El encargo de este proyecto fue a parar a Ferdinand Porsche, quien desarrollaría el Kdf-Wagen (Kraft durch Freude: ‘fuerza a través de la alegría’), aunque jamás sería reconocido con ese nombre ya que el grueso de la población terminó por referirse al vehículo como «Volkswagen».
Porsche contó con todo cuanto fue necesario en materia de inversión, mano de obra e infraestructura para el desarrollo y fabricación del kdf-wagen, siendo el propio Hitler quien pulió los diseños finales de Porsche de cara a su producción en serie. Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial la producción del Volkswagen Tipo 1 quedó congelada ya que se destinó el grueso de sus unidades a la adaptación para los vehículos militares Kübelwagen y Schwimmwagen, lo que impidió que el vehículo de serie llegara a las calles y por ende a sus clientes.
Con el triunfo de los aliados, los ingleses tomaron el control de la factoría para retomar la producción y recuperar el proyecto del kdf-wagen. Tras la reanudación de las líneas de montaje en 1945 el éxito del Volkswagen no tardó en llegar y poco a poco comenzó a expandirse por diferentes mercado en Europa forjando una imagen de calidad y robustez poco habituales para aquella época. Esa expansión también provocó que el kdf-wagen fuese conocido por múltiples apodos: Escarabajo, Beetle, Coccinelle, Sapo, Vocho…
Con el paso de los años el Volkswagen Beetle vería como sus competidores le iban ganando terreno en tecnología, seguridad y motorizaciones, sin embargo fue capaz de mantenerse en producción hasta Junio de 2003 cuando fue fabricada la última unidad del Volkswagen Escarabajo en la planta de Volkswagen en México. Cuando el empuje del Escarabajo comenzó a desfallecer, Volkswagen se hizo con el control de Auto Union y NSU a finales de los años ’60, un movimiento que buscada aportar tecnologías y capacidad de desarrollo para nuevos modelos y mecánicas ya que Volkswagen necesitaba urgentemente un sustituto para el diseño y la tecnología del Escarabajo.
De esta forma nacieron los Volkswagen K70 (desarrollado íntegramente por NSU) y Volkswagen Passat, sin embargo el gran lanzamiento llegaría en 1974 con la aparición del Volkswagen Golf junto a un nuevo motor motor de 4 cilindros para posicionar a Volkswagen de nuevo en el mercado con un producto que buscaba repetir los valores del Escarabajo y su éxito comercial.
En materia de ingeniería, Volkswagen ha apostado por la oferta de soluciones técnicas realmente novedosas en el mercado como han sido los motores de diseño en W o las cajas de cambio de doble embrague.
Mientras los motores en W se han convertido en el sello de altas prestaciones y refinamiento de algunos de los modelos más potentes del grupo, las transmisiones de doble embrague son un elemento presente ya en toda la gama.
Grupo Volkswagen
El Grupo Volkswagen (en alemán Volkswagen Aktiengesellschaft, que significa Volkswagen Sociedad Anónima y puede abreviarse como Volkswagen AG) es el grupo automovilístico con mayor volumen de fabricación del mundo, por delante de Toyota y Ford. El Grupo Volkswagen opera actualmente en 122 plantas de producción en todo el mundo, contando con más de 302.000 empleados y produciendo unos 10.8 millones de vehículos (en 2018). Además, está involucrado en servicios relacionados con los productos del Grupo (gracias a su división financiera).
¿Qué marcas son del Grupo Volkswagen?
El Grupo Volkswagen es propietario de 13 fabricantes procedentes de siete países europeos: Volkswagen -la matriz del grupo y principal fabricante por volumen de ventas-, Audi, Bentley, Bugatti, CUPRA, Lamborghini, Porsche, SEAT, Škoda, Volkswagen Vehículos Comerciales, Scania, MAN, Ducati e Italdesign Giugiaro.
Tras la fundación de Volkswagen en 1937, la compañía creció de forma significativa en las décadas de 1950 y 1960, pudiendo comprar Auto Union (posteriormente denominada como Audi) en 1965. Volkswagen adquirió SEAT en 1986 y Skoda en 1994. Posteriormente, se hizo con Bentley, Bugatti y Lamborghini en 1998, Scania en 2008 y Porsche, Ducati y MAN en 2012.
El crecimiento y la organización del Grupo Volkswagen se basa en dos pilares:
1 – Mantener la identidad de cada marca como entidad independiente, compitiendo abiertamente en el mercado con las demás.
