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IBIL fija el precio de la recarga rápida en 0,541 €/kWh, con un mínimo de gasto de 5€

Poco a poco vamos conociendo cómo los detalles de la recarga rápida en España se van desvelando, si hace apenas unos días Endesa nos confirmó en exclusiva que el precio de la recarga rápida para ZEM2ALL tendría un precio de 6€ por carga, ahora es IBIL – a través de nuestros compañeros de FCE y responsables de la propia IBIL – la que nos detalla que su fórmula de tarificación será de 0,541 € por cada kWh suministrado en corriente continua, exigiendo una carga mínima de 5€.

De este modo, IBIL apuesta por un formato más racional para la tarificación de la energía suministrada por cada punto de recarga, obligando a un importe mínimo de 5€ que se traducirá en el aporte de 9,24 kWh a nuestro vehículo eléctrico. Obviamente, a todo este baile de cifras habrá que añadir las pérdidas derivadas del almacenamiento en las baterías del vehículo eléctrico con motivo de la transformación de la corriente y el estrés y calor generado en las celdas.

El precio de la recarga rápida, un nuevo dilema a debatir

La recarga efectiva, esa energía que de verdad es almacenada en las baterías, es uno de los puntos más críticos a la hora de abordar el precio de las recargas

Endesa e IBIL son las gestoras de puntos de recarga que en estos momentos ofrecen más notoriedad en el mercado por su actual cobertura y sus perspectivas de crecimiento a corto plazo en España. La fórmula dada a conocer por Endesa con motivo del proyecto ZEM2ALL todavía podrá ser sujeto de revisiones, lo cual podría significar un cambio del método de tarificación y de los precios.

A modo de comparativa, un vehículo como el Nissan Leaf con una batería de 24 kWh y conector de recarga rápida CHAdeMO podrá disponer, que no recargar de forma efectiva, de 11,09 kWh por 6€ cargando a través de IBIL y cerca de 19 kWh por los mismo 6 € facturados por Endesa.

En nuestra prueba de más de 2.000 Km al Nissan Leaf abordamos el tema de la ineficiencia en la recarga

A esto hay que sumar un sinfín de variables que tendrán su impacto negativo en el precio final a abonar por la recarga, ya que las pérdidas por transformación del vehículo eléctrico, sumado al suministro real del punto de recarga que debería alcanzar los 50 kW reales, junto al posible desvío del contador que tarificará los kWh consumidos, ofrecen un cóctel que por seguro garantizará polémica entre usuarios y gestores.

Aún así, es justo recordar que el despliegue de este tipo de infraestructura acarrea unos costes que pocas veces sale a la luz. IBIL, en colaboración con Nissan y Repsol, está desarrollando un programa de despliegue de puntos de recarga rápida CHAdeMO (con futura actualización a formato CCS y Mennekes) que se postula como líder en España con 30 ubicaciones definidas en todo el territorio.

Fuente: IBIL | FCE
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