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9 razones por las que amo (y a la vez odio) los faros LED

Los faros LED completos son una realidad. Cada vez son más los vehículos que utilizan faros LED, a menudo de serie en gamas intermedias, u opcionales con un coste bastante razonable. A priori, los faros LED son todo ventajas. Y digo a priori porque no estoy de acuerdo con esa afirmación, al menos después de haber probado bastantes coches con diferentes sistemas de iluminación LED. Hasta el punto en que los mejores faros que he probado hasta la fecha eran LED y también los peores, algunos faros con los que sinceramente no me he sentido seguro conduciendo por la noche en carretera a velocidades legales.

Aún no nos hemos acostumbrado a la irrupción de los faros LED y ya hay coches rodando por España con faros láser.

La proliferación de estos faros LED y el hecho de que cada vez sean más comunes ha llegado, incluso, a cambiar nuestros hábitos de trabajo. Hasta ahora un servidor no tenía la costumbre de salir a probar un coche por la noche. Y cuando digo probar un coche por la noche me refiero a buscar vías secundarias y autopistas sin iluminar para probar a fondo su sistema de faros, salvo en aquellas ocasiones en las que estos aportasen algo nuevo a lo que ya habíamos probado hasta la fecha. Y cuando aún apenas nos hemos acostumbrado a la irrupción de los faros LED, por España ya ruedan coches con faros láser, el siguiente paso adelante en el desarrollo de la tecnología de iluminación de nuestros coches.

Y en esa mi relación de amor y odio con los faros LED reconozco que recomendaría pagar miles de euros, en algunos casos, por un buen sistema LED. Y también que renunciaría a ellos, o incluso optaría por una línea de equipamiento más básica – cuando estos son de serie en líneas más completas – y hasta llegaría a renunciar a comprar a algún coche por el mero hecho de emplear unos faros LED que no me convencieran.

Ventajas de los faros LED: longevidad, eficiencia, diseño, versatilidad para ofrecer funciones adaptativas, tono…

1. El primer punto a favor de los faros LED es su eficiencia. Sí, los faros LED son muy eficientes, muchísimo más que las bombillas halógenas y los faros de xenón. En un momento en que la eficiencia energética se ha convertido en la máxima prioridad del fabricante y del cliente, es necesario ahorrar al máximo energía, que un coche con motor de combustión se traduce en ahorro de combustible. Es cierto que los faros no supondrán el mayor consumo energético de nuestro coche, pero sí son un factor importante que no hemos de menospreciar. Nissan nos aseguraba en su presentación del nuevo Qashqai que sus nuevos faros LED necesitan un 50% menos de energía que unos faros de xenón equivalentes. Los xenón que, a pleno rendimiento, también son más eficientes que los faros halógenos.

2. El segundo punto a favor de los faros LED es su vida útil. Su duración teórica está en el orden de miles y decenas de miles de horas. Lo que prácticamente debería cubrir la vida útil de un automóvil. Por otro lado, salvo problema eléctrico, los faros LED no se funden, como un faro incandescente convencional. Al final de su vida útil su luz pierde intensidad progresivamente.

3. Pero la tecnología LED también acarrea diferentes problemas térmicos. Por un lado, la iluminación necesaria para un faro es tan potente que genera temperaturas muy elevadas el proyector de LED. Para solucionarlo, los fabricantes tienen que idear diferentes sistemas de refrigeración pasiva y activa para aliviar el calor generado. Por otro lado, los faros LED no generan calor en la superficie transparente del faro. Con lo cual la iluminación en zonas muy frías y nevadas puede verse perjudicada, sobre todo si tenemos en cuenta que la tecnología de faros LED también ha llevado a prescindir de lavafaros en muchos casos.

Los faros LED son una oportunidad, que los fabricantes no han de perder, para desarrollar sistemas con funciones adaptativas avanzadas.

4. Los LED también añaden versatilidad en el diseño de automóviles. Pensad que gracias a los proyectores LED se pueden diseñar faros más estrechos y formas caprichosas que de alguna manera definan la imagen de una marca.

5. Ten en cuenta que no todos los faros LED son faros LED completos. Es decir, en ocasiones la tecnología LED se combina con lámparas de descarga, de xenón, o incluso halógenos. Este aspecto también es importante tenerlo en cuenta.

6. Mayor versatilidad para funciones avanzadas. En mi opinión la gran ventaja de los faros LED, con mucha diferencia, está la versatilidad que aporta a la hora de ofrecer funciones avanzadas, como la capacidad adaptativa de los faros. Por esa razón no entiendo unos faros LED sin funciones adaptativas. Hasta ahora los mejores que he probado han sido los ofrecidos por algunas marcas premium, como Mercedes-Benz y sus Intelligent Light System. Estos faros son capaces de ofrecer una iluminación de largo alcance semi-permanente, que trabaja de forma que en el momento en que nos encontremos con otro coche en la carretera adapten el haz de luz para evitar su deslumbramiento, pero a la vez mantengan su largo alcance para iluminar el área de la carretera en el que no hay coches y la señalización de tráfico más alejada (ver vídeo más abajo).

En algunos casos, hemos probado faros LED cuya luz de cruce ofrece un alcance realmente pobre en comparación con xenón y halógenos.

7. ¿Y por qué mi odio a estos faros? La razón es tan sencilla como que en muchos casos el alcance de la iluminación de algunos faros LED resulta insuficiente para conducir con seguridad y comodidad a velocidades legales. Hablo de 120 km/h en autovía y autopista. La iluminación en los primeros metros, en todos los casos, es excelente. Pero a menudo te encuentras con que a una distancia a la que unos faros halógenos o xenón iluminarían perfectamente, la iluminación que ofrecen estos faros LED es bastante pobre. Por eso me parece tan importante probar unos faros LED antes de equiparlos en nuestro coche, o al menos hacer una lectura de las opiniones de gente, ya sean periodistas, o propietarios en foros, acerca de su experiencia. Aunque lo ideal sigue siendo realizar una prueba nocturna para tener una impresión personal.

8. Por suerte también es habitual que muchos faros LED modernos ya cuenten con un dispositivo de conexión y desconexión automática de los faros de largo alcance. Este sistema es realmente útil, y los faros LED de largo alcance sí que suelen contar con suficiente potencia como para mejorar la distancia iluminada respecto a unos faros halógenos. Pero este automatismo no puede suplir jamás la falta de alcance de la luz de corto alcance.

9. Entre otras ventajas que habitualmente se mencionan, el tono blanco de la iluminación LED, que ciertamente es agradable y, al menos en mi impresión, reduce el cansancio visual cuando tenemos varias horas de conducción nocturna por delante.

Conclusión: es importante probar unos faros LED antes de escogerlos y asegurarse de que la iluminación nos parece correcta y de suficiente alcance. Como clientes, nosotros no hemos de adaptarnos a un tipo de faros concretos. Los faros que nos proporcione el cliente son los que nos tienen que ofrecer una buena experiencia de conducción nocturna. Y decir que unos buenos faros, con funciones adaptativas y por caros que sean, suelen merecer hasta el último euro que invirtamos en ellos.

En Diariomotor: BMW Laserlight: 11.570 euros por los faros más sofisticados del mercado

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