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Prueba: Alfa Giulia Veloce, o como recuperar la fe en el sedán deportivo en los tiempos del crossover

Cuando mi compañero Sergio os hablaba del nuevo sedán de Alfa Romeo, en su prueba del Alfa Giulia, a menudo se refería a la pasión, a cómo este sedán había vuelto a enamorarnos, e incluso a productos históricos que hasta ahora recordábamos como lo que siempre debería haber sido Alfa Romeo. Desde su versión más básica, el Alfa Giulia derrocha pasión. No solo por su estética, o por una puesta a punto excelente, sino también por aportar savia nueva a un segmento que poco a poco ha ido quedándose fuera de la visión del coche aspiracional que hasta hace unos años podía tener aquel que estuviera decidiendo una compra. Y es precisamente la versión de la que hoy queríamos hablaros, en esta primera prueba del Alfa Giulia Veloce, la que mejor puede encarnar esa idea del coche aspiracional. Y siempre con permiso de un Alfa Giulia Quadrifoglio que, por su potencia y su precio, queda fuera del alcance de la mayoría de los mortales.

El Veloce se erige como una alternativa deportiva, pero más racional y asequible que el Quadrifoglio, con un diésel y un gasolina de 210 y 280 CV de potencia, respectivamente

El Alfa Giulia Veloce no es una línea deportiva sobre la gama Giulia, sino una versión auténticamente deportiva que, dentro de su filosofía pasional, pretende situarse en un punto más racional que un Alfa Giulia Quadrifoglio. No es una línea deportiva más, porque la gama Veloce se erige en torno a mecánicas potentes. Pero sigue siendo racional porque nos encontraremos con dos alternativas mecánicas, a cada cual más interesante. Por un lado tenemos un diésel, un motor de 2.2 litros y 210 CV de potencia, ahorrador y, dentro de las peculiaridades del gasóleo, agradable de conducir. Por otro lado tenemos un motor de gasolina, el 2.0 Turbo de 280 CV de potencia, puntiagudo, contundente y muy deportivo, a pesar de tener solo cuatro cilindros.

En ambos casos, la única alternativa posible será un cambio automático de convertidor de par y un sistema de tracción a las cuatro ruedas Q4. Los precios para el diésel de 210 CV arrancan en 51.150€, mientras que para el gasolina de 280 CV de potencia lo hacen en 54.000€.

Un deportivo no solo debe serlo, sino también parecerlo

Basta echar un ligero vistazo a la carrocería del Alfa Giulia Veloce para constatar que – de nuevo con permiso del Quadrifoglio – estamos ante una de las versiones con aspecto más deportivo de la gama Giulia. De serie te lo llevarás con llantas de 18 pulgadas, unas defensas más agresivas que incluyen entradas de aire de mayor tamaño en el frontal, y un buen difusor en la zaga. En el exterior también nos encontramos con algunos detalles en negro brillante, lunas oscurecidas y faros bi-xenón adaptativos.

A bordo, detalles sobrios pero a la vez deportivos. Inserciones en salpicadero de aluminio, pedales de aluminio, ordenador de a bordo con pantalla TFT de 7″, equipo de entretenimiento con pantalla de 8,8″, acabados, de nuevo sobrios, pero de calidad, y ajustes excelentes. Y, para redondear la jugada, un volante deportivo específico.

Tampoco faltan unos asientos deportivos de cuero como estos, con una sujeción lateral excelente y, como no podía ser menos, muy confortables.

Hablar de diésel en un coche que se presupone deportivo, siempre es polémico. Aún así, este motor es de los más agradables que hemos probado últimamente, es potente, y sus consumos son muy contenidos. Aún con su tracción total, el motor 2.2 Diésel de 210 CV de potencia homologa en ciclo mixto 4,7 litros/100 kilómetros. Y sus prestaciones son excelentes. Acelera de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y goza de una muy buena respuesta. Como curiosidad, este motor cuenta con un turbo en el que la geometría variable está accionada mediante un dispositivo eléctrico. Al poder controlar de forma más precisa la turbina, se consigue mejorar los tiempos de respuesta. Cifras muy correctas, para aquel que busque un Giulia picante, divertido, y a la vez ahorrador para hacer varias decenas de miles de kilómetros al año.

