Parecía cosa del pasado, de una etapa en la que Red Bull no sabía a pocos meses de empezar la temporada 2016, qué motorista iba a suministrarle las unidades de potencia. La FIA presionaba a los proveedores, mientras que los Helmut Marko y Christian Horner exigían en bloque la necesidad de introducir un motorista independiente para que no se volvieran a repetir situaciones como esta. Dos años después, hemos vuelto a la casilla de salida.
En plenas discusiones por conocer cómo serán los motores que protagonicen el próximo ciclo normativo, Helmut Marko ha saltado a la palestra de nuevo llevando a la superficie la necesidad de que la Fórmula 1 encuentre un proveedor de motores independiente que traiga un producto robusto, simple y barato, rebajando los costes por debajo de los 10 millones de euros, cifras que en la actualidad no parecen posibles con las unidades híbridas V6 Turbo.
De nuevo la amenaza directa por parte de Red Bull Racing de que si no se toman las medidas pertinentes a finales de esta misma temporada (mirando obviamente hacia 2021), el futuro de la escudería de las bebidas energéticas no está asegurado. Al menos podemos decir que Red Bull ha ocupado ya oficialmente el puesto crítico y amenazador en el que ha estado la Scuderia Ferrari.
Por lo menos en el año 2021 debe haber un proveedor de motor independiente en la Fórmula 1. Esto es más que necesario y el motor debe ser simple, robusto y con un coste menor de 10 millones de euros. Estamos hablando de un motor mucho menos sofisticado que los que tenemos actualmente. Hay bastantes compañías que lo pueden hacer. Por lo tanto, esperamos que los nuevos propietarios con la FIA, encontrarán una solución al final de esta temporada. Si esto no ocurre, nuestra presencia en la Fórmula 1 no está asegurada.
Vía | ESPN
