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Lewis Hamilton desquicia a Ferrari. Crónica del GP de Italia 2018

Les tiene comida la moral. No hay otra manera de verlo. Hace apenas ocho días tuvimos un buen ejemplo, con la sesión de clasificación para el Gran Premio de Bélgica. Ferrari llevaba un fin de semana perfecto y Lewis Hamilton robó la pole con la lluvia como aliada, tal y como ocurrió previamente en el GP de Alemania. Una gran primera vuelta de Sebastian Vettel arregló el problema. Pero este domingo en Monza Lewis Hamilton volvió a dejar desnuda a la Scuderia, encaminándose así hacia un nuevo título.

Sería absurdo negar que la carrera empezó a disputarse el sábado por la tarde. No sólo las caras en el muro de Ferrari al terminar la Q3 eran un poema, la política y el mercado de fichajes fueron determinantes en cómo se produjo la primera vuelta. Numerosos fueron los medios que dejaron caer que Ferrari ya se ha decantado por Charles Leclerc para 2019. ¿Qué razón tendría Kimi Räikkönen entonces para facilitar la tarea de Sebastian Vettel cuando en sus manos tenía una ocasión de oro de alcanzar el triunfo? Y el finlandés no fue especialmente amable con su compañero, que quedó a merced de Lewis Hamilton camino de la segunda chicane.

Ahí el británico arriesgó y obtuvo premio. Mantuvo el exterior, evitó la tentación habitual de cortar la chicane para esquivar el contacto y mantener posición sólo porque «la tenía ganada» y adelantó a Sebastian Vettel, que sufrió un trompo por el contacto con el Mercedes, cayendo inevitablemente al fondo del pelotón. Pese a los daños, el alemán se recuperó aprovechando una parada gratis bajo Safety Car y con el gran ritmo del Ferrari pudo alcanzar el cuarto puesto. Pero la confianza del equipo en su primer piloto está bajo mínimos. Si en Bélgica recuperó el crédito perdido en Alemania, este tropiezo en casa cuando tantos tifosi ansiaban el doblete es una muesca terrible. Incluso la conversación de radio en la que Sebastian Vettel describía los daños de su coche y su ingeniero negaba que se viera algo en la telemetría no dio buena sensación…

Le quedaba a Ferrari la baza de Kimi Räikkönen, en estado de gracia este fin de semana. El finlandés logró devolverle a Lewis Hamilton el adelantamiento en la resalida, pero los de Maranello cayeron en la trampa estratégica planteada por el muro de Mercedes. Sabedores de que Lewis Hamilton tenía ritmo muy parecido al del finlandés, se limitaron a indicar al británico que realizara exactamente lo contrario que éste: que parara si seguía en pista y que siguiera en pista si paraba. Finalmente Ferrari llamó a Kimi, que se vio entorpecido por los mecánicos de Mercedes.

Su ritmo al salir con goma fresca tampoco fue espectacular y encima forzó demás los neumáticos, que terminó de achicharrar cuando Mercedes optó por sacrificar de nuevo a Valtteri Bottas. En Silverstone Vettel supo ser valiente y adelantarlo, pero Räikkönen carece de ese instinto en los últimos tiempos (recordemos cómo obtuvo su primer triunfo en F1 Max Verstappen) y se quedó tras la estela de su compatriota. Así, Lewis Hamilton se encontró con una víctima fácil, a la que superó en los compases finales.

La jugada le salió redonda a Mercedes, pues Valtteri Bottas alcanzó además el tercer escalón del podio pese a retrasar al máximo su parada gracias a la irresponsable defensa de Max Verstappen. Un nuevo movimiento en plena frenada para intimidar al finlandés le valió al de Red Bull una sanción de cinco segundos. Ello además regaló un puesto más a Sebastian Vettel, siendo quinto Verstappen. Daniel Ricciardo no vio la bandera a cuadros tras una rotura del motor Renault de tercera especificación, cumpliendo las profecías de la propia casa francesa. Tampoco es que a Red Bull le importe mucho: pocas opción tenían en este GP y además el australiano ya no va a recibir ningún favor, como demostró el duelo con Pierre Gasly, incluyendo dos toques entre él y su sucesor.

Romain Grosjean fue el mejor de la segunda división, pero la alegría de Haas puede durar poco ante la reclamación presentada por Renault ante las sospechas de ilegalidad del fondo plano del VF-18. Una decisión de los comisarios que se antoja crucial al haber empatado los estadounidenses con la Régie en la clasificación del Mundial. Claro que para cualquier aficionado el cuarto equipo de esta temporada será Force India: Esteban Ocon y Sergio Pérez, que remontó para llegar a meta tras su compañero, finalizaron séptimo y octavo, por delante de Carlos Sainz Jr. y Lance Stroll.

Sólo dos equipos se quedaron sin puntuar en Monza. Fueron Sauber y McLaren. Los dos con la vista puesta en 2019 sin duda, pero mientras Sauber tiene la excusa de ser un equipo teóricamente pequeño que encima se llevó un susto descomunal el viernes, cada Gran Premio anodino que pasa en Woking se afilan más los cuchillos. Que a nadie le extrañe que el test de Fernando Alonso en IndyCar esta semana sea más discreto de lo que cabría esperar, ante las tensiones internas y el recelo de tantos ‘popes’ en el Reino Unido sobre las políticas de Zak Brown

De todos modos lo importante es que tenemos de lo que hablar. Monza nos dio una carrera muy divertida, hay rumores de todo tipo aún por el paddock, una pelea jugosa sobre todos los terrenos por la cuarta plaza por equipos y ante todo una lucha por el título aún viva. Lewis Hamilton lo tiene todo de cara y su extraordinaria regularidad en las últimas pruebas invita a pensar que esto ya es suyo, pero nadie puede olvidar que el coche más rápido hoy por hoy es rojo.

Foto | Daimler

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