Para todo lo demás, el motor 2.0 Turbo de 280 CV de potencia se nos antoja aún más interesante y divertido. Lo que más nos ha gustado de este motor ha sido su respuesta y su capacidad para estirarse bien por encima de las 5.000 rpm sin agotarse, sin esa sensación habitual en motores de gasolina turbo potentes de que en la parte alta del cuentavueltas no hay demasiado con lo que jugar. Este motor nos permite disfrutar de cada marcha y llevar el motor alto de vueltas sin la sensación de que este se agote y de que lo óptimo sea bajar una marcha para aprovechar su capacidad de reacción y sus patadas en medias – que haberlas haylas.

Es un motor que, además, suena bastante bien, lo que sumado a su tacto hace que no echemos en falta un motor de seis cilindros. Y mejor que así sea. Porque la única opción por encima de este Giulia Veloce de 280 CV de potencia ya es un Quadrifoglio, una versión que por potencia y precio se sitúa a un mundo de este Veloce. Es más, por el precio de un Alfa Giulia Quadrifoglio automático (89.100€), podrías comprarte un Alfa Giulia Veloce de 280 CV de potencia (54.000€) y un Alfa Giulia diésel de 150 CV (34.550€).

Aún contando con tracción a las cuatro ruedas de serie, su tacto sigue siendo el de un buen tracción trasera, con el aporte para la seguridad de un sistema de tracción a las cuatro ruedas

También nos ha gustado mucho, y ciertamente nos ha convencido, su sistema de tracción total Q4, disponible de serie en la gama Alfa Giulia Veloce, tanto en diésel, como en gasolina. Según Alfa Romeo, este sistema de tracción total solo incrementa la masa de sus coches en 60 kilogramos con respecto a la tracción trasera.

Lo interesante de este sistema es que Alfa Romeo ha buscado que conserve, en la medida de lo posible, su tacto de tracción trasera. Eso quiere decir que en condiciones normales será, en la práctica, un tracción trasera, repartiendo el 100% del par en el eje posterior. Para que en aquellos momentos en que nos acerquemos al límite de tracción, el sistema pueda transferir hasta un 60% del par al eje delantero.

Lo interesante de su sistema de tracción total con este tarado es que, en la práctica, practicaremos una conducción similar a la que experimentaríamos con cualquier sedán de tracción trasera. De manera que el control del gas en el giro nos ayuda a ir redondeando las curvas. Y, por si no fuera poco, seguiremos teniendo el extra de seguridad que aporta el reparto dinámico de par entre ejes en terrenos deslizantes.

Sin duda, Alfa Romeo ha vuelto a enamorarnos. Y aún habiendo probado esta Alfa Giulia Veloce en una primera toma de contacto, ya tenemos muy claro que este sedán, y especialmente con su motor de gasolina de 280 CV de potencia, se ha convertido en uno de nuestros favoritos.

Mientras tanto, ya estamos a la espera de la llegada del nuevo Alfa Stelvio, del cual también tenemos mucho que contaros en las próximas semanas. Así como también estamos a la espera de una oleada de productos en la que Alfa Romeo espera lanzar seis nuevos modelos de aquí al año 2020.

Y mientras nos asegura que el Alfa Stelvio quiere ser el más deportivo de su categoría, para nosotros este Alfa Giulia será, por todo lo que implica que Alfa Romeo vuelva a tener un sedán muy pasional, y de tracción trasera, el verdadero protagonista del regreso de una de las marcas que más afición ha generado durante décadas entre los amantes de la conducción.

En Diariomotor:

Vista dinámica del Alfa Romeo Giulia en pista, destacando su perfil delantero y lateral.
Logo de la marca alfa-romeo Alfa Romeo Giulia
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Alfa Romeo regresa al segmento D con una berlina de talante deportivo y tracción posterior, disponible tanto con motores diésel como gasolina

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