Recorremos los 38 años de historia del BMW Serie 7 en imágenes

El primero de la historia. El BMW Serie 7 (código E23). Su antecesor fue el conocido como BMW New Six y fue producido desde 1977 a 1987.

El primer BMW Serie 7 destacó por la introducción de los primeros sistemas de inyección digital Bosch Motronic, «check control» para la gestión de averías del motor, y elementos de confort como asientos eléctricos y calefactados o un revolucionario sistema de climatización.

En 1986 se presenta la segunda generación (E32) del BMW Serie 7 apostando por la oferta de un importante arsenal tecnológico. BMW convirtió al Serie 7 en su mejor escaparate.

El arsenal tecnológico parecía de ciencia ficción con la irrupción del control de estabilidad, climatización multizona o enfriador para recipientes. Además, en plena ebullición de las telecomunicaciones, el BMW Serie 7 E32 podía instalar teléfono satélite y fax.

El crecimiento bajo el capó era imparable. Con el lanzamiento del BMW 750i L el BMW Serie 7 era capaz de alcanzar los 300 Km/h gracias a su nuevo motor V12 de 300 CV, aunque fue el primer BMW en adherirse al acuerdo de autolimitar la velocidad a 250 Km/h por seguridad.

De 1994 a 2001 el BMW Serie 7 estuvo representado por la generación E38. Su mayor reto fue ofrecer una gama de motores increíblemente amplia para la época, lanzando las primeras motorizaciones diésel con potencias de hasta 245 CV.

Es en esta generación cuando BMW ofrece mayor énfasis en su versión de batalla extendida, especialmente la asociada al motor gasolina V12 de 5,4 litros. Este motor llegaría a montarse en el mismísimo Mclaren F1.

Una vez más, el BMW Serie 7 defendió su apuesta como escaparate tecnológico. Si importante fue la introducción del control de crucero o airbags de cortina, todavía lo fue más la llegada del sistema de navegación mediante guiado GPS.

Con la llegada de los BMW Serie 7 E65/E66 (de 2002 a 2009), todos nos quedamos perplejos ante el importante cambio de rumbo introducido por el entonces jefe de diseño de BMW Chris Bangle. Sus aristas y ángulos todavía hoy son fácilmente reconocibles. Esta generación fue la encargada de llevar los faros de Xenon a un vehículo de producción en serie por primera vez.

Aunque esta generación del BMW Serie 7 fue sumamente criticada, lo cierto es que su diseño permitió a BMW abandonar el clasicismo que se había mantenido en sus anteriores generaciones. Más tarde llegaría un restyling que matizaría todos los riesgos corridos por Bangle. También es digno de mención el BMW Hydrogen 7, 100 unidades construidas para convencer al mundo para cambiar el uso de gasolina por Hidrógeno en los motores de explosión. Tiempo después el proyecto fue abandonado ante la falta de apoyos más allá de Mazda.

Pero si arriesgado fue su diseño exterior, aún lo fue más la introducción por primera vez del sistema iDrive de BMW. Era la primera vez que un único mando lo controlaba todo. El sistema no era todo lo intuitivo que se le presuponía y tuvo numerosos problemas, sin embargo fue el pionero de la revolución multimedia que aún hoy sigue confiando en planteamientos muy similares a este sistema iDrive.

BMW Serie 7 F01/02 (de 2008 a 2015). BMW recuperaba los patrones estilísticos de los Serie 7 de antaño, dejando todo el protagonismo en los innumerables avances, sistemas de seguridad y tecnologías introducidas. Sus genes no podían tener mayor solera, pues la plataforma empleada es la misma en la que se sustenta la Rolls-Royce moderna.

En esta nueva generación, BMW estaba obligada a demostrar que su dominio del infoentretenimiento mediante el sistema iDrive era muy superior. Gracias a la conexión a internet y una importante mejora de todas sus funciones incluyendo novedades como la visión nocturna, el sistema de BMW se convierte en una de las referencia del segmento.

Otro de los pilares en los que se sustenta el BMW Serie 7 de quinta generación es el programa BMW Individual, donde la firma de Munich permite alcanzar un sinfín de configuraciones y personalizaciones para interior y exterior. Sólo el presupuesto parece ser una barrera en este tipo de programas que cada vez gozan de mayores posibilidades.

Los híbridos comienzan a ser una alternativa real. Con la llegada del BMW ActiveHybrid 7 no se esperan grandes ventas, sólo hacer ver que el proceso de downsizing es irreversible y la máxima eficiencia es ya una prioridad.

He aquí al BMW Serie 7 2016 (código interno G12). Grandes avances en todos los campos e idéntica sobriedad en todos sus rasgos. Su llegada al mercado se produce en el momento más complicado posible por culpa de una competencia que no tiene límites a la hora de ofrecer innovaciones y con el Mercedes Clase S como mejor ejemplo.

Oculta bajo su estructura tenemos el Carbon Core, el primer chasis multimaterial fabricado con fibra de carbono, aluminio y acero. El BMW Serie 7 2016 quiere destacar por agilidad y eficiencia, y este nuevo diseño será un punto clave para conseguirlo.

Como con cada nueva generación, el BMW Serie 7 tiene que conseguir ser el primero en muchas cosas. Desde hace varias generaciones BMW se ha propuesto liderar la oferta multimedia, trayendo ahora el control gestual al sistema ConnectedDrive (sustituto natural del BMW iDrive) como uno de los avances más importantes en este campo para simplificar acciones y limitar las distracciones al volante.

Pero si hay algo que puede dejarnos con la boca abierta, eso será ver al nuevo BMW Serie 7 2016 aparcar solo sin que haya nadie dentro del habitáculo. Un mando especial te permitirá aparcar con pulsar un solo botón.