Aunque los tractores sean máquinas con un propósito claro, ello no impide a muchos aficionados construir auténticas máquinas de locura usándolos como base. Es el caso de un noruego, que ha instalado en su viejo Massey Ferguson un motor V12 atmosférico de gasolina. Es un motor de procedencia indeterminada, aunque algunos apuestan por una unidad Jaguar de hace unos cuantos años. Su melodía al ralentí es tan curiosa como su melodía a plena potencia, más digna de un superdeportivo exótico que de una pieza de maquinaria agrícola.
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