2 – Compartir todo el desarrollo de plataformas, mecánicas, chasis y software para generar economías de escala y reducir los costes de producción unitarios al mínimo.
Esta combinación hace que coches que comparten el 75% de sus piezas como el SEAT Ateca y el Skoda Karoq, el Volkswagen Polo y el SEAT Ibiza, entre otros muchos ejemplos, se perciban como coches muy diferentes y rivales entre sí con su propia personalidad. Esto es lo que hace posible que todos sean competitivos y todos tengan su lugar en el mercado.
Dentro de la política de desarrollo tecnológico de Volkswagen, cada nueva solución técnica queda al alcance de todo el grupo, de tal forma que podemos ver soluciones técnicas de Porsche aplicándose en Bentley o de Audi aplicándose en Lamborghini, sin que se produzca una canibalización entre las marcas en el mercado.
Dieselgate: el escándalo de Volkswagen
Volkswagen, al igual que el grueso de fabricantes del Grupo Volkswagen, también se ha caracterizado por el amplio uso de mecánicas diésel (TDI), motores que se convirtieron en una se las señas de identidad del grupo automovilístico. Sin embargo, en 2015 la Agencia Medioambiental Norteamericana (EPA) destapó un escándalo que salpicó a los fabricantes Volkswagen, Audi, Porsche, Seat y Skoda donde se demostró el uso de un dispositivo creado en 1999, en colaboración con Bosch, que alteraba el funcionamiento del propulsor para homologar emisiones menores a las reales, afectando a 11 millones de motores en todo el mundo.
El caso, comúnmente llamado como Dieselgate, supuso un duro revés para el grupo automovilístico alemán. Trajo durísimas consecuencias como la llegada de grandes multas (1000 millones de euros en Alemania o 4300 millones en EEUU), indemnizaciones a clientes, procesos de recompra de vehículos, millones de vehículos llamados a revisión, la dimisión de Martin Winterkorn como CEO del Grupo Volkswagen, la detención del CEO de Audi, Ruper Stadler,… incluso la retirada de la gama diésel en Estados Unidos. Este ha sido, sin duda, uno de los sucesos que más ha pesado en la mala imagen que hoy en día se tiene del diésel, y en su demonización. La sombra del fraude de los motores diésel incluso se extendió hacia otros fabricantes como Renault, Mercedes-Benz o Suzuki.
La apuesta eléctrica y la gama Volkswagen ID
Como respuesta al escándalo del Dieselgate, Volkswagen ha presentado un ambicioso plan de electrificación de su gama. La nueva línea de productos 100% eléctricos se denomina Volkswagen ID y está compuesta por diferentes vehículos que irán saliendo al mercado en los próximos años, con el objetivo de convertirse en el mayor fabricante del mundo de vehículos eléctricos.
La gama ID es no sólo es un ambicioso plan de futuro para la marca Volkswagen, también es un lavado de imagen colosal para intentar dejar atrás la pésima imagen de marca que ha dejado el escándalo Dieselgate con su fraude en las pruebas de emisiones.
Para conseguir sus objetivos, Volkswagen invertirá alrededor de 44.000 millones de euros en los próximos años, en una transformación que muchos ya aseguran es tan importante, o más, que el salto que se produjo entre el Volkswagen Beetle y el Volkswagen Golf. De hecho, Volkswagen ya esté planteando el fin de los motores de combustión interna de cara al año 2026.
Por este motivo, Volkswagen está comenzando a definir su red de producción de coches eléctricos, que pretenden sea la más grande de Europa, y en la que las fábricas alemanas serán las que lleven el protagonismo.
Todos los vehículos de la familia ID comparten una única plataforma, denominada MEB, cuya versatilidad permite la creación de diversos modelos muy heterogéneos sobre la misma base.
El Volkswagen ID.3 es el primero en llegar al mercado. Se trata de un coche compacto del tamaño de un Volkswagen Golf pero con la amplitud interior de un Passat gracias al ahorro de espacio que supone su plataforma 100% eléctrica. El ID.3 promete una autonomía de hasta 550 km WLTP gracias a su batería de 77 kWh utilizables, si bien estará disponible con baterías más pequeñas, menor autonomía y también menor precio.
El Volkswagen ID.Buzz sería la versión eléctrica de su clásica furgoneta Bulli y viene a cubrir el concepto de vehículo familiar muy espacioso, de estilo monovolumen, pero llevado al extremo en su espacio interior gracias al fondo totalmente plano que facilitan las baterías. El ID.Buzz tiene vocación de furgoneta Camper además de monovolumen y promete llegar con la conducción autónoma al 100%.
