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¿Qué se esconde tras los 11 accidentes del coche autónomo de Google?

¿Es seguro el coche autónomo? ¿Qué sucede cuando un coche autónomo se ve envuelto en un accidente? ¿De quién es la culpa cuándo existe un accidente con un coche autónomo implicado? Google ha querido salir al paso de estos interrogantes arrojando algo de luz sobre su proyecto para el desarrollo de la conducción autónoma. De este modo, Google ha admitido que sus coches se han visto involucrados en hasta 11 accidentes de tráfico de diferente índole. No ha habido muertos, ni siquiera heridos, y según Google, tampoco ha habido culpables por parte de sus coches experimentales.

Tras 11 accidentes, el coche autónomo todavía no ha mostrado ser un peligro para el tráfico real

Google está tan segura del potencial del vehículo autónomo con el cual experimenta por las carreteras de algunos estados norteamericanos, que se muestra tajante a la hora de hablar sobre los 11 accidentes que han salido a la luz. Según palabras de Chris Urmson, director del programa de conducción autónoma de Google, en ninguno de esos accidentes se ha determinado que el coche autónomo tenga algún grado de culpa, señalando que el grueso de los accidentes se han producido por causas ajenas a la conducción del vehículo como pueden ser fallos o despistes de otros usuarios. El fallo ha sido el ser humano, ni más, ni menos.

De los 11 accidentes, 7 de ellos han tenido que ver con colisiones por alcance provocadas en semáforos. La información hecha pública por Google demuestra que el riesgo de sufrir este tipo de accidentes es inherente al propio uso del vehículo, y tras casi 3 millones de kilómetros, resulta incluso lógico pensar que todos los coches en circulación han podido sufrir algún percance.

La principal causa de accidente sigue siendo el factor humano, y ahí el coche autónomo tiene todas las de ganar

Al mismo tiempo, en este proyecto desarrollado junto al fabricante Delphi, se han revelado numerosas curiosidades que también sirven para la propia evolución de la tecnología. El último gran reto de Delphi en el que se cruzó EE.UU. de costa a costa con un Audi SQ5 adaptado para conducir de forma autónoma, revelaron como la tecnología todavía necesita madurar en escenarios donde el coche debe medirse con grandes camiones. Al mismo tiempo, Delphi también señala que el excesivo rigor del coche autónomo en tanto al respeto de los límites de velocidad y normas de circulación, también les ha provocado alguna que otra mala cara por parte del resto de usuarios de la vía.

Fuente: AutomotiveNews
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