor fiabilidad base del MCL32 quedó demostrada el viernes en el caso de Alonso, no así con los múltiples achaques que sufrió Stoffel Vandoorne.
«He tenido buenas sensaciones, la verdad», ha declarado Alonso a los medios de comunicación. «Hemos podido poner mucho neumático nuevo en todas las sesiones y en todas las vueltas he arañado algunas décimas al cronómetro, no puedo sacar mucho más de lo que ya tengo entre manos. Sin embargo, aún no sabemos cuál es nuestra verdadera fiabilidad y eso será importante».
El descontento del piloto español se hizo más latente cuando habló de la posición final en parrilla. «No hay nada que celebrar siendo 13º. Todo ha salido bien, le he podido sacar un segundo a mi compañero de equipo, pero es triste estar el 13º. Se ha mejorado el comportamiento general del coche desde lo que vimos en Barcelona, pero sabemos que no somos lo suficientemente competitivos para entrar en la zona de puntos por nosotros mismos y eso no supone un avance respecto al año pasado».
Las radios del asturiano también han sido interesantes en cuanto al material que se puede sacar de ello. Alonso ha explicado en marcha que «el coche se queda sin potencia al pisar el piano de la última curva«, hecho que sugiere posibles vibraciones, además de dejar un elocuente «no puedo hacer más que esto» cuando regresaba a boxes tras el final de la Q2.