El Volkswagen ID.Crozz es un SUV de tamaño mediano. De momento se trata de un protitipo sin pilar central y con la idea de una conducción autónoma, sin emisiones y un interior muy grande y configurable, con más de 500 km de autonomía entre recargas.
El Volkswagen ID.Vizzion sería el equivalente eléctrico a una gran berlina de lujo en la que el confort y el espacio son los protagonistas. Precisamente por sus formas muy aerodinámicas, está previsto que su autonomía alcance los 665 km entre recargas.
El Volkswagen ID.R es un vehículo deportivo de altas prestaciones pensado para circuito, pero también está basado en la misma plataforma MEB que los demás. Con este vehículo ya construido, Volkswagen ha batido diferentes récords en carreras tan míticas como la subida a Pikes Peak o la vuelta rápida en Nürburgring (6:05,336), demostrando que un vehículo 100% eléctrico puede ser extremadamente rápido contra el crono.
Modelos históricos de Volkswagen
Volkswagen Escarabajo: el primer Volkswagen y el que ha estado en fabricación por más tiempo. Un símbolo de los inicios de Volkswagen que a día de hoy se ha convertido en clásico con dos generaciones modernas conocidas. Todavía hoy sigue siendo un referente en su clase en materia de diseño, sin embargo es el modelo clásico el que todavía goza del carisma y devoción que lo convierten en un clásico cotizado en sus versiones más antiguas y especiales.
Volkswagen Golf: tuvieron que pasar 28 años de producción ininterrumpida para conseguir superar la cifra de producción de su antecesor, el Escarabajo. Desde su aparición el Volkswagen Golf ha sido siempre el principal estandarte de Volkswagen como fabricante, habiendo presentado ya siete generaciones del modelo y siendo uno de los más importantes referentes entre los automóviles compactos.
Volkswagen Passat: la primera berlina de Volkswagen, lanzada al mercado gracias a la tecnología y experiencia de los fabricantes NSU y Auto Union. El primer Volkswagen Passat salió a la venta en el año 1973, convirtiéndose en uno de los modelos más internacionales de Volkswagen y siendo también conocido como Santana, Quantum, Dasher, Magotan, Carat y Corsar.
Volkswagen Transporter: junto al escarabajo se trata de otros de los modelos más representativos de Volkswagen desde que fuese lanzada al mercado su primera generación en 1950. Las generaciones T1 y T2 son las más reconocibles ya que se las asociado a diferentes movimientos sociales y culturales.
Volkswagen Phaeton: el proyecto más costoso de Volkswagen para dar un paso adelante en su reposicionamiento como fabricante premium. Una berlina de representación desarrollada junto al Bentley Flying Spur y en donde se daban cabida a los mejores materiales, tecnologías y mecánicas del fabricante. Un proyecto que no consiguió éxito comercial con notables pérdidas económicas, aunque sí sirvió a Volkswagen como herramienta de marketing.
Volkswagen Touareg: el primer gran todoterreno de Volkswagen desarrollado en colaboración con Porsche para convertirse en una de los proyectos más ambiciosos del fabricante alemán. Se trata del primer proyecto de SUV diseñado por Volkswagen en esa apuesta por un posicionamiento más premium. El Touareg contó con versiones de altas prestaciones con motores 6.0 W12 de 450 CV y 5.0 V10 TDI de 313 CV.
¿Qué fabrica Volkswagen en España?
El modelo más fabricado en España es el Volkswagen Polo, modelo que es fabricado en la factoría que posee Volkswagen en Navarra. De la planta de Landaben salieron un total de 296.800 unidades del Volkswagen Polo en 2016, de las cuales el 91,5% se dedicaron a la exportación a más de 50 países distintos con Alemania como el país con mayor demanda con la importación del 19,5% de la producción.
Volkswagen en Competición
La trayectoria de Volkswagen en competición es extensa y arranca en 1966, aunque es su aportación más reciente la que ha obtenido mejores resultados. Volkswagen ha conseguido ganar 4 Rallys Dakar en los año 1980, 2009, 2010 y 2011, estos tres últimos empleando el Volkswagen Race Touareg y con el piloto español Carlos Sainz siendo el piloto triunfador en 2010. En el Campeonato Mundial de Rallies (WRC), Volkswagen ha conseguido 4 títulos mundiales de constructores (Volkswagen Polo R WRC) y pilotos (Sebastien Ogier). Además ha participado en el Campeonato Mundial de Rallycross (WRX) y en el Campeonato Global de Rallycross.
