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Un paseo por Seúl y los barrios que inspiraron Gangnam Style

Visitamos Corea del Sur, paseamos por el distrito de Gangnam y os hablamos de sus coches. | Por David Villarreal

Hace unas semanas nos llegaba una invitación de esas que difícilmente podríamos rechazar. Hyundai nos invitaba a visitar su país, Corea del Sur, lo cual nos brindaba una oportunidad única de conocer mucho acerca de esta marca, que tanto nos ha sorprendido en Europa por la evolución que han protagonizado a lo largo de los últimos años. Pero la oportunidad de visitar Corea del Sur nos ofrecía un aliciente aún mayor, conocer un país, una cultura y una industria del automóvil que se propuso dominar el mundo.

Un país que a mediados del Siglo XX tuvo que reconstruirse desde sus cimientos, que vive bajo la continua amenaza del oscuro régimen de Corea del Norte y que a día de hoy se ha convertido en referencia y modelo a seguir, no solo por su boyante industria automovilística, sino también por sus tecnológicas y por fabricantes de gadgets y telefonía móvil que amenazan el quasi-monopolio de Apple.

La relativa cercanía con Japón puede disuadirnos de conocer una ciudad que no duerme, una cultura rica y milenaria, un pueblo acogedor y muy europeo en su trato con los visitantes, una gastronomía colorida, kimchi, sabrosas sopas que resucitan a un muerto y arroz con salsa picante. ¿Nos acompañáis en nuestro paseo por las calles de Seúl y el distrito de Gangnam?

Hyundai Equus, la berlina Gangnam Style. Ni deportivos ni Mercedes SLK. El coche por excelencia en el distrito de Gangnam, en Seúl, es el Hyundai Equus. Los barrios más adinerados de la capital de Corea del Sur se mueven al son de este inmenso sedán que supera con creces los 5 metros de longitud, con el porte de un Mercedes-Benz, puro lujo asiático.

El distrito de Gangnam. Efectivamente Gangnam es algo más que el tema de moda de PSY. Gangnam es el distrito financiero de Seúl y una de las zonas más chic y modernas de la capital coreana.

SsangYong Chairman. En Europa SsangYong tiene muy buena reputación por sus todocamino y también por vehículos muy espaciosos, prácticos y asequibles, como el Rodius. Pero en Corea del Sur no quisieron desaprovechar la oportunidad de contar con una verdadera berlina de lujo con genes Mercedes-Benz, un anti-Equus, el Chairman.

El lujo europeo. No puedo evitar sentir envidia por el chovinismo que evoca el parque automovilístico surcoreano. Desde sus inicios, el pueblo coreano ha sido fiel a los productos locales, desarrollados y fabricados en casa, pero inevitablemente el lujo europeo sigue siendo el elegido por su distinción y exclusividad. En el barrio de Gangnam todas las marcas europeas tienen su concesionario, incluidos Jaguar, Porsche y Lamborghini.

Chevrolet Spark Transformers Edition. Por las calles de Seúl nos encontramos con una rareza. Chevrolet no quiso desaprovechar la ocasión de amortizar aún más el product placement de la franquicia Transformers con varias ediciones limitadas de sus modelos, con una decoración tan peculiar como la de este Spark, por cierto, muy molón.

Fieles al sedán. El coche dominante en el área metropolitana de Seúl y alrededores es la berlina de cuatro puertas. Los Equus aportan distinción y las amplias avenidas y autopistas que rodean uno de los espacios urbanos más poblados del mundo, propician la abundancia del sedán, de modelos como el Hyundai Grandeur (Azera) y el Kia K7 (Cadenza).

Kia Opirus. De Corea del Sur me sorprendieron varias cosas, la primera, la juventud del parque automovilístico. Pero aún más sorprendente es el buen estado de conservación de algunos coches entrados en años. Es cierto que este Opirus es relativamente moderno y se mantuvo en los concesionarios coreanos hasta hace unos años, pero no por ello resulta menos llamativo encontrarnos con una unidad impecable como esta que “cazamos” por las autopistas que rodean Seúl.

Aunque el producto surcoreano siga dominando, también nos encontramos con algún modelo de lujo japonés. En Corea del Sur aún sigue habiendo reticencias ante todo lo que llegue de sus “vecinos” del Norte, por una historia cargada de invasiones militares, pero en cualquier caso la cercanía hace que el producto japonés también campe a sus anchas en Seúl.

Kia Ray. Aquel que visita por primera vez Corea del Sur llega con una imagen preconcebida del país que poco o nada tiene que ver con la realidad de este. Tal vez esperamos un país que guarde muchas similitudes con Japón. Al menos en lo que respecta al parque automovilístico, existen pocos nexos con el parque japonés, aunque sí se pueden ver algunos coches de influencia nipona, como este Kia Ray de tipo kei-car.

Nissan Cube. Y como excepción que rompa la anterior regla, nos encontramos con alguna rareza japonesa.

El precio del combustible en Seúl es muy parecido al de España y en general al de la mayoría de los países europeos. Actualmente, el litro de gasolina ronda los 2.000 won, es decir, aproximadamente 1,38 euros.

Hyundai Equus. Una vez más nos sorprende lo rejuvenecido que luce el parque automovilístico de Corea del Sur y lo bien conservados que están los veteranos. La joven que pasea en segundo plano nos ofrece un fiel reflejo de la sociedad de Corea del Sur, la atracción de los gadgets, los smartphones y los tablets hasta un punto casi obsesivo. Muchos fabricantes anticipan sus lanzamientos en Corea, de forma que el éxito o el fracaso de un producto en este país adelante lo que sucederá en el resto del mundo. Es realmente complicado encontrarte con un coche en Seúl que no lleve sistema de navegación, ya sea integrado o acoplado al parabrisas. Algunos transportes profesionales, como taxis, llevan incluso varios tablets adosados al parabrisas, dificultando en muchos casos la visibilidad.

El peligro de los “hermanos” del norte. La amenaza de la guerra con Corea del Norte se hace patente cuando paseamos por Seúl. Las fuerzas de seguridad realizan continuos simulacros de ataque y las líneas de metro están preparadas para servir como refugio en caso de un ataque con misiles. En los andenes incluso se dispensan máscaras de gas por si fuera necesario utilizarlas.

Seúl, Ciudad Capital. Seúl es uno de los casos más llamativos y ejemplares de la reconstrucción de una ciudad tras una guerra como la que asoló Gyeongseong, anteriormente conocida como Ciudad Capital y ahora como Seúl, tras la Guerra de Corea en los años 50. Hoy en día Seúl tiene una de las áreas metropolitanas más pobladas del mundo, gracias al esfuerzo de varias décadas de trabajo, hormigón, tecnología y acero, el mismo que utilizan los coches con los que desde hace años han iniciado su peculiar dominación de la industria del automóvil.

Seúl no solo son rascacielos, en la zona antigua también hay pequeñas viviendas unifamiliares y edificios pequeños, como estos en construcción, para los negocios locales. La maquinaria de trabajo, Hyundai, para variar.

Hyundai, Hyundai y más Hyundai. Fabrican coches, maquinaria, acero, e incluso la cadena de tiendas más popular en Corea del Sur – similar a El Corte Inglés español – se llama Hyundai Department Store. En cualquier caso esta empresa no tiene vinculación alguna con Hyundai Motor Company.

Chevrolet, por las conexiones de General Motors con Corea del Sur y Daewoo, es una de las marcas extranjeras con más presencia en el país. En Seúl es fácil encontrarte con furgonetas de reparto muy pintonas, como esta Chevrolet rebajada y con llantas deportivas que tenía una pinta soberbia.

Hyundai Genesis Coupe. Sin llegar al extremo de Oriente Próximo, Seúl no destaca por el colorido de sus coches. Más del 90% de los coches son blancos, grises o negros. Los autobuses sí utilizan colores más vivos y muchos taxis son naranjas. Pero entre tanta frialdad siempre hay alguien dispuesto a llamar la atención.

¿Llantas OZ doradas para tu Porsche 911 Turbo Cabriolet? A este deportivo alemán que cazamos en Gangnam le sentaban bastante bien.

Hablando de llantas, podríamos estar discutiendo un buen rato sobre las utilizadas por este SsangYong Korando avistado en Seúl. Pero el detalle con el que nos quedaremos lo tenemos en ese retrovisor que se aprecia en su portón trasero, que gracias a un sistema de espejos intenta ampliar nuestro campo de visión de la trasera para facilitar el aparcamiento y evitar atropellos. Todos los grandes SUV y monovolúmenes de Corea del Sur equipan una cámara trasera o un retrovisor de este tipo.

Visión global. Si visitas Seúl, es muy recomendable subir a la famosa N Tower, un centro de observación en el que podemos disfrutar de vistas tan espectaculares como estas.

N Seoul Tower. Esta torre de 236 metros de altura se eleva a unos 500 metros sobre el nivel del mar. Se trata del punto más elevado de Seúl y además cuenta con un restaurante giratorio.

¿Mercedes o no? Aunque lo que veas en esta fotografía te parezca un Mercedes Clase S noventero, en realidad estamos ante un SsangYong Chairman de primera generación. Este modelo se basaba en la plataforma del Clase E de la época, aunque su aspecto y sus dimensiones trataban de situarlo como un Clase S coreano. No nos olvidemos de que SsangYong trabaja habitualmente con licencias de Mercedes-Benz.

Seúl, ciudad de contrastes. La estampa más común de la capital de Corea del Sur es la de los templos milenarios alrededor de los cuales se levantan inmensos rascacielos, hoteles, centros de convenciones y edificios de oficinas. Es el caso del templo de Bongeunsa, en pleno distrito de Gangnam. La mitad de los surcoreanos reconocen profesar alguna filiación religiosa, y de estos, la mitad se declaran budistas.

Las motocicletas son importantes para moverse por Seúl, pero lo cierto es que resulta sorprendente que con la congestión del tráfico de la ciudad (en hora punta, recorrer poco más de diez kilómetros nos puede llevar una o varias horas) el uso de ciclomotores y motocicletas no esté tan extendido como en otras capitales asiáticas.

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