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¿Visibilidad o dinero? La IndyCar se mueve en dirección opuesta a la F1 con sus derechos televisivos

Los que seguisteis nuestra cobertura previa a las pasadas 500 Millas de Indianápolis estaréis más que al tanto de la situación política y la salud general de la IndyCar. Una especialidad que sufrió una terrible guerra civil entre 1996 y 2007 tras ‘The Split’ y aún busca recuperarse mientras las audiencias televisivas y los ingresos de patrocinadores siguen cayendo. Pero hay signos positivos y uno de ellos es el nuevo acuerdo televisivo firmado con NBC.

Desde 1965 los derechos de las 500 Millas de Indianápolis han estado en manos de ABC. Y por extensión un puñado de carreras de IndyCar también. Sin embargo en 2009 la IndyCar firmó un acuerdo con Versus, plataforma de pago, para cubrir el resto del campeonato. Y esa plataforma con el tiempo pasó a formar parte de NBC. Así que en los últimos años la IndyCar venía siguiéndose en abierto por un grupo de comunicación y en cable por otro.

La diferencia venía siendo notable. Mientras que NBC se curraba sus retransmisiones con periodistas especializados (Leigh Diffey y Robin Miller) y pilotos carismáticos (Paul Tracy y Townsend Bell), ABC trataba su producto histórico con desgana, equipos compuestos por auténticos paracaidistas que iban y venían sin criterio alguno y audiencias desastrosas. Así que con el fin del actual contrato televisivo la IndyCar Series tenía entre manos una auténtica patata caliente: seguir con un socio histórico que paga bien o apostarlo todo a una única carta.

Al final los hombres liderados por Mark Miles se han decidido por esta última opción. NBC ofrecía aparentemente menos dinero y sólo tres años de contrato, hasta 2021. Pero a cambio emitirá hasta ocho carreras en abierto cada temporada (ABC daba sólo cinco) y sobre todo la nueva cadena se compromete a darle bombo a las 500 Millas de Indianápolis en todos sus ámbitos de acción (anuncios, telediarios, programas no deportivos, marquesinas…). Y es posiblemente ésta la lección que debe tomar la Fórmula 1 de cara a decidir su futuro audiovisual.

Ofrecer un streaming de pago como es F1 TV está bien para el aficionado ya fidelizado. Incluso se puede argumentar que hoy por hoy la juventud se entera de estas cosas por redes sociales, no por televisión. Pero los medios de comunicación tradicionales siguen pudiendo ofrecer una ventana de exposición enorme. Si el modelo de negocio de Liberty Media pasa por apostarlo todo al streaming de pago corre el riesgo de no llegar a nuevo público. Y en países como España una hipotética llegada de F1 TV tampoco solucionaría gran cosa al ser Movistar también de pago y para un público potencial reducido, si bien Telefónica sí ofrece visibilidad en anuncios fuera de MovistarTV. Cierto es también que en otros países como Francia han empezado a llegar a soluciones de compromiso con algunas carreras volviendo a ser emitidas en abierto.

En todo caso será interesante seguir la evolución de la IndyCar Series los próximos tres años y comprobar si haber renunciado a una buena cantidad de dinero y un socio fiel, aunque con sus defectos, merece la pena.

Foto | IndyCar Media

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