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Audi celebra el 60 aniversario de su motor rotativo, del prodigio de Felix Wankel y NSU

El motor rotativo es, con diferencia, una de las tecnologías más fascinantes, para cualquier amante de la ingeniería, o de los coches, en general. Como si del famoso juego del Tabú se tratase, resulta harto complicado hablar del motor rotativo sin mencionar a Mazda, el fabricante que mejor ha sabido aprovechar esta tecnología en sus deportivos de calle. Hasta un punto en que la historia del motor rotativo en la industria del automóvil no se entendería sin su obstinación por salvar todos los problemas inherentes en su diseño para llevarlo a la calle (ver nacimiento e historia del motor rotativo de Mazda). Tal es la conexión existente entre el motor rotativo y Mazda, que a menudo podríamos olvidarnos de que esta tecnología realmente nació en Alemania, del trabajo de Felix Wankel y de un fabricante hoy desaparecido, NSU, que acabaría conformando lo que más tarde conoceríamos como Audi. Y es por eso que Audi celebra este año el 60 aniversario de su motor rotativo.

La idea del motor rotativo ya rondaba la cabeza de un joven ingeniero, Felix Wankel, desde finales de los años 20. Durante décadas, Wankel trabajó para resolver los problemas existentes en lo que inicialmente no era más que un diseño teórico y experimentar con diferente sistemas de sellado de la cámara, y tipos de rotores, hasta llegar en 1953 a un diseño muy parecido al que hoy conocemos. Un diseño de motor rotativo con un rotor con forma de Dorito, o púa para tocar la guitarra.

Antes de que Mazda apostara por esta tecnología, el fabricante alemán NSU ya apostó por ella. En marzo de 1954 el proyecto estaba muy avanzado, y el diseño de su motor rotativo era prácticamente el definitivo. El 1 de febrero de 1957 se procedía al encendido del primer motor rotativo diseñado por Wankel, y es precisamente este el aniversario que se celebrará este año.

Si bien es cierto Mazda ha popularizado el motor rotativo durante las últimas décadas, NSU (ahora Audi) fue el fabricante que apostó inicialmente por la idea de Felix Wankel para aplicarla en un coche

Cuando NSU Motorenwerke desaparecía como tal a finales de los años sesenta, para unirse con otros fabricantes formando lo que hoy conocemos como Audi, en su gama existía un producto con un motor rotativo. Desde entonces, hasta la última década, Audi siguió explorando las posibilidades del motor rotativo en diferentes prototipos. A comienzos de los años sesenta, la antigua Toyo Kogyo, hoy conocida como Mazda, en los años de la resaca de la última Gran Guerra, apostó por una tecnología por aquel entonces transgresora. Mazda envió sus ingenieros a Alemania para adquirir los conocimientos necesarios, fruto del desarrollo de Wankel y NSU, y aplicarlos en su primer deportivo con motor rotativo, el Mazda Cosmo Sport.

Y aunque el motor rotativo no sea la tecnología que habitualmente asociaríamos a Audi, y en el imaginario popular se vea superada, con creces, por otras tecnologías tan importantes para la marca como la tracción a las cuatro ruedas Quattro, no debemos olvidar sus orígenes.

Tal vez por eso Audi se esté esforzando tanto por recordarlo, y por celebrar el 60 aniversario del arranque del primer motor de Felix Wankel en las instalaciones de NSU. Hasta el punto en que acaba de estrenarse en el museo Audi de Ingolstadt la exhibición «Revolución: 60 años del motor NSU/Wankel». Una exhibición que estará abierta hasta el 5 de noviembre y en la que se podrán contemplar diferentes modelos del motor rotativo de Wankel y los coches y los prototipos que han albergado esta tecnología en los últimos 60 años.

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