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La Europa electrificada tendrá que esperar

Enero de 2013, la Comisión Europea se liaba la manta a la cabeza y hacía pública una hoja de ruta para todos los estados miembros en la que se les obligaba a alcanzar la ambiciosa cifra de 800.000 puntos de recarga en toda Europa para el año 2020. Un plan de futuro que colocaba a la España de 2020 con un parque de puntos de recarga de nada menos que 82.000 unidades instaladas.

Ahora la Comisión Europea da un paso atrás en esta propuesta tras numerosas presiones olvidándose de la obligatoriedad de la medida y regalando un nuevo varapalo a todos aquellos interesados en impulsar la movilidad eléctrica como alternativa a los sistemas de movilidad tradicionales.

Puntos de recarga: la asignatura pendiente

La medida que aspiraba a electrificar toda Europa para impulsar la movilidad eléctrica se queda por el camino sin objetivos de ningún tipo

No son pocos los que han calificado este cambio en la propuesta como un nuevo movimiento favorecedor a países como Alemania, cuya industria ya ha conseguido evitar la aprobación de medidas perjudiciales para sus intereses económicos como la reducción de las emisiones de CO2.

Pese a que la propuesta original esbozada por la Comisión Europea fue presentada como demasiado ambiciosa habida cuenta de la situación económica de la zona euro, era justo reconocer la posibilidad que ofrecía para reactivar sectores y abrir nuevos mercados de negocio con el vehículo eléctrico como factor común.

El movimiento, que pretendía alcanzar la cifra de 800.000 puntos de recarga en toda la zona euro, sentaba las bases para ofrecer viabilidad a la idea de electrificar el transporte privado. Una solución que llegaba como respuesta a la siempre temida falta de infraestructura que adolece toda compra de un vehículo eléctrico.

El nuevo plan para el impulso de la movilidad eléctrica no fija objetivos por países, ni mucho menos la obligatoriedad de alcanzar unos mínimos llegados una fecha concreta. Existirá eso sí, una fecha de revisión de la propuesta para el año 2017 en la que de nuevo se podrá diseñar una nueva estrategia de implantación según el mercado haya evolucionado hasta la fecha.

Como único punto a destacar encontramos que la estrategia de implantación mantendrá la recomendación de un único formato de recarga, Mennekes para recarga lenta y CCS para recarga rápida, y la comptaibilidad del cómputo global con el despliegue de infraestructura de repostaje para sistemas de movilidad alternativa como el Hidrógeno, el gas natural comprimido (GNC) o el gas natural licuado (GNL).

Fuente: Europeanvoice
En Tecmovia: España en 2020, ¿82.000 puntos de recarga y 2,5 Millones de vehículos eléctricos? | Alemania consigue aplazar el límite de emisiones de 95 g de CO2

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