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¿Por qué los bordes del parabrisas están plagados de pequeños puntitos negros?

Nunca te acostarás sin saber una cosa nueva, dice el dicho. Realmente nadie debería acostar sin saber algo nuevo cada día. En Diariomotor nos lo tomamos en serio, y recogemos para vosotros una curiosidad publicada por Jalopnik acerca de… cristales. ¿Alguna vez os habéis fijado en los puntitos que tienen todos los salpicaderos en sus bordes? ¿Nunca os habéis preguntado para qué sirven? Resulta que su instalación no es accidental, y tienen hasta cuatro funciones diferentes que probablemente desconocéis. Nunca volveréis a mirar a vuestros cristales de la misma manera, os lo garantizamos.

No sólo están presentes en el parabrisas, también en algunas ventanillas, especialmente sin no son móviles.

En primer lugar, los bordes de los parabrisas están recubiertos de una pintura de color negro. Es una pintura cerámica, cocida tras ser aplicada y prácticamente imposible de rayar o dañar. Su principal objetivo es esconder el adhesivo que fija en su lugar al parabrisas. Antaño se fijaban mediante remaches o tornillería, y se cubrían los bordes con una fina tira cromada. Hoy en día se usan adhesivos industriales de alta potencia, además de material aislante, fundamentalmente uretano. Como no son demasiado estéticos, se cubren con esta capa para que no los veamos y el cuidado diseño del coche no se vea afeado.

Este marco oscuro también sirve para proteger el adhesivo y el aislante de los rayos ultravioletas del sol, que pueden deteriorarlo con el tiempo. ¿Entonces, para qué demonios sirven los puntitos en sí? Buscan crear un gradiente entre la pintura sólida y el cristal, completamente transparente. Se trata de lograr una transición suave y estética: puro artificio para una mayor amabilidad visual. Estos puntitos pueden en ocasiones extenderse tras el retrovisor interior, en este caso para bloquear ligeramente el sol y evitar deslumbramientos allí donde los parasoles no llegan. No es una solución presente en todo vehículo.

Además de una función puramente estética, ayudan a evitar distorsiones en el cristal durante su proceso de moldeado.

Esperad, que aún hay más. Algunos fabricantes juegan con este gradiente estético para esconder huevos de pascua, como ya he visto en varios vehículos del Grupo FCA, un Jeep Wrangler, un Jeep Renegade y un Dodge Challenger. En los dos primeros, la silueta de un Jeep trata de ascender por la esquina del cristal y en el caso del muscle car, es simplemente un guiño al Challenger clásico, con su silueta en uno de los laterales del parabrisas. Nos encantan los huevos de pascua en el diseño automovilístico, y más fabricantes deberían esconder estos detalles, estos guiños, en sus vehículos.

¿Creíais que había acabado? Estos «puntitos» cumplen una última función. Cuando los parabrisas se están fabricando, pasan de ser planos a estar moldeados en una ligera curva. Para ello, son horneados una temperatura moderada sobre un soporte que les obliga a curvarse. Ya que la zona pintada en color negro se calienta mucho más rápidamente, los puntitos ayudan a que el contraste de temperatura con la zona transparente no sea tan extremo durante este segundo horneado. De esta manera se evita la aparición de distorsiones ópticas en el cristal, transparente y perfectamente nítido.

Nunca te acostarás sin saber algo más.

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