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Lewis Hamilton no deja escapar ni el fin de fiesta. Crónica del GP de Abu Dhabi

Normalmente las carreras con los títulos ya resueltos tienden a ser un poco imprevisibles. Sin presión, suelen ser la ocasión propicia para que aparezcan los segundos espadas, se arriesgue más de la cuenta o incluso se acumulen los abandonos por llegar todos ya muy justos a nivel material. Pero en Abu Dhabi sólo vimos este último rasgo característico, con Lewis Hamilton y Mercedes leyendo perfectamente el momento idóneo para realizar su parada en boxes y cerrar así con un triunfo su extraordinaria temporada 2018.

Una arrancada perfecta del británica, escoltado por su compañero Valtteri Bottas, cimentó su victoria en un trazado donde si no hay contratiempos resulta relativamente fácil controlar la carrera desde el liderato. Pero el inicio de la prueba fue accidentado. En un lance de carrera luchando por posición Nico Hülkenberg salió catapultado al tocarse ligeramente con Romain Grosjean, acabando su Renault volcado y contra las protecciones. Al no poder salir debido al halo, el alemán requirió de la ayuda de los comisarios y la salida del Safety Car para asegurar todo el proceso de extracción.

Con los dos Mercedes en cabeza la resalida no dio pie a grandes cambios en cabeza, pero vimos a Max Verstappen continuar con un auténtico calvario de inicio de pruebo por problemas de entrega de potencia, debiendo pelear con los Force India hasta que desde el muro le indicaron cómo desactivar un sensor fallón. A partir de ahí el neerlandés se desató, reenganchándose con facilidad al grupo de cabeza. Sin embargo esta carrera no estaba destinada a jugarse en pista y sí en el muro. El abandono por fallo mecánico del Ferrari de Kimi Räikkönen en plena recta de meta forzó un periodo de Safety Car Virtual que en Mercedes no dudaron en aprovechar.

A fin de cuentas si tienes dos caballos ganadores era lógico repartir las apuestas y los campeones del mundo optaron por llamar a Lewis Hamilton a boxes mientras Valtteri Bottas se quedaba en cabeza. El británico tuvo un momento de duda al salir de boxes, peleando con un Max Verstappen que no sólo se defendió sino que además le devolvió el adelantamiento una vez Hamilton se lanzó a por él. Pero sabedor de que llegaría su momento el inglés levantó el pie y se limitó a rodar a distancia prudencial, conservando neumáticos para cuando le tocara recuperar la punta.

Mientras que Valtteri Bottas, Sebastian Vettel y Max Verstappen pararon más o menos cuando estaba previsto, con Daniel Ricciardo Red Bull intentó ir más allá de las 25 vueltas que daban como límite las previsiones de Pirelli, liderando así el Gran Premio, pero la estrategia tampoco resultaría en exceso: sólo el excesivo desgaste en los neumáticos de Valtteri Bottas hizo que éste cayera a plomo hasta el quinto puesto. Aunque Sebastian Vettel recortó tiempo a Lewis Hamilton en la parte final y a su vez Max Verstappen hizo lo propio con el alemán, nada cambió antes de la caída de la bandera a cuadros.

Quizá Verstappen podría haber inquietado un poco más a Vettel de no haberse topado con el humeante Toro Rosso de Pierre Gasly, que manchó su visera de aceite, pero su tercer puesto fue suficiente para superar a Valtteri Bottas en la general del campeonato y quedarse a las puertas de la tercera posición del Mundial, finalmente conservada por Kimi Räikkönen. Más allá de los méritos de Verstappen y Red Bull, todo ello habla a las claras tanto de la irregularidad de los dos finlandeses como de su claro rol de segundos pilotos.

La sorpresa llegó tras los tres equipos de cabeza. Pese a que Charles Leclerc se destapó con una salida extraordinaria, su pronta parada y el rodar en tráfico redujo las opciones de Sauber de un buen resultado. Y fue Carlos Sainz Jr. quien lo aprovechó para llevarse la última ‘minivictoria’ del año, con una perfecta gestión de sus neumáticos, algo que en otras ocasiones esta misma temporada había lastrado a los Renault. El sexto puesto le dio además acceso a la décima posición en el Mundial por delante de Fernando Alonso.

El séptimo de Charles Leclerc fue insuficiente para que Sauber acabara el año por delante de Force India, pues Marcus Ericsson abandonó y Sergio Pérez terminó tras el monegasco, compensando así la retirada de Esteban Ocon. Cerraron la zona de puntos los Haas de Grosjean y Magnussen en otra carrera anodina donde el francés perdió sus opciones de un buen resultado al mostrarse poco resolutivo en tráfico. El horroroso año de McLaren y Williams acabó, como no podía ser de otra manera, fuera de los puntos, quedándose con la miel en los labios un Fernando Alonso que pasó olímpicamente de respetar los límites de la pista en las últimas vueltas.

La Fórmula 1 se despide hasta marzo (salvo por las sesiones de test), pero nos deja una sensación rara. Pudiendo haber asistido a un duelo histórico entre dos múltiples campeones del mundo como Lewis Hamilton y Sebastian Vettel, finalmente el desenlace fue mucho más soso, permitiendo que el británico sumara once triunfos y récord de puntos de una temporada, superando los 400… ¡En una temporada que empezó de forma mediocre! Sería absurdo negar los progresos de Ferrari, pero esta competición va más allá de tener simplemente un coche rápido y todo apunta a que Mercedes y Lewis Hamilton formarán el mejor equipo hasta que un nuevo reglamento baraje las cartas. Ojalá nos equivoquemos en apenas unos meses.

Foto | Daimler